PASTEL MOUSSE DE PIMIENTO ROJO Y ATÚN




Seguro que alguna vez o muchas habéis probado un pastel salado. Hoy propongo una receta muy sencilla y económica, un pastelito mousse salado que podréis hacer cualquier día de la semana o bien en algún momento que tengáis invitados en casa.
Este pastel es muy tierno, tiene una suave textura de mousse que os dará la opción de servirlo como un entrante o bien como un untable.


INGREDIENTES

200 ml. nata líquida de cocinar (si preferimos nata vegetal, una buena opción es la crema de soja).
5 huevos.
2 latitas de atún al natural.
1 pimiento grande rojo asado.
2 cucharadas de tomate frito (a ser posible casero, siempre estará más sabroso).
Pimienta.
Sal.


PREPARACIÓN

En un cazo coceremos dos huevos, los pelamos y reservamos.
En un bol pondremos los 3 huevos restantes, el atún bien escurrido, el pimiento rojo, la nata líquida y el tomate frito. Salpimentaremos al gusto y trituraremos bien con la batidora.
Una vez batido y habiendo obtenido una crema fina, untaremos un molde alargado (yo he hecho servir uno de bizcocho de 23 cm. es recomendable no escoger un molde más largo ya que saldría muy bajito el pastel) verteremos la mezcla reservada y taparemos la parte superior del molde con papel de plata, tendremos que asegurarnos que queda bien sellado en los bordes para que no entre agua a la hora de cocerlo.

En una cazuela amplia colocaremos dentro el molde del pastel, llenaremos de agua la cazuela hasta cubrir un nivel máximo de tres cuartas partes del molde, más no ya que al hervir podría filtrarse agua
por alguna zona del papel.
Poner a cocer al Baño María el pastel a fuego medio, ya que ha de cocer con suavidad durante 40-45 minutos.
Si observamos que durante la cocción reduce mucho el agua, tendremos que añadirle una poca hasta equilibrar el nivel inicial, siempre será caliente para no detener la cocción.
El nivel de agua nunca ha de ser inferior al nivel de masa dentro del molde ya que no cocería igual y podría quedar crudo en alguna zona.

Una vez pasado el tiempo de cocción comprobamos que está hecho pinchando con un palillo largo. Si este sale limpio estará en su punto.
Sacaremos con sumo cuidado el molde de la cazuela y lo dejaremos enfriar sobre un paño el tiempo suficiente para poderlo desmoldar sin que se nos rompa, como mínimo serán unas dos horas.También podemos dejarlo de un día para otro dentro del molde en la nevera y lo desmoldaremos a la hora de servir.
Para decorar rallaremos los dos huevos cocidos reservados en la superficie para darle un toque de color y serviremos en seguida.

Este pastel se puede acompañar con salsa rosa o bien lo podemos utilizar como untable con unas tostaditas.
Espero que os haya gustado, como podéis ver no es nada complicado, así que como siempre os animo a probar y veréis que poco a poco el cocinar es un gran hobbie además de un gran placer.

Buen provecho!!!



ALUBIAS VERDINAS CON LANGOSTINOS




Con el frío que está haciéndo, ya es hora de que os proponga hacer un plato de cuchara típico norteño...vamos a probar una receta muy sencilla y sabrosa de alubias con langostinos.
Estas alubias son típicas de la zona del cantábrico, conocida también como "Verdina de Llanes" de delicado sabor, textura mantecosa y un color verde suave ya que han sido recolectadas de forma temprana.
Estas alubias son perfectas para combinar con cualquier marisco porque su suavidad es imcomparable a cualquier otra.
Pues venga, espero que os gusten y que más de uno se anime a hacerlas.

Receta para 6 comensales.

INGREDIENTES

600 gr. de alubias verdinas (u otra variedad que sea fina como la alubia canela o del ganxet).
18 langostinos crudos.
1 cebolla morada y una blanca o dos blancas solamente.
3 dientes de ajo.
1 pimiento rojo grande o 2 verdes pequeños.
1 zanahoria grande o dos medianas.
1 cucharada de pimentón dulce de la Vera.
2 litros de fumet de pescado.
Unas hebras de azafrán.
Aceite de oliva.
Sal.

Para el fumet:

500 gr. de mejillones.
300 gr. gambones.
200 gr. de galeras.
2,5 litros de agua.
Aceite de oliva.
75 gr. de brandy.
1 hoja de laurel.
Sal.


PREPARACIÓN

Para realizar el fumet aconsejo ser generosos con sus ingredientes, ya que de esta forma podremos garantizar un resultado exquisito.
El día anterior ponemos las alubias en remojo con agua templada y un puñado de sal, han de estar 12 horas pero no más ya que las alubias pueden perder cualidades.

Preparamos el fumet poniendo en una cazuela el agua, la hoja de laurel, los gambones sin la cabeza, las galeras y los mejillones limpios (los habremos rascado y lavado previamente).
Dejaremos cocer unos 20 minutos, colar y reservar el caldo.
Preparamos el concentrado de gambas poniendo un buen chorro de aceite en una cazuela,  cuando esté caliente añadiremos las cabezas de los gambones, les daremos unas vueltas durante un par de minutos. Añadiremos el brandy, dejaremos unos dos o tres minutos y seguidamente le añadimos un poco del fumet reservado, cocer 5 minutos, colar y reservar. 
Es importante apretar bien las cabezas de las gambas en el colador para extraer al máximo su jugo.
Añadir el concentrado de gambas al fumet, sazonar ligeramente y reservar.

Picamos las cebollas, el pimiento, los ajos y las zanahorias en trocitos menudos (es mejor ponerlas en la trituradora de verduras, así no se notaran tanto los trocitos) y reservamos.
En una cazuela amplia echamos un buen chorro de aceite, seguidamente añadimos las verduras picadas y sofreimos unos 10 minutos aproximadamente a fuego medio y moviendo con una cuchara de madera para mezclar los sabores. Añadimos el pimentón, las hebras de azafrán y mezclamos bien un minuto más vigilando que no se nos queme el pimentón ya que podría amargar.
Continuamos añadiendo las alubias que habremos escurrido y enjuagado y las sofreiremos 3 minutos más.

Cubriremos la mezcla con el fumet de pescado (es importante que el caldo esté frío para que empiece a cocer lentamente) hasta que las verdinas queden cubiertas totalmente de caldo pero sin pasarnos, ya que el resultado final no ha de ser demasiado caldoso. Si necesita más caldo a lo largo de la cocción, se le irá añadiendo siempre en frío.
Al romper el hervor quitaremos la espuma con una espumadera y reduciremos el fuego para que cueza de forma suave.
Cuando las alubias lleven una 1/2 hora cociendo, le añadiremos sal al gusto (eso dependerá mucho del sabor del fumet).

La cocción será de una hora y media aproximada, las alubias han de estar cocidas pero no dejar que se deshagan.
Rectificaremos de sal al final de la cocción (cuando queden unos 3 o 4 minutos).
Mientras tanto preparamos una sartén y haremos los langostinos (que habremos pelado previamente) a la plancha.
Serviremos las verdinas en el plato y adornaremos con unos langostinos sobre ellas antes de servir.
(La carne de los gambones y mejillones cocidos los podremos utilizar para hacer unas croquetas de marisco, o bien picar pequeñita la carne de los gambones y añadir a las alubias).

Esta receta mejora notablemente de un día para otro, los sabores se concentran mucho más, pero no se ha de desmerecer en absoluto si está recién hecha, ya que está divinamente rica!!!
Espero que os guste este plato y probéis, ya veréis que resultado más delicioso.







CROQUETAS DE POLLO, CEBOLLA Y HUEVO




Sabíais que en el mes de febrero existe el "Día Mundial de la Croqueta"?? si si, el día 16 de febrero ha sido el elegido y yo no iba a faltar en aportar mi granito de arena en esta celebración.
Hay quien hace croquetas muy sofisticadas para participar en concursos y eventos, pero yo os traigo una receta muy preciada para mi, una receta muy especial que siempre se ha hecho en casa, desde muy niña recuerdo que mi madre hacía una buena bandeja de croquetas sobretodo en Navidad y no duraban nada!!! pues con todo mi cariño y buen recuerdo en honor a mi madre, comparto mi receta familiar...

Estas cantidades son para unas 36 croquetas.

INGREDIENTES

2 muslos de pollo (con contramuslo o 2 pechugas).
2 cebollas.
3 huevos.
60 gr. de mantequilla.
Aceite de oliva.
Pimienta.
Sal.
Harina, huevo y pan rallado para rebozar.

Para la bechamel
1litro de leche.
1/2 cebolla.
100 gr. harina Maizena (o harina normal)
80 gr. mantequilla.
Nuez moscada.
Sal.


Poner un cazo con agua y cocer los huevos, pelarlos, picarlos y reservarlos.
Cogeremos el pollo y lo salpimentaremos al gusto y lo haremos a la plancha, una vez haya enfriado lo  picaremos bien pequeñito y reservamos.
Picar la cebolla (no rallarla) y sofreírla en una sartén, una vez bien pochada se escurrirá el aceite y le añadiremos fuera del fuego el pollo picado y el huevo, mezclaremos bien y reservamos.

En una cazuela amplia ponemos la leche, la 1/2 cebolla y la mantequilla, la ponemos al fuego y la dejamos hervir unos dos o tres minutos a fuego lento para que no suba la leche y tampoco se pegue, de esta forma la cebolla dejará el sabor. Pasado este tiempo la apartaremos.

Seguidamente en otra cazuela ponemos la mantequilla y la dejamos fundir a fuego suave, le añadiremos la harina y mezclaremos con energía los ingredientes con las varillas manuales. Veremos que se hace una bola de harina, es normal y sin dejar de remover iremos añadiendo la leche poco a poco hasta que obtengamos la densidad deseada para nuestra bechamel. Aconsejo que sea bastante densa, ha de tener cuerpo y no podemos hacerla como para los canelones ya que no podríamos formar las croquetas.

Una vez tenemos la bechamel en su punto le pondremos sal y nuez moscada al gusto, está última será opcional.
Si nos ha quedado algún grumo podemos pasarle la batidora para dejarla más fina, pero inicialmente no será necesario ya que la Maizena no hace grumos.
Añadir a la bechamel la mezcla reservada de pollo, huevo duro y cebolla, mezclaremos bien y la colocaremos en una bandeja bien extendida y dejaremos enfriar. Una vez templada la taparemos con film transparente y la pondremos en la nevera como mínimo dos horas o bien podemos dejarla de un día para otro.

Cuando vayamos a hacer nuestras croquetas, cogeremos porciones adecuadas y con dos cucharas le daremos la mejor forma posible y entonces las pasaremos por harina, huevo y pan rallado.
En una bandeja amplia espolvoreamos pan rallado e iremos colocando las croquetas, una vez llena la bandeja espolvoreamos de nuevo por encima con pan rallado, tapamos con film transparente y las guardamos en la nevera o bien en el congelador.
A mi personalmente me gusta más congelarlas antes de freírlas porque absorben menos aceite y quedan con un poquito más de cuerpo.

Las podemos acompañar con una buena ensalada, como guarnición con carne a la plancha y patatas, incluso solas son un bocado delicioso que crea adicción, ya que cuando pruebas una es difícil poder frenar!!!

Espero que os haya gustado mi receta y que la probéis aunque sea por una vez, ya me diréis!!!!



BIZCOCHO DE MANDARINA



Si nunca habéis mordido una nube para comprobar cual es su ternura, podéis probar con este bizcocho que os traigo hoy...es tierno, jugoso y muy muy esponjoso!!! además de ser original, ya que el toque aromático de la mandarina es muy refrescante...espero que os aventureis con esta receta y la disfruteis...


INGREDIENTES

5 huevos.
250 gr. de azúcar.
2 mandarinas.
100 gr. de aceite suave.
125 gr. de nata líquida para cocinar.
250 gr. de harina (no ha de ser de fuerza).
1 sobre de levadura Royal.
Una pizca de sal.
Ralladura de una mandarina.
Ralladura de una naranja.
Ralladura de medio limón.
Azúcar glas para decorar.


PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Engrasamos un molde con mantequilla y le espolvoreamos un poquito de harina eliminando el exceso con unos golpecitos suaves.

Separamos las yemas de las claras en dos recipientes distintos. Batimos las yemas con las varillas hasta que empiecen a estar espumosas, es entonces cuando le añadimos el azúcar poco a poco hasta integrarlo bien, más o menos unos 5 minutos.
Pelamos las mandarinas y les eliminamos bien todas las partes blancas que le puedan quedar ya que si no lo hacemos pueden amargar y dar mal sabor a nuestro bizcocho. Cortamos los gajos en dados muy pequeñitos y los añadiremos a la mezcla que seguiremos batiendo unos 5 minutos más.
Incorporamos el aceite poco a poco en hilillo y la nata líquida, batiendo otros 2 minutos más.

Tamizar la harina, sino tenemos tamiz se puede hacer con un colador grande. Este paso es muy importante ya que de esta forma oxigenamos la harina y el bizcocho quedará más esponjoso.
Añadimos la harina tamizada a la mezcla anterior, la levadura Royal y las ralladuras de cítricos, mezclamos hasta integrar bien todos los ingredientes con una cuchara de madera con movimientos envolventes y reservamos.

Cogemos el recipiente de las claras y le añadimos una pizca de sal, las batimos con las varillas hasta que estén bien subidas, a mi me gusta hacerlas hasta que su densidad es extrema, ya que de esta forma la mezcla quedará más esponjosa.
Añadimos las claras a punto de nieve poco a poco a la mezcla reservada y mezclaremos muy suavemente con movimientos envolventes con la cuchara de madera.
Es indispensable hacer estos dos últimos pasos con la cuchara y no con las varillas, ya que las claras se podrían bajar y la masa perdería volumen.

Vertemos la masa en el molde y daremos unos golpecitos al mismo para que asiente bien la masa.
Introducimos el molde a media altura del horno y lo dejaremos cocer 30 minutos a 180º, pasado este espacio de tiempo reduciremos la temperatura a 170º y hornearemos 10 minutos más, seguidamente sacaremos nuestro bizcocho del horno.
Dejamos enfriar el bizcocho dentro del molde unos 10 minutos, lo desmoldamos y colocamos en una rejilla para que enfríe bien.
Una vez se ha enfriado lo disponemos en una bandeja adecuada y lo espolvoreamos con azúcar glas.

Esta receta es muy sencilla de hacer para el resultado que obtenemos, es un bizcocho tierno y esponjoso hasta el extremo, si no me creéis solo tenéis que comprobarlo por vosotros mismos...ánimo y a cocinar, que es una satisfacción maravillosa...

Buen provecho!!!