GALLETAS DE MANTEQUILLA DECORADAS






Hace dos semanas que he tenido el privilegio de realizar un curso de decoración de galletas navideñas en Victoria's Cakes (Barcelona), he de decir que Victoria es una persona apasionada con su profesión y una profesora inigualable!!! motiva y trasmite su pasión por la reposteria de una forma única...volveré en cuanto sea posible para hacer algún curso más o varios si mis horarios lo permiten...así que como comprenderéis no he podido evitar mostraros algunos de los conocimientos adquiridos.

Hace tiempo que hago galletas de mantequilla para navidad pero este año me he superado con las decoraciones, espero poder trasmitiros el entusiasmo con el que yo he realizado estas galletitas. Para decorarlas se puede optar en hacer servir glasa real ya preparada de sabores o sin ellos, es una opción más para quien quiera aventurarse pero no disponga de demasiado tiempo, pero el resultado al hacerlo nosotros es muy distinto...así que en medida de los posibles recomiendo hacer el proceso al completo, es muy gratificante y sobretodo si lo hacemos con intención de sorprender a nuestros seres queridos.
Queréis saber como se hacen? pues adelante, aquí os dejo la receta con todo el cariño del mundo...


INGREDIENTES


200 gr. de azúcar blanquilla (en caso de usar azúcar moreno, oscurece las galletas y además hace que la masa se expanda al hornearla perdiendo la forma original de las galletas).
400 gr. de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente).
2 huevos (120 gr.)
700 gr. de harina blanca de reposteria (la harina integral actua igual que el azúcar integral, expande la masa en el horno deformando las galletas).
2 cucharaditas de esencia de vainilla.


PREPARACIÓN

En un bol grande batimos con unas varillas eléctricas (o robot de cocina) la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente junto con el azúcar, si nos hubiésemos olvidado de sacarla de la nevera con anterioridad, podríamos darle un golpe de calor en el microondas pero muy poco a poco y vigilando que no se derrita, solo ha de estar blandita para poderla batir, de lo contrario alteraria el resultado de nuestras galletas.

Batimos hasta que obtengamos una crema fina, seguidamente añadimos los huevos y la harina y continuamos batiendo unos minutos. 
Ahora es el momento de amasar con las manos ya que con las varillas eléctricas no se podrá por la densidad de la masa, finalmente añadimos la esencia de vainilla y seguimos amasando delicadamente hasta que los ingredientes se hayan incorporado bien y obtengamos una masa homogénea.

Dejamos descansar la masa envuelta en un papel film almenos 2 horas en la nevera.
Pasado el tiempo de reposo cortaremos la masa en dos porciones. Estiramos la masa (de una en una) entre dos papeles de horno (uno arriba y otro abajo) con el rodillo para evitar que se nos pegue en él.
Es recomendable utilizar unas varillas niveladoras para estirar la masa con el grosor deseado y uniforme. Las varillas son de plástico y pueden ser de diferentes medidas, en este caso usaremos unas de 1/2 cm. de grosor. Las colocaremos a ambos lados de la masa y estiramos con el rodillo, de esta forma nuestra plancha de masa será de grosor uniforme.

Una vez estirada la masa la colocamos con los papeles sulfurizados con los que la hayamos estirado dentro de la nevera y la dejaremos enfriar 15 minutos. Este paso es para asegurarnos que la masa se endurece y a la hora de cortar nuestras galletas no se deforma.

Precalentamos el horno a 180 grados.
Pasados los 15 minutos, sacamos la masa de la nevera y cortamos las galletitas con nuestro cortador preferido o con diversos cortadores, yo he utilizado el de estrellita de navidad ya que es la apropiada en estas fechas.
Trasladamos las galletas a la bandeja de horno sobre un papel sulfurizado y horneamos 15 minutos, pero aconsejo que a partir de los 12 minutos valoremos su estado ya que cada horno calienta de una forma distinta.

Las galletas estaran en su punto de cocción cuando veamos que las esquinas comienzan a dorarse, no hay que dejarlas demasiado ya que este tipo de galleta es más bien blanquecina, si las horneamos excesivamente estaran secas y pierden sabor.
Una vez horneadas las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para decorar las galletas con glasa real, es aconsejable dejarlas enfriar de un día para otro, pero si no disponemos de tanto tiempo se pueden dejar reposar unas horas hasta que estén totalmente frías y después decorar.


DECORACIÓN CON GLASA REAL

Cuando decoramos galletas con glasa real debemos tener en cuenta que hay dos tipos:

Glasa para escribir o delinear y glasa fluída para rellenar.
En el caso de estas galletitas vamos a utilizar tan solo las de delinear.

Ingredientes

250 gr.de azúcar glass (no sirve el azúcar molido en casa con molinillo, ya que pueden quedar grumos porque no se obtiene un azúcar igual de fino).
1 clara de huevo liofilizado (40 gr.) podemos obtenerlas en supermercados, en su defecto podemos hacer servir albúmina en polvo y ajustar las medidas que nos indica en las instrucciones el fabricante.
10 gotas de vinagre de manzana o cualquier vinagre blanco (para darle brillo y color blanco más intenso pero no altera el sabor en absoluto).

Preparación

En un bol colocamos todos los ingredientes y mezclamos con unas varillas eléctricas hasta que estén bien integrados.
Si no lo vamos a usar inmediatamente lo deberemos tapar con un film transparente que esté en contacto directo con la glasa para que no se haga una capa seca en la nevera.

Coloreado de la glasa real

La glasa real debe colorearse siempre en el momento en que realizamos la glasa, utilizaremos colorantes comestibles en pasta (he utilizado de la marca wilton) no en polvo ni líquidos ya que cambiaria la densidad.
Tendremos que ser muy cautos, ya que se necesita muy poca cantidad de colorante para dar el color deseado a la glasa. Es preferible poner muy poquito colorante y añadir poco a poco hasta conseguir el color definitivo.

Una vez coloreada rellenamos una manga pastelera a la cual habremos colocado una boquilla del número 2 (yo he utilizado de la marca wilton) con su correspondiente adaptador (para que no salga glasa por los laterales al apretar) y hacemos un nudo en la parte superior de la manga para evitar que retroceda y salga.

Para realizar los dibujos presionaremos la manga colocando la boquilla sobre una de las esquinas de la galleta, sujetando bien la manga y realizando líneas transversales para dar la forma de la estrella. Hemos de mantener la línea de glasa un poco elevada de la galleta (en el aire) a medida que seguimos apretando la manga sin parar, así podremos dirigir la línea en el lugar adecuado, finalizando el recorrido en el otro extremo de la línea a trazar.
Una vez hechas las líneas transversales realizaremos de la misma forma las rayitas de las patitas.

En el centro de la galleta he colocado una bolita de arroz inflado bañado en chocolate blanco (pero esto es opcional). Estos complementos de decoración los podemos encontrar de diverses marcas pero como habréis observado yo me decanto por Wilton. La bolita central se ha de colocar con delicadeza con unas pinzas cuando la glasa está aún fresca para que se pueda sujetar.
Otra de las decoraciones que he escogido es la purpurina comestible que la encontrareis en pequeños botecitos.
He utilizado un pincel pequeñito con el cual he espolvoreado la purpurina sobre las galletas, eso sí, con la glasa aún fresca para que se pueda adherir bien.

Una vez decoradas las galletas las hemos de dejar en el lugar donde se encuentran hasta el día siguiente sin tocarlas ni taparlas para que se sequen perfectamente, almenos 24 horas antes de guardarlas, este paso es muy importante para garantizar la conservación.

Conservación

Las galletas se pueden conservar en una lata de aluminio adecuada para ellas, bien envueltas y tapadas con papel de seda o bien podemos guardarlas en bolsitas de celofán cerradas con un lacito hasta 3 meses en perfectas condiciones.
No deben conservarse en cajas de cartón o tuppers ya que se reblandecen por la humedad.

Utensilios

Rodillo.
Varillas niveladoras.
Extracto de vainilla u otro.
Cortadores de galletas.
Rejilla enfriadora.
Clara de huevo liofilizada o en polvo (albúmina).
Colorantes en pasta.
Boquillas de núm 2.
Manga pastelera.
Pinzas (opcional).
Adaptador de boquilla para manga pastelera.
Purpurinas de colores comestibles (opcional).
Perlitas comestibles (opcional).
Bolsas de celofán para conservación (opcional).
Pincel para aplicar la purpurina (opcional).


Uuuffff espero no haberos agotado en exceso, aunque parezca demasiado extensa la realización, vuelvo a decir que vale la pena y cuando las tengáis terminadas es un espectáculo visual y sobretodo del paladar!!!
Espero que os haya gustado y que me digáis el resultado si las hacéis, aunque apuesto que será magnífico!!!!

Buen provecho y Felices Fiestas!!!!

















GALLETAS INVERNALES DE TURRÓN





Esta tarde he querido aventurarme con unas galletitas de turrón que desde hace tiempo tenía pensado hacer y por fin ha llegado el momento!!! que puedo decir del resultado?? pues que están buenisimas!!! y que solamente si lo probáis podréis entenderme.

Para realizar las galletitas que veis en la foto, he utilizado unos sellos con motivos estacionales y un cortapastas redondo del tamaño del sello para pulir la forma final. 
Los sellos que he hecho servir son de la marca "Nordic Ware". También os recomiendo los sellos con motivos navideños que son muy bonitos, yo no los he podido conseguir a tiempo pero en la próxima hornada seguro que si.
Los podéis conseguir en vuestra tienda de menaje habitual o bien en páginas online de utensilios de cocina, las habituales en mi casa son "Amazon" o "Maria Lunarillos".
Para acceder a la página en amazon haz clic AQUÍ.

Pues sin más preambulos comencemos a cocinar...Vamos allá!!!


INGREDIENTES

200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
130 gramos de azúcar blanca.
2 huevos grandes.
500 gramos de harina de repostería.
400 gramos de turrón de Jijona.


PREPARACIÓN

Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para poderla trabajar, de lo contrario sería imposible. Si no os habéis acordado de sacarla de la nevera, podéis darle un golpe de calor con el microondas pero poco a poco con mucho cuidado de que no se derrita, ya que la receta no saldría bien.

Ponemos la mantequilla bien blandita en un bol grande y comenzamos a batirla con unas varillas eléctricas, añadiendo el azúcar poco a poco y continuaremos batiendo hasta integrarlo bien con la mantequilla. Ha de quedar el aspecto de una crema fina. Sin dejar de batir añadimos los huevos y seguidamente la harina poco a poco, cuando llevemos la mitad añadida al bol tendremos que amasar el resto a mano ya que no será posible con las varillas.

Desmenuzamos el turrón de Jijona, añadimos a la mezcla anterior y amasamos bien con las manos hasta integrar todos los ingredientes.
Hacer una bola con la masa, envolver con film transparente y dejar reposar en la nevera media hora.

Precalentamos el horno a 200 grados, calor arriba y abajo.
Cogemos porciones de unos 40 gramos de masa aprox. y hacemos bolitas.

Espolvoreamos el mármol con un poco de harina y colocamos las bolitas de masa encima. Espolvoreamos tambien con harina el sello y presionamos con él las bolitas de masa para darles forma de galleta. Una vez marcadas con el sello les recortaremos los bordes que sobran con un cortador redondo adecuado a la medida de las galletas o con un vaso que se ajuste al diámetro.

Colocamos las galletas con mucho cuidado sobre un papel sulfurizado en una bandeja de horno. Las dejaremos enfriar bien en la bandeja dentro de la nevera unos 15 minutos (este proceso es para que no se deformen a la hora de hornear).

Bajamos la temperatura del horno a 180 grados y horneamos 15 minutos pero como siempre advierto cada horno es un mundo y tenéis que controlarlo a partir de los 12 minutos.
Una vez horneadas nuestras galletitas las sacaremos a una rejilla y las dejaremos enfriar.

Una vez frías las guardaremos en una cajita o lata adecuada para galletas tapadas con papel de seda para que el aire no las endurezca.

Son unas galletitas deliciosas muy suaves y tiernas que se realizan de forma muy sencilla, además para estas fiestas son muy apropiadas, así que espero que las hagáis con cariño si pensáis tener un detallito con la familia.

Buen provecho y Feliz Navidad!!!

SALMOREJO CORDOBÉS



Otra delicia del verano es el Salmorejo, una crema fría típica del sur de nuestro país, tiene dos formas de preparación, majándolo con paciencia en un mortero o bien con batidora o robot de cocina.
La receta tradicional se basa tan solo en cuatro ingredientes, tomate, pan de telera (pero al no estar en el sur usaremos otro tipo de pan) aceite de oliva virgen extra, ajo y sal, aunque para finalizar añadiremos unos tropezones buenísimos que darán el toque estrella al plato.

Las medidas son para 6 raciones generosas.


INGREDIENTES

1 kg de tomates maduros.
200 gr de pan de telera cordobés o en su defecto pan blanco normal o candeal (preferiblemente pan del día anterior o duro).
250 gr de aceite de oliva virgen extra (AOVE).
1 diente de ajo grande.
1 cucharadita de sal.

Para acompañar:
Jamón Serrano picado.
Huevo duro picado.


PREPARACIÓN

Aconsejo mezclar los ingredientes de uno en uno para poder conseguir la textura deseada, aunque el salmorejo ha de quedar denso, hay quien lo prefiere algo más ligero de textura.
Lavamos los tomates y los pelamos (en caso de disponer de thermomix no haría falta ya que quedaría totalmente triturada la piel y no se notaría), seguidamente los troceamos y trituramos con la batidora o robot de cocina.

En un bol aparte colocamos el pan troceado y lo cubrimos con el puré de tomate dejándolo reposar unos 10 minutos aproximadamente para que el pan se impregne y se vuelva blandito.
Pasados los 10 minutos añadiremos el ajo y trituramos bien y con paciencia hasta obtener una crema lo más fina posible.

A continuación incorporamos el aceite y la sal y de nuevo trituramos la crema.
Es importante seleccionar un buen aceite para conseguir una emulsión perfecta y un resultado bien cremoso.
Batiremos nuestro salmorejo unos minutos más para asegurarnos que estan bien triturados todos los ingredientes y hasta conseguir un bonito color anaranjado que ese es el correcto.
Ahora es el momento de probar y matizar los sabores en caso de añadirle más sal o ajo, cada paladar es distinto y se ha de adecuar al gusto personal.
La textura puede variar en función del agua del tomate, sino os gusta tan espeso el salmorejo podéis añadirle un poquito de agua, pero recordad que su textura es cremosa y no como un gazpacho.

Colocamos el bol del salmorejo en la nevera bien tapado y lo dejamos enfriar. Mientras picaremos unas tiras de jamón serrano y coceremos unos huevos que posteriormente pelaremos y picaremos finitos.
Para servir el salmorejo lo haremos en platos independientes o bien en bol, colocamos en la superficie el jamón picado y el huevo duro al gusto, yo reconozco que lo prefiero con abundancia pero eso lo dejo a vuestra elección. Finalmente regaremos cada ración con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y servimos de inmediato para que esté bien fresquito.

Bueno, espero que os guste este plato al igual que todos los demás que os propongo en mi blog, la verdad que es una receta rápida, sencilla y muy refrescante y si la hacéis con mimo y mucho cariño como yo la hago, os quedará buenísima!!!

Buen provecho!!!!!


HORCHATA DE CHUFA




Quien ha probado a hacer horchata en casa?? aún no lo habéis hecho??
Pues ahora no tenéis excusas, después de leer su sencilla forma de hacerla creo que no tardaréis demasiado en probar.
Desde hace tiempo que son bastantes las personas que me piden la receta de la horchata y aquí la tenéis!!!!
Como consejo he de recomendar comprar chufas de buena calidad, es muy importante ya que el resultado será en función de como sean las chufas. Si algunas están estropeadas, retiradlas de inmediato y escoged las buenas, al igual que hacéis con las legumbres.

Bueno, sin más preámbulos vamos a empezar a hacer nuestra horchata ya que en estos días de extremo calor apetece a cualquier hora!!!


INGREDIENTES

1 litro de agua.
200 o 250 gr. de chufas (pueden ser enteras o molidas).
80 gr. de azúcar blanco o moreno (o 70 gr. de miel).

PREPARACIÓN

Si escogemos las chufas enteras, debemos ponerlas en remojo 12 horas antes al igual que cualquier legumbre seca. Una vez pasado el tiempo las escurrimos y reservamos.
En un recipiente amplio pondremos el agua y dentro colocaremos las chufas reservadas.  Trituramos con la batidora a baja potencia y cuando haya pasado un minuto aprox. la subiremos a media/máxima potencia durante unos tres minutos más para que puedan liberar al máximo su jugo.

Ya trituradas las chufas, retiramos la batidora y tendremos preparado un recipiente o bol con buena capacidad donde iremos colando la mezcla poco a poco en un colador de trapo para poder filtrar bien la pulpa de la chufa. No probéis con un colador normal porque no obtendréis un buen filtrado.
Una vez colada toda la horchata le añadimos el azúcar y batiremos de nuevo con la batidora para asegurarnos q se mezclan bien los ingredientes.
Aconsejo no poner todo el azúcar de una vez ya que hay paladares que prefieren una horchata menos dulce, así que es mejor añadirla en dos veces y acertar en el punto de dulzor.

Una vez finalizado el proceso pondremos la horchata preferiblemente en una botella o recipiente de cristal en la nevera para que se enfríe bien.
Una opción es hacer la horchata con el agua bien fría pero de todas formas habrá que ponerla un ratito en la nevera para refrescarla un poquito más y esté en su punto perfecto.
Tened en cuenta que antes de servirla tendréis que agitar el recipiente para que se mezcle bien, siempre hace un poquito de poso, es importante hacer este paso para que la horchata esté en perfecto estado de consumo.

Un consejo muy importante es que consumáis la horchata lo antes posible ya que al no llevar conservantes se puede cortar fácilmente aunque la tengáis dentro de la nevera, así que recomiendo que sea consumida en el mismo día o como mucho al día siguiente.
Espero que os haya gustado esta riquísima y sencilla receta y que la probéis, seguro que no volvéis a comprarla.

Bon Appétit!!!

GAZPACHO ANDALUZ




Con el calor que está haciendo es aconsejable preparar platos frescos, ligeros y a la vez nutritivos...y que mejor que un buen gazpacho casero y hecho con cariño...
Hay muchas versiones de gazpacho, pero yo os traigo la receta tradicional del gazpacho andaluz, podéis modificar el matiz del resultado con un poquito más o menos de algún ingrediente, pero la finalidad es que podáis disfrutar de esta receta que a muchos de nosotros/as nos encanta y tantas veces hemos tomado en casa o incluso restaurantes.
Bueno, aquí os la dejo, espero que la disfrutéis...


INGREDIENTES

7-8 tomates maduros (1,2 kg aproximadamente).
1 pimiento verde mediano (de los alargados).
2 dientes de ajo grandes.
1 pepino mediano.
1 cebolleta tierna mediana.
250 ml. de aceite de oliva.
50 ml. de vinagre de jerez.
100 gr. de pan duro.
250 ml. de agua fría.
Sal.

Opcional:
Un pellizco de comino.
Un trocito de pimiento rojo (yo no lo aconsejo ya que el resultado es demasiado dulzón).


PREPARACIÓN

La preparación del gazpacho es de las más sencillas de la gastronomía mediterránea.
En un bol grande colocaremos todos los ingredientes troceados en la proporción indicada. Añadimos el aceite, el vinagre y el agua triturándolo todo bien fino, sea con la batidora o con la thermomix. Quien disponga de thermomix deberá colocar todos los ingredientes en el vaso y triturar a máxima velocidad durante 4 minutos para obtener la textura perfecta.

Es aconsejable pelar los tomates para no encontrarnos trocitos de piel, en el caso de la thermomix no será necesario, no se notaran ya que el resultado será muy fino.
Ahora es el momento de matizar los sabores ya que cada paladar es distinto, probaremos el gazpacho y añadiremos aquel ingrediente que consideremos que necesita realzar su sabor, también es momento de añadir la pizca de cominos si así lo hemos decidido y le damos otro golpe de batido para finalizar nuestro proyecto.
Vertemos el gazpacho en un recipiente apto para colocar en la nevera (siempre bien tapado para que no se oxide ni pierda propiedades) y lo dejaremos almenos un par de horas para que enfríe bien.

Para degustar el gazpacho en todo su explendor aconsejo hacerlo de un día para otro, de esta forma todos los ingredientes se habrán integrado perfectamente.
Cuando lo llevéis a la mesa podéis hacer unos picatostes de pan frito para decorar o bien un picadito de los ingredientes utilizados.
Un último consejo es el de no añadir hielo una vez hecho ya que el resultado será muy aguado y reduciría la intensidad del sabor.
Espero que os guste y probéis de hacerlo si es que aún no lo habéis hecho, no sólo una vez, sino muchas más ya que en verano resulta ser una receta muy apetecible.
Bon Appetit!!!!

TERRINA DE PAVO CON MORCILLA





Siempre he tenido debilidad por las terrinas saladas, mi inicio fue hace unos años con una de pimientos del piquillo, atún y queso de cabra...uuuffff que perdición, algún día os la publicaré en el blog al igual que otra de gambitas y puerros que es un pecado de los mayores!!!...pero hoy os deleito con esta receta bastante inusual y original...está buenísima!!!
La morcilla le sienta muy bien aunque la podéis suprimir si no es de vuestro agrado, pero he de decir que una vez la pruebas es dificil no repetir!!!.

Os informo que la pimienta rosa incluída en esta receta, realmente no es pimienta aunque su nombre sea tal. Esta especia es dulzona e incluso se puede comer directamente en grano sin que salgamos malparados en el intento.

Para triturar los ingredientes podéis utilizar la Thermomix pero si no dispones de ella y tenéis cualquier otro tipo de máquina o robot, no hay problema ya que se puede adaptar facilmente a la receta.


INGREDIENTES

250 gr. de panceta de cerdo fresca (sin corteza).
100 gr. de salchichas frescas (pueden ser de pollo, pavo o cerdo).
250 gr. de pechuga de pavo o pollo.
1 morcilla de cebolla de 100 gr. aprox. (se puede substituir por chorizo o bien no ponerle).
1 lata de pimiento rojo del piquillo (o morrón).
1 rebanada gruesa de pan mojada en leche y escurrida (puede ser leche vegetal).
1 huevo.
50 gr. de pan rallado.
2 cucharadas de coñac.
Sal y pimienta negra molida.
Pimienta rosa (en grano).


PREPARACIÓN

Cortamos la panceta con el cuchillo y reservamos (se cortará lo más menudo posible pero que se noten los trocitos, ya que agrada encontrarlos al cortar la terrina).
Mezclar el pan remojado en leche y escurrido con el huevo, el coñac y el pimiento del piquillo. Añadimos la carne de pavo y las salchichas en trozos y seguidamente trituramos los ingredientes mencionados con el robot que tengamos.
Volcamos la mezcla anterior en un cuenco, le añadimos la panceta reservada, la sal, la pimienta negra, el pan rallado y un puñadito de pimienta rosa.

Precalentamos el horno a 190º. Forramos un molde de plum cake alargado con papel de horno. En caso de tener un molde desmontable, también tenemos la opción de untarlo con aceite y espolvorearlo con pan rallado, esto es suficiente para que no se pegue al hornear.

Volcamos la mitad de la mezcla dentro del molde, colocaremos la morcilla encima bien estirada y seguidamente la cubriremos con el resto de la mezcla y dejaremos la superficie bien lisa y alineada con un tenedor.
Es importante presionar bien toda la terrina para que quede la mezcla bien compacta, a continuación espolvoreamos la superficie con el pan rallado ya que de esta forma evitaremos que se reseque mientras se cuece.

Horneamos al baño maría dentro del horno durante 40/45 minutos aproximadamente, como siempre os recuerdo que el tiempo será en función de cada horno, así que puede ser algo más del que os marco. Para asegurarnos que la cocción es la correcta, comprobaremos el punto con un palillo de brocheta, si al pinchar este sale totalmente seco y no observamos jugo de color rosa, estará totalmente cocido.
En los últimos 10 minutos de la cocción retiramos la terrina del baño maría, desmoldamos con mucho cuidado colocándola en una bandeja y seguidamente la pondremos sobre la parrilla del horno para que se doren bien los laterales.
Una vez fuera del horno ya doradita de forma uniforme, dejamos templar como mínimo un cuarto de hora antes de llevar a la mesa.
Podemos servirlo en frío o caliente, queda buenísimo de las dos maneras.

Este plato combina muy bien con una ensalada de brotes tiernos de lechuga variada, acompañada con unos tomatitos cherry, cebolleta tierna y unas mazorquitas. Todo bien aliñado con aceite de oliva de buena calidad y vinagre de módena...aunque otra variante muy buena es realizar una emulsión con una cucharada de miel, aceite y vinagre de módena, mezclaremos enérgicamente y regaremos por encima de la ensalada...la verdad que el toque de la miel es único.
Espero de verdad que os guste y que de alguna forma este sea el punto de partida para iniciar vuestra aventura en el mundo de las terrinas saladas.
Bon appettit!!!!















ENSALADILLA CON AGUACATE





Este plato es intemporal, no tiene estación concreta ni se considera que esté anclada en el tiempo, es un éxito asegurado en cualquier momento. Eso sí, el toque de distinción para que sea más atractiva siempre va bien, así que podemos aprovechar algún ingrediente que tengamos en nuestra nevera o bien alguno comprado con toda la intención.
En este caso le vamos a añadir aguacate que le aporta un toque fresco y bastante veraniego, ya que con el calor que estamos disfrutando estos días, no nos merecemos menos.

La receta admite lo que realmente quieras, una buena opción es añadirle a la mayonesa un poco de pimienta y yogur griego ya que le dará un toque más meloso...puedo asegurar que el resultado es buenísimo!!!

Receta para 4 personas.


INGREDIENTES

4 huevos cocidos.
2 aguacates.
Zumo de limón.
2 patatas.
2 o 3 zanahorias.
100 gr. de guisantes frescos (si estamos en temporada).
1 pimiento rojo del piquillo.
100 gr. de bonito en aceite (escurrido).
1 tomate grande o dos pequeños.
Sal.
Pimienta negra.
Aceite de oliva.
250 gr. de mayonesa casera.


PREPARACIÓN

Pelamos las patatas y las zanahorias, las lavamos bien y las cortamos en daditos pequeños. Las cocemos en una olla con agua y sal durante 8 o 10 minutos (no han de estar excesivamente cocidas ya que se podrán deshacer y no nos interesa).
Añadimos los guisantes y cocemos 5 minutos más. Seguidamente escurrimos las verduras y las dejamos enfriar. Reservamos.

Pondremos a cocer los huevos en agua y sal durante 15 minutos, los escurrimos, los pelamos y reservamos también.
Retiramos la carne de los aguacates, la cortamos en daditos pequeños y la rociamos con el zumo de limón para evitar que se oxide.
Cortamos el pimiento menudito. Pelamos los tomates y los cortamos también en daditos y reservamos.
Picamos los huevos (reservando dos yemas para el emplatado).

En un bol amplio mezclamos las hortalizas con el pimiento, los huevos picados, la mitad de los aguacates (la otra mitad la guardamos para emplatar) el tomate y el bonito desmenuzado.
Rociamos con un poquito de aceite toda la mezcla y salpimentamos al gusto.
Añadimos la mayonesa y mezclamos de nuevo.

Podemos servir nuestra ensaladilla en una bandeja adecuada o bien podemos hacerlo de forma individual y más bonita usando un aro de emplatar. Para ello pondremos el aro en el centro del plato, rellenamos con la ensaladilla y presionaremos con una cuchara para que quede bien firme. Una vez relleno el aro, lo quitaremos con cuidado para que no se desmonte.
Para decorar pondremos unos daditos de aguacate reservado sobre la ensaladilla y seguidamente rallaremos las yemas de huevo por encima.
Colocamos una ramita de perejil como último toque.

Bueno, como siempre os animo a que entréis en la cocina y le perdais el miedo...la verdad que es muy gratificante y veréis que es muy sencillo hacer platos ricos.

Bon appettit!!!




























HUMMUS





Hoy os propongo una receta muy típica de la cocina árabe, el Hummus, se trata de un puré de garbanzos que poco a poco ha ido creándonse espacio en nuestras cocinas. Un gran desconocido durante mucho tiempo, pero actualmente se suele encontrar con facilidad en restaurantes o establecimientos diversos, eso sí, nada que ver con uno bien auténtico hecho en casa.
Además, es tan sencillo de realizar que nos puede solventar una visita imprevista a la cual le podemos ofrecer de entrante...mientras, prepararemos el resto del menú. ¿Te animas con el Hummus?...venga, a la cocina!!!

Para 6 u 8 personas

INGREDIENTES

400 gr. de garbanzos cocidos.
1 cucharada de tahin (crema de sésamo, de venta en dietéticas, yo uso el natural).
2 dientes de ajo grandes.
1/3 de cucharadita de sal.
1 cucharada rasa de cominos molidos.
3 cucharadas de yogur griego (sin azúcar).
Zumo de medio limón.
Pimentón dulce de la vera.
Un chorro de aceite.
1/2 vaso de agua.

PREPARACIÓN

Enjuagamos bien los garbanzos si son de bote, sino, no es necesario.
Ponerlos en un bol amplio o en el vaso de la batidora (podemos reservar una cuchara de garbanzos para adornar, es opcional).

Añadimos el ajo picado, la sal, los cominos, el tahin, el yogur y el zumo de limón. Batimos todo con el brazo de la batidora añadiendo poco a poco el agua (la cantidad total de líquido puede ser mitad de agua y mitad de aceite). Añadiremos líquido hasta obtener una mezcla cremosa pero ha de tener cuerpo, no ha de quedar demasiado ligera.
Probaremos el hummus y si consideramos que el punto de sabor no es suficiente, es momento de añadir un poco más de lo que falte hasta adecuarlo a nuestro paladar.

Pondremos el hummus en un bol y con una cuchara presionaremos el centro mientras hacemos un movimiento circular para darle un toque bonito a nuestro plato (como se ve en la foto).
Decoramos con pimentón de la vera sobre el hummus, si hemos reservado garbanzos los colocaremos en la superficie repartidos de forma equilibrada y finalmente remataremos con un buen chorrito de aceite de oliva de calidad y listo!!!
Se suele acompañar con pan de pita, en trocitos y ligeramente tostado y caliente.
A servir y disfrutar.

Espero que os haya gustado y sobretodo que os decidáis a hacer esta receta, es muy sencilla como podéis ver.
Bon appetit!!!

ALBÓNDIGAS CON SEPIA





Esta tarde me he inspirado a hacer este plato cuando pensaba en el clásico "mar y montaña". Es una versión bastante más rápida de realizar y con un resultado delicioso...la combinación perfecta de dos sabores tan opuestos como lo son el de la tierra y el mar, eso sí, con un resultado perfecto...


La receta está adecuada para 4 personas.

INGREDIENTES

1 sepia grande o 2 medianas.
1 cebolla grande.
2 vasos de salsa de tomate casera.
1 puñado de guisantes frescos (opcional).

Para las albóndigas
200 gr. de carne de ternera picada.
200 gr. de carne de cerdo picada.
1 huevo.
2 dientes de ajo grandes.
50 gr. de miga de pan.
1 vaso de leche (puede ser vegetal).
Harina (para enharinar las albóndigas).
Agua.
Aceite de oliva.
Sal.
Pimienta.
1 bolsita de azafrán molido o azafrán en hebra (al gusto).
Perejil.

Para la picada
1 diente de ajo.
Un puñadito de avellanas.
2 o 3 rebanadas de pan (de barra).
Un chorro de vino blanco.
Aceite de oliva.
Sal.
Perejil picado.



PREPARACIÓN

Ponemos el pan a remojar con la leche y lo reservamos.
Troceamos la sepia en trozos un poquito grandes y la ponemos en una cazuela con un chorrito de aceite para dorarla. Troceamos la cebolla en trozos medianos y la añadimos a la cazuela dejándo que se poche a fuego medio con la sepia.
Una vez la cebolla está tierna, vertemos el tomate frito y un poquito de agua para que no quede demasiado espeso. Dejaremos cocer hasta que la sepia se vaya volviendo tierna.

Mientras tanto nos pondremos a hacer las albóndigas mezclando la carne de ternera y de cerdo en un bol. Salpimentamos al gusto y añadimos el perejil picado, el huevo ligeramente batido, el azafrán, la pimienta molida, la miga de pan remojada en leche y el ajo picadito.
Mezclamos bien todos los ingredientes y procederemos a darle forma a las albóndigas, que no han de ser demasiado grandes.

Rebozamos las albóndigas en harina y las freímos en una sartén con abundante aceite a fuego medio. Una vez fritas y escurridas las incorporamos a la cazuela con la salsa y las cocinamos a fuego lento unos diez minutos aproximadamente. Transcurrido el tiempo añadimos los guisantes (si hemos optado a añadirlos) y dejaremos cocer unos ocho minutos más para que se hagan perfectamente.

Para el majado freiremos los trocitos de pan en aceite bien caliente, los retiramos una vez dorados y los dejamos escurrir en papel absorvente. Freímos las avellanas y las colocamos en un mortero junto con el pan frito, el ajo, el perejil y un poquito de sal. Machacamos bien los ingredientes y finalmente verteremos un buen chorro de vino blanco.

Incorporarmos el majado a la cazuela y dejaremos que cueza unos tres o cuatro minutos para que mezclen los sabores. Taparemos bien y dejaremos reposar cinco minutos antes de servir.
También quedan perfectas si se hacen de un día para otro e incluso si queremos congelar una ración para días más tarde, cualquiera de las opciones son buenas.

Deseo que os guste mi receta, es bastante sencilla de realizar y su coste es económico...eso sí, quedareis como unos reyes o reinas si os atrevéis a hacerla...
Buen provecho!!!


















LECHE FRITA






La leche frita es un postre tradicional presente en el recetario de nuestras madres y abuelas gallegas, muy utilizado en fiestas de Semana Santa.
Recomiendo que se consuma templado y no frío ya que su textura es más suave y fina.
En cada casa se le da un toque diferente en función del cocinero/a, pero el resultado siempre es el mismo, es decir, exquisito!!!
El secreto de este postre es sin duda su sencillez y el hecho de utilizar ingredientes de primera calidad le da el toque estrella por exceléncia.


INGREDIENTES

Para hacer la leche frita:

400 ml. de leche entera.
35 gr. de harina de Maizena.
80 gr. de azúcar.
La cáscara de un limón.
Un palo de canela.

Para el rebozado:

Harina.
Huevo batido.
Azúcar.
Canela en polvo.


PREPARACIÓN

Hay dos trucos para que nuestra receta salga exquisita.
En primer lugar hay que preparar la leche con mucho sabor, muy aromatizada y para poder conseguirlo hemos de infusionar el azúcar con el palo de canela y 300 ml. de leche.
Cuando comienze a hervir, apagamos el fuego (y damos paso al primer truco para conseguir un sabor concentrado) tapamos el recipiente, dejándolo reposar de 15 a 20 minutos.

Trascurrido el tiempo colamos la leche infusionada y la reservamos.
Seguidamente en los 100 ml. restantes de leche (que habremos dejado en la nevera para que se mantenga bien fría) disolvemos la harina de Maizena asegurándonos de no dejar ningún grumo.
Vertemos la mezcla sobre la leche infusionada, colocamos el recipiente en el fuego y removemos bien todos los ingredientes hasta que estén bien integrados.

Pondremos de nuevo al fuego el recipiente, hemos de tener presente que la temperatura ha de ser muy suave para evitar que se espese la mezcla demasiado deprisa.
El segundo truco es el siguiente, el hecho de cocinar la mezcla a fuego muy suave sin dejar de remover, hará que consigamos que la harina se cocine bien y obtenga mejor sabor.
También evitaremos que se agarre la crema en el recipiente, arruinándonos el sabor. Transcurridos unos 20 minutos de cocción, nuestra mezcla estará en su punto (si observamos algún grumito podremos pasarle la batidora para poder afinarla).

Volcamos la crema en un recipiente rectangular y un poco alto, cubriendo con film transparente y asegurando que este queda en contacto con la superficie para evitar que genere "costra". (Es conveniente que no sea muy largo el recipiente para asegurarnos a la hora de cortar la masa que nos queden porciones un poquito gruesas)

A continuación colocamos la crema en la nevera y la dejaremos enfriar durante 4 horas o bien es preferible dejarlo de un día para otro.
Una vez fría la masa, la cortamos con un cuchillo en porciones cuadradas o rectangulares (podemos mojar con agua la hoja del cuchillo para que deslize mejor a la hora de hacer el corte).
Pasamos las porciones de masa por harina, huevo batido y seguidamente las freiremos en una sartén con aceite abundante y bien caliente. A medida que vayamos retirando las porciones de la sartén, las depositaremos sobre papel absorvente para eliminar el exceso de aceite y una vez templadas las rebozamos en azúcar y espolvoreamos con canela.

Espero que os guste, buen provecho!!!














BUÑUELOS DE SEMANA SANTA





Creo que mi amiga la báscula y yo no nos vamos a ver en unos cuantos días...hoy no ha habido freno, comida familiar típica de estas fechas con las recetas de mi madre que tanto añoras a lo largo del año y que cuando llega el día no puedes parar de comer...esos garbanzos con bacalao, ese delicioso arroz con leche y canela, uuummm...y llego yo para rematar con unos buñuelos tiernos como la espuma a los que nadie se ha podido resistir, en fin, un atracón del cual he salido pensando en no querer comer el resto del año...
Pese a todo he tenido la fuerza suficiente para compartir con vosotros estos trocitos de cielo que se dejan comer solitos!!!
Podéis optar por añadir anís, pero os puedo asegurar que sin él estan tremendos!!!


INGREDIENTES

300 gr. de calabaza con piel y sin semillas.
125 gr. de harina.
1/2 cucharada de levadura Royal.
2 claras de huevo.
2 yemas de huevo.
Ralladura de medio limón.
1 cucharada colmada de azúcar moreno.
100 ml. de agua.
Una pizca de sal.
Aceite de oliva para freír.
Azúcar y canela para rebozar.
(opcional, 4 cucharadas de anís dulce).


PREPARACIÓN

En primer lugar y con unas horas de antelación, asaremos la calabaza en el horno a 180 grados hasta que esté bien blandita. Una vez hecha la retiramos del horno y la dejamos enfriar.
Si no tenéis tiempo para asar la calabaza en el horno, la podréis preparar en 12 minutos aprox. al microondas a 800 W, tapada y cuando esté blandita se saca y se deja enfriar un poco. Quitaremos la piel y chafaremos la carne. Es importante dejar escurrir la pulpa de la calabaza en un escurridor para que pierda la máxima cantidad de agua mientras se va preparando el siguiente paso.

En un recipiente tamizamos la harina con la levadura, haremos un hueco en el centro y pondremos las yemas, el azúcar y la ralladura de limón. Mezclamos bien los ingredientes con una espátula y seguidamente se añade el agua, removemos bien y reservamos la mezcla.

En otro recipiente montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal, ayudándonos con unas varillas eléctricas.
Añadimos la carne de la calabaza (y el anís, si habéis optado añadirlo) al recipiente de la harina y mezclamos bien con ayuda de las varillas, seguidamente volcamos las claras montadas con ayuda de una espátula y realizando movimientos envolventes para evitar que se bajen e integraremos bien todos los ingredientes. Reservamos.

Ponemos una sartén con aceite abundante al fuego y cuando esté bien caliente añadiremos cucharadas de masa, con mimo y delicadamente para que nuestros buñuelos salgan redonditos.
Freímos a fuego medio-alto durante unos minutos hasta que estén doraditos.
Los iremos retirando de la sartén y los colocaremos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez estén todos los buñuelos fritos y escurridos, los pasaremos por un bol con azúcar y después los espolvoreamos con canela, colocándolos finalmente en la bandeja que los vayamos a servir.

Lo importante es no comerlos en caliente, pero yo no pude evitarlo jejejejeje...os recomiendo muchísimo que los preparéis. Estos buñuelos sin anís son muy apropiados para las fechas del Día de Todos los Santos y con anís en cualquier momento... así que os podréis dar un homenaje dos veces al año como mínimo con muy buena excusa!!!
Buen Provecho!!!

PATATAS A LA SUIZA O "ROSTI"




Esta receta originaria de suiza, es excelente para combatir los fríos y duros días de invierno. También es conocida como "rosti", un antiguo desayuno consistente para los granjeros de la zona y actualmente se ha convertido en una de sus recetas más tradicionales.

El elemento común del "rosti" son las patatas raspadas y suavizadas con mantequilla, pero dependiendo de las preferencias regionales se han añadido otros ingredientes como el jamón, queso, ajo, manzanas, hierbas o vegetales frescos (se deberían añadir cuando alternemos las capas de queso, y patata, es una forma de darle un toque de distinción sin necesidad de variar en exceso la receta original).
Lejos ya de las frías y nevadas montañas centro europeas, os voy a presentar esta receta que es muy versátil, la podréis acompañar con carnes, pescados e incluso sola con un buen vino blanco de matiz afrutado.


INGREDIENTES

1 kilo de patatas.
250 gr. de queso Gruyere rallado.
4 huevos.
1/2 litro de crema agria o nata líquida (se puede usar vegetal de soja o cualquier otra).
Mantequilla o Aceite
Pimienta.
Sal.

PREPARACIÓN

Pelamos las patatas (en la receta original son ralladas gruesas) y las cortamos en rodajas finas.
Freímos las patatas en el aceite (en mantequilla en la receta original) a fuego medio y cuando estén bien doradas las sacamos a un plato con papel absorbente. Reservamos.

En un bol ponemos los huevos con la leche agria (o nata líquida) la sal y pimienta, lo batiremos bien con la batidora y reservamos.
En una fuente de horno alternamos una capa de patatas y otra de queso rallado, así hasta acabar los dos ingredientes pero finalizando con una capa de patatas.
Cubriremos la fuente con la mezcla de huevos y nata reservada, la verteremos encima de las patatas y seguidamente la colocaremos dentro del horno a media altura, con calor arriba y abajo.
Dejaremos hornear durante 40 minutos aproximadamente (hemos de asegurarnos que el huevo está bien cuajado).
La superficie de patatas ha de estar bien doradita, sino es así podremos poner un poquito el grill a modo fuerte y tostar a nuestro gusto.
Una vez horneado retiramos y dejamos templar unos 5-6 minutos aproximadamente antes de servir.

Espero que os haya gustado, como podéis comprobar no tiene demasiada complicación, además que podréis poner en marcha vuestra imaginación y variarla al gusto con las opciones que os he dado al inicio de la receta.

Buen provecho!!!



TARTA DE TIRAMISÚ






Este fin de semana hemos celebrado en família el cumpleaños de mi padre, la verdad que no me decidía por una tarta concreta, pero finalmente me he decantado por esta que os presento hoy, ya que la tenía en mi lista de recetas pendientes...además resulta bastante rápida de hacer y si no tenéis demasiado tiempo, es perfecta!!!
Para mi ha sido una gran satisfacción ya que mi familia no es demasiado golosa y os puedo asegurar que la tarta voló entera!!! Mis padres repitiéndo, no me lo podía creer!!!
Así que no creo que haya de añadir nada más para que os podáis hacer a la idea del triunfo que he tenido...un bizcocho tierno y esponjoso que se derrite en la boca con el toque suave y ligero a café y avellana...rematando la explosión de sabores con el sutil aroma de cacao que la cubre...os atrevéis??


Esta tarta tiene la opción de hacerse en brazo de gitano (realizando la forma de hacerlo como en la receta del "Tronco de Navidad" de este blog pero adaptando las medidas e ingredientes de esta receta) o bien en tarta haciéndo la base de bizcocho tradicional con el toque de chocolate que os explicaré seguidamente.
He optado por un molde de 22 cm. de diámetro.


INGREDIENTES

Bizcocho
-5 huevos.
-100 gr. de azúcar (yo he utilizado azúcar moreno).
-Una pizca de sal.
-25 gr. de mantequilla fundida.
-1 cucharadita de postre de miel.
-1 cucharadita de postre de vainilla líquida o azúcar avainillado.
-100 gr. de harina.
-25 gr. de cacao en polvo, tipo la taza.
-1 sobre de levadura tipo Royal.

Relleno
-3 láminas de gelatina o 1/2 sobre de gelatina neutra en polvo.
-250 gr. de nata para montar (ha de estar bien fría y a ser posible de 35,1% M.G.).
-250 gr. de queso mascarpone.
-50 gr. de leche (yo he puesto leche vegetal).
-100 gr. de azúcar.
-cacao puro para espolvorear.

(Si os gusta bastante cantidad de crema para el relleno, podéis doblar las medidas).

Almíbar
-100 gr. de agua.
-75 gr. de azúcar.
-5 gr. de nescafé soluble (1 cucharada sopera).
-50 gr. de licor de avellana (con o sin alcohol) yo he utilizado "Frangelico".


PREPARACIÓN

Bizcocho
Precalentamos el horno a 180º.
Blanqueamos los huevos con el azúcar y la pizca de sal con las varillas hasta que estén espumosos y doblen su volumen.
Añadimos la mantequilla fundida pero templada, la miel, la vainilla, el cacao, la harina y la levadura (estos tres últimos ingredientes tamizados) mezclamos todo con las varillas hasta que no queden grumos y a velocidad media.
Engrasamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina, seguidamente verteremos la mezcla en él.
El bizcocho se tendrá que hornear unos 30 minutos aprox. pero como siempre os comento, cada horno es un mundo y lo tendréis que adaptar a él, así que a los 25 minutos ya podéis empezar a controlarlo un poquito.
Una vez cocido el bizcocho lo sacaremos del horno y pasados 10 minutos lo desmoldamos con cuidado y lo dejaremos enfriar sobre una rejilla.

Relleno
En un recipiente con agua fría, pondremos a remojar las hojas de gelatina.
Montamos la nata con las varillas y añadimos el mascarpone mezclándolo unos dos o tres minutos más y reservamos.
Calentamos la leche con el azúcar y seguidamente fuera del fuego añadimos la gelatina remojada y escurrida (que ha de estar blandita) removiéndola bien para que se diluya y dejamos templar.
Una vez templada la gelatina con la leche, la añadiremos a la nata con mascarpone reservada y la mezclaremos con las varillas un par de minutos más.
Taparemos el bol con un film transparente almenos 2 horas para que enfríe bien la crema y tome cuerpo. También se puede hacer de un día para otro.

Almíbar
En un cazo pondremos el agua con el azúcar, el café y el licor de avellana dejándo que de un hervor, lo retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Montaje de la tarta
Una vez se ha enfriado el bizcocho lo cortaremos en dos o tres planchas (opcional) con un cuchillo largo dentado o bien con una lira de reposteria (esta opción es la más acertada para realizar un corte limpio y no romper el bizcocho).
Con una espátula de silicona pincelamos las planchas con el almíbar repartiéndolo bien. Rellenamos la tarta con la crema de mascarpone y se puede finalizar la última capa con bizcocho solamente o bien con crema, seguidamente espolvoreamos sobre la tarta con el cacao en polvo de forma generosa. Aconsejo que se utilice un colador y con ligeros golpecitos espolvorear el cacao, de esta forma quedará muy uniforme en toda la superfície.
Servir bien frío.

Esta tarta al no llevar huevo en la crema puede durar varios días en la nevera sin que se deteriore y para algún atrevido también se puede congelar, pero esta opción yo no la contemplo ya que no hay nada más sabroso que una tarta recién hecha.
Espero que os haya gustado, estoy segura que triunfaréis al igual que lo he hecho yo...

Buen provecho!!!



















MUG CAKE DE CHOCOLATE




El Mug Cake es un bizchocho que se prepara dentro de una taza y se cuece en dos minutos al microondas, es la última moda y está generando sensación!!!
Este bizcochito tiene un requisito indispensable, comérselo antes de que se enfríe por completo...

Esta receta es la medida adecuada para una taza de 250 ml, es una ración muy generosa para una merienda, así que los más golosos os podréis dar un buen homenaje!!! pero si no lo sois tanto, podéis repartir la cantidad en dos tacitas de te de 125 ml. cada una.
Esta receta es apta para celíacos porque lleva harina de maíz.



INGREDIENTES

1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla.
4 onzas de chocolate de cobertura (yo he utilizado el de Nestle Postres).
1 huevo.
1 y 1/2 cucharadas de Maizena (o 1 de Maizena y 1 de almendra molida).
2 cucharadas soperas de azúcar moreno o blanco.
1/2 cucharadita de levadura Royal.
1 cucharada sopera de agua o de zumo de naranja.


PREPARACIÓN

En un bol adecuado para microondas pondremos el aceite (o mantequilla) con el chocolate troceado, calentaremos durante medio minuto y sacaremos del  microondas. Removeremos con un tenedor hasta que esté bien derretido el chocolate. Si fuese preciso calentarlo un poco más, lo haremos 10 segundos vigilando que no se nos queme el chocolate.

Seguidamente agregaremos el azúcar y lo mezclaremos bien con el tenedor. A continuación añadiremos el huevo y el agua o zumo de naranja y batiremos con energía para integrar bien los ingredientes.
Incorporamos la harina (o la harina con la almendra molida) la levadura Royal y de nuevo mezclaremos bien con el tenedor.

Pondremos la mezcla en una taza de una capacidad de 250 ml. o dos de 125 ml, con cuidado de no manchar los bordes, si es así los limpiaremos antes de hornear.
Nos aseguraremos que no llenamos la taza hasta el borde, han de quedar unos cuatros dedos aproximadamente de margen ya que subirá más tarde nuestro mug cake y se podría desbordar de la taza.

Colocamos la taza en el plato del microondas, pero no en el centro sino en el borde del plato.
Seleccionamos 800W de potencia y cocinaremos durante 1 minuto.
Abrimos el microondas y giramos la taza 180 grados pero dejándolo en el mismo lugar y lo bajaremos a 600W de potencia y cocinamos un minuto más. El hecho de girar la taza es para que pueda subir de forma equilibrada por todos los lados de la taza y no nos quede torcido el mug cake.

Sacamos la taza del microondas y dejamos reposar unos dos minutos para que se temple un poquito, lo podemos decorar con azúcar glas y servimos en seguida ya que se come templadito con una cucharilla.

Espero que os guste esta nueva modalidad de bizcochito, apetecible a cualquier hora por su sencillez y sobretodo rapidez.
Buen provecho!!!




















BIZCOCHO DE NATA



Os presento una sencilla receta de bizcocho de nata, sí, de nata pero no relleno de ella, sino como ingrediente principal en su preparación.
Este es un delicioso bizcocho ideal para desayunar, con un toque muy aromático a limón y una textura firme y a la vez esponjosa. Podéis variar la ralladura de limón por cualquier otro cítrico que os guste más, sea naranja, mandarina, pomelo...es una forma divertida de variar la receta sin modificar su eséncia. 
Como siempre, os animo a probar...será un éxito asegurado!!!

La receta está adaptada para un molde redondo desmontable de 20 cm. de diámetro.

INGREDIENTES

200 gr. de nata para montar (yo he usado la de 35% materia grasa).
200 gr. de azúcar.
3 huevos.
Ralladura de un limón.
250 gr. de harina tamizada.
12 gr. de levadura en polvo (Royal).
Una pizca de sal.
Azúcar glas para adornar.


PREPARACIÓN 

Precalentamos el horno a 170 grados con calor arriba y abajo.
Engrasamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina, eliminando la sobrante con suaves golpecitos.

Separar las yemas de las claras y reservar estas últimas en un cuenco aparte.
Pondremos la nata y el azúcar en un recipiente y batiremos unos 5 minutos con las varillas hasta obtener una crema suave, no habrá que montarla. 
Sin dejar de batir echaremos en el cuenco las yemas y la ralladura de limón, batiendo sin parar unos 3 o 4 minutos más.

Añadimos la harina tamizada con la levadura en polvo y batiremos tan solo hasta que estén todos los ingredientes bien mezclados (es importante que la harina esté tamizada ya que dará más esponjosidad 
al bizcocho) y reservamos.
Añadimos una pizca de sal a las claras y las montaremos a punto de nieve hasta que estén bien firmes.
Incorporamos las claras a punto de nieve a la masa que tenemos reservada y terminaremos de mezclar con una espátula realizando movimientos envolventes hasta conseguir una masa esponjosa.

Vertemos la masa en el molde y hornearmos unos 35 o 40 minutos (aunque lo mejor es comprobarlo pinchando el bizcocho con un palillo, si este sale limpio estará en su punto, de lo contrario habrá que dejarlo cocer un poquito más revisándolo cada dos o tres minutos). Hago mención sobre el tiempo de cocción porque cada horno es un mundo y tendremos que adaptar la cocción a él.
Una vez cocido sacaremos el bizcocho a una rejilla y en cuanto se temple desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glas, ayudándonos de un colador ya que de esta forma quedará uniforme por toda la superficie.

Nota: No habras el horno dentro de los primeros 25 minutos ya que corre el peligro de poderse hundir.
Espero que os guste...buen provecho!!!