TARTA DE QUESO "LA VIÑA"


      


Las tartas de queso son mis preferidas y aunque ya he publicado otra receta de esta clase, hoy comparto con vosotros la famosa y bien conocida Tarta de Queso "La Viña".
El restaurante "La Viña" ubicado en Donosti (País Vasco) se ha hecho muy popular por esta deliciosa tarta de queso, ya que ha sido creada allí.

Se trata de una tarta horneada con una elaboración muy sencilla y que no precisa de ninguna base y tampoco de ninguna mermelada para acompañar porque su sabor por sí solo, es más que suficiente para conquistar hasta el paladar más delicado que la pueda degustar.
No se trata de una tarta excesivamente dulce. Su sabor a queso de la forma más precisa, la ha convertido en una tarta delicada, suave, cremosa y de textura muy destacable.
Un sinfín de cualidades para una tarta que dependiendo de su horneado se puede conseguir un final más compacto o más suave.

Si eres un apasionado/a de las tartas de queso, esta es indispensable para nombrarte un experto dentro de esta tipología.
Sin más rodeos vamos a comenzar.


INGREDIENTES

600gr. de queso crema
4 huevos grandes
300 ml. de nata para montar (mínimo 35% materia grasa) debe estar bien fría, recien sacada de la nevera.
180 gr. de azúcar blanco
1 cucharada sopera rasa de harina de trigo o maicena.

Utilizamos un molde desmontable de 20 cm de diámetro (muy importante respetar la medida porque el resultado final va a variar si el molde es de distinto tamaño)


PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
Con un robot amasador o bien con unas varillas (siempre es mejor alguna de estas opciones para que la masa quede más aireada) batimos el queso crema hasta que esté bien fino y de aspecto homogéneo sin ningún grumo.

Añadimos el azúcar y batimos unos 2 o 3 minutos más hasta que esté bien integrado.
Iremos incorporando los huevos de uno en uno dejándo tiempo a que se integre el primero antes de incorporar el segundo y así con el resto.
Seguidamente añadimos la harina y mezclamos bien hasta obtener una masa fina.
Por último echamos la nata y de nuevo mezclamos todo hasta que quede bien integrado.

Reposamos la masa mientras cortamos una buena cantidad de papel sulfurizado (o papel de horno) y lo mojamos bien debajo del grifo. Lo estrujamos para eliminar el exceso de agua y con él forramos el molde desmontable que tendremos preparado.
Humedecemos el papel para que no esté tan rígido y sea más fácil cubrir el molde. La idea es que las paredes queden bien cubiertas porque la tarta sube bastante y evitaremos que se salga.
Verter la masa en el molde e introducirlo a media altura del horno.

                       

Hornear unos 40 minutos si queréis la tarta un poquito suelta y con textura de mousse o bien la podeis dejar entre 45/50 minutos si os gusta más compacta (tenéis que tener en cuenta también si vuestro horno calienta mucho o no porque a veces varía de una marca a otra).

Un factor muy importante es que no se os dore en exceso la tarta y quede quemada, ya que no sería tan bonita. Así que entre los 20 / 30 minutos estad atentos al horneado y en caso de que ya tenga un color bastante doradito, podeis poner un papel de aluminio sobre ella y la dejamos que continue horneando.


Cuando ya esté lista, apagamos el fuego y dejamos la puerta del horno un poco abierta para que se enfríe lentamente, aproximadamente unas 4 o 5 horas.
Una vez que esté a temperatura ambiente la introducimos en la nevera sin desmoldar para conservarla. Normalmente se recomienda hacerla de un día para otro, ya que está en su punto más óptimo de sabor.
A la hora de consumir es aconsejable dejarla unos 30 minutos aprox. fuera de la nevera para que atempere y así poderla degustar al máximo, ya que el exceso de frío le hará perder un poco la potencia del sabor y la textura melosa.
Espero que la disfruteis!!!