CREMA DE MARISCO



                           



Esta última temporada he tenido bastante debilidad con las cremas, por su sencillez, diversidad, porque apetecen en cualquier momento y además son muy sencillas de realizar. Pues bien, de nuevo con otra crema pero esta vez vamos a darle un toque de distinción ya que estamos en las puertas de la Navidad. Prepararemos una crema de marisco, muy fácil de hacer y con pocos ingredientes, la verdad sea dicha, a veces pensamos que trabajar con marisco puede ser muy entretenido y no siempre es así, en este caso veréis que de complicado no tiene nada y que ofreceréis un primer plato estupendo y festivo a vuestros invitados.

También podéis variar el marisco a vuestra elección, si os apetece aportar alguno más pues genial y no es necesario que sea fresco si el precio se incrementa demasiado en vuestra cesta de la compra, yo lo he preparado con marisco congelado y puedo garantizar que el resultado es fabuloso.



INGREDIENTES (Para 4 personas)

200 gr. de gambas rojas.
200 gr. de langostinos.
200 gr. de cigalas.
100 gr. de galeras.
2 puerros.
2 tomates maduros.
2 patatas.
100 ml. de nata líquida (opcional)
4 cucharadas de aceite de oliva.
Un chorrito de coñac.
1 litro de caldo de pescado.
Sal.
Pimienta blanca.


PREPARACIÓN

Se lavan los puerros y los cortamos en rodajas. Pelamos las patatas y las cortamos en trocitos y hacemos lo mismo con los tomates. Reservamos las hortalizas.
Separamos las cabezas de los mariscos y pelamos los cuerpos (exceptuando las galeras que no hará falta, tan solo aportarán sabor cuando las pongamos a hervir).

En una cazuela con aceite de oliva freímos las colas de los mariscos un minuto y reservamos, a continuación confitamos las cabezas y los caparazones a fuego lento unos 5 minutos y entonces guardamos un poquito del aceite para la decoración final. Seguidamente se añaden los tomates y lo rehogamos unos minutos. Regamos con el coñac y dejamos evaporar.

Añadimos el caldo de pescado y dejamos hervir unos 20 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, retiramos del fuego y trituramos bien con la batidora. Pasamos todo por el colador chino, presionando bien con el mazo para extraer el jugo de las cabezas y ponemos de nuevo a hervir el caldo añadiendo las patatas y los puerros. Pasados 20 minutos retiramos del fuego nuevamente y añadimos la nata líquida (si optamos por ella) triturándolo todo con la batidora.
Salpimentamos y daremos un último hervor para mezclar bien los sabores.

A la hora de servir la crema, lo haremos en platos hondos decorando con las colas de gambas sobre ella y con un chorrito o puntitos de aceite reservado para darle un toque singular.
Espero que os guste, que os haya resultado sencilla su elaboración y que podáis disfrutar de la receta esta Navidad.
Felices Fiestas!!!!

Buen Provecho!!!!


























QUICHE DE BACALAO Y PUERROS







Mi pasión por las tartas saladas no tiene límite, se pueden hacer servir como aperitivo o plato principal, son muy versátiles y aceptan tantas variedades como imaginación le podáis poner, sea en versión dulce o salada.

Hoy os quiero dedicar una Quiche con masa quebrada totalmente casera, si si, con masa casera incluida. No tiene nada que ver con las del supermercado aunque sean las de pasta fresca, probad y veréis lo fácil que es de hacer, la podéis preparar el día anterior y conservarla en la nevera hasta la hora de hacerla, entonces será cuestión de sacar la masa, estirarla con el rodillo, forrar el molde y hornear 10 minutos previamente antes de rellenarla con lo que más os guste (en este caso con bacalao) veréis el éxito que tenéis en casa, además de ser muy sencilla de elaborar y deliciosa.

El tipo de molde puede ser redondo o rectangular. Yo me he decantado por la segunda opción y en cuanto a marcas yo he usado la de "Kitchen Craft Master Class" que lo he encontrado en Amazon. El material es bueno, resistente y ajustado de precio, pero si optáis por cualquier otra marca os recomiendo que tenga la base desmontable porque será mucho más práctico (aunque no indispensable).
El molde que veréis en la foto es de 36 x 13 cm. Para acceder a la página haz clic AQUÍ.
Vamos a por la receta sin más rodeos!!!


INGREDIENTES (PARA DOS MOLDES DE TARTA RECTANGULAR)

Para la Masa Quebrada:
220 gr. de mantequilla sin sal.
390 gr. de harina normal.
1 cucharadita de sal.
50 ml. de agua bien fría.

Para el relleno:
200 gr. de cebolla cortada en juliana.
300 gr. de puerro cortado en rodajas finas.
2 dientes grandes de ajo.
400 gr. de bacalao desalado y desmigado.
80 ml. de vino blanco.
Aceite de oliva.
1 nuez de mantequilla.
Sal y pimienta.
3 huevos "L".
200 ml. de nata de cocinar (15-18 % MG)

PREPARACIÓN

Comenzamos desalando el bacalao, aconsejo que sean trozos de lomo ya que cuanto mejor sea la calidad, más buena saldrá nuestra tarta. Los tendremos unas 48 horas en agua cambiándola dos o tres veces al día y manteniendolos en la nevera, seguidamente desmigamos el bacalao asegurándonos que no tengan ninguna espina y reservamos. Otra opción es comprar el bacalao desalado en algún lugar de confianza y comprobar que el punto de sal es el adecuado.

Vamos a elaborar la masa quebrada, que podréis comprobar lo sencilla que es. En un bol grande tamizamos la harina y añadimos el azúcar y la sal, seguidamente rallamos la mantequilla bien fría con un rallador de agujero grande y una vez rallada comenzaremos a mezclar los ingredientes con las manos hasta conseguir una textura como de migas, pero que no queden grumos grandes, tardaremos unos minutos. Una vez obtenido este punto vamos añadiendo el agua fría con una mano y amasando con la otra. Con paciencia iremos integrando bien el agua a la masa hasta obtener una bola lisa y fina. Daremos la forma redonda a la masa si la vamos a hornear en un molde redondo, pero si va a ser en uno rectangular le daremos forma cilíndrica. Envolvemos la masa en un film transparente y lo dejaremos un par de horas en la nevera antes de utilizar o bien lo dejamos toda la noche si la vamos a utilizar al día siguiente.

Precalentamos el horno a 180º arriba y abajo.
En una sarten o cazuela ponemos el aceite y la nuez de mantequilla y rehogamos la cebolla y el puerro a fuego medio durante unos  10 o 12 minutos. Añadimos el ajo y pasados un par de minutos más vertemos el vino subiendo el fuego para que se evapore el alcohol. A continuación añadimos el bacalao desmigado y rehogamos hasta que veamos que está hecho.
Salpimentamos y reservamos fuera del fuego.

En un bol aparte batimos los huevos y añadimos la nata, una pizca de sal y pimienta.
Sacamos la masa de la nevera y la cortamos en dos (ya que es la medida para dos moldes) la pondremos sobre un papel de horno y cubrimos con otro papel y con la ayuda de un rodillo estiramos la masa apretando suavemente hasta dejarla de un grosor de medio centímetro aprox. (no ha de ser gruesa pero tampoco demasiado fina, ya que ha de soportar el peso del relleno y sobretodo no romperse a la hora de manipular en el molde).
Si la masa la utilizamos al día siguiente, la sacaremos unos 15 minutos antes de estirar para que no esté excesivamente fría.

Una vez estirada la masa la enrollamos sobre el rodillo y trasladamos hasta el molde, entonces desenrollamos sobre él y vamos colocando la masa, apretando suavemente sobre el fondo y las paredes. Recortamos los bordes de masa sobrante con un cuchillo o pasando simplemente el rodillo por encima del molde y quedará seccionada.
Importante no engrasar el molde en ningún caso, ya que la masa lleva mantequilla suficiente como para no engancharse.
Pinchamos con un tenedor la masa y cubrimos con papel de aluminio fondo y paredes presionando para darle la forma del molde. Colocamos sobre el papel de aluminio una capa de garbanzos secos para que hagan de peso y evitar que suba la masa y horneamos de 10 a 12 minutos o hasta que veamos la masa seca.

Con la otra mitad de la masa haríamos exactamente lo mismo, estirar con el rodillo, hornear con el peso y una vez fuera del horno quitamos el papel con los garbanzos y reservamos.
En caso de querer solamente una Quiche podéis estirar un trozo de masa y reservar la otra parte de ella con un film transparente en el congelador para otro día, entonces si que os recomiendo hacer solo la mitad del relleno en este caso.

Rellenamos la tarta con el sofrito de bacalao y puerro repartiendo muy bien los ingredientes y evitando añadir el jugo que haya podido quedar en la sarten. Seguidamente vertemos la mezcla de huevos y nata colocando la mezcla de forma homogénea para que quede bien repartido.
Horneamos durante 25-30 minutos o hasta que veamos que el relleno está bien cuajado y algo doradito (sin excedernos).
Sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos antes de servir en la mesa. Si el molde es desmontable lo podemos sacar con cuidado con la ayuda de una espátula adecuada en una bandeja y ya estará nuestra deliciosa y suculenta Quiche de Bacalao con Puerros.

Espero que os guste y que seáis los reyes y reinas de casa para vuestros comensales, seguro que los conquistareis.
Buen provecho!!!!











































CREMA DE CALABACÍN Y GUISANTES






De nuevo aquí con otra de mis cremas, este otoño me ha dado por ellas más que nunca...pero que puedo decir, son ricas, nutritivas, sencillas y se agradecen mucho con el frío.
El clásico calabacín del cual poco os puedo contar que no sepáis ya, es muy versátil y para muestra un botón, agradecido por la multitud de variantes que acepta, tanto en cremas, sofritos, salsas, quiches, etc...
Pues una de sus posibilidades os la dejo aquí, que seguro que todos los de casa agradecerán, la podéis consumir recién hecha o de un día para otro si es que no ha volado en un solo día.
Sin más preámbulos empezamos a hacer esta deliciosa cremita con guisantes, he de decir que me ha inspirado una bloguera a la cual sigo desde hace tiempo (Su) y en honor a ella he decidido hacer la receta de hoy...vamos allá!!!



INGREDIENTES

1 kg. de calabacines.
250 gr. de guisantes congelados (en plena temporada podemos hacerlo con frescos que están mucho más buenos).
1 puerro.
1/2 cebolla grande.
1 zanahoria mediana.
1 patata.
6 cucharadas de aceite de oliva.
Sal.
Agua o caldo de verduras.

Para decorar

Berberechos al natural.
Picatostes.
Aceite.


PREPARACIÓN

Lavamos y pelamos las verduras a excepción de los calabacines, los troceamos en daditos medianos y reservamos.
En una olla ponemos el aceite a calentar e iremos añadiendo las verduras por turnos para rehogarlas. Comenzaremos con el puerro y la zanahoria, daremos unas vueltas durante un par de minutos con la cuchara de  madera y añadimos la patata, los calabacines y la cebolla, siguiendo el mismo proceso anterior, rehogamos bien durante un par de minutos a fuego medio con cuidado que no se quemen. Por último echaremos los guisantes congelados, que no será necesario descongelarlos, sazonamos y daremos unas vueltas más.

Llegado este momento añadimos el agua o caldo de verduras (que tengamos guardado en la nevera o congelador) con mucho cuidado de no superar el nivel de los ingredientes de la olla, es más acertado que quede un centímetro aprox. por debajo ya que el calabacín tiene mucha agua y quedaría excesivamente caldoso.
De todas formas no os preocupéis, ya que retiraremos un poco de líquido de la cocción antes de triturar y si es necesario añadirlo más tarde lo haremos.
Llevar a ebullición a fuego medio y dejar una media hora más o menos de cocción hasta que estén tiernas todas las verduritas. Comprobaremos si lo están y si fuese necesario dejarlo un poco más pues lo haremos hasta que estén en su punto ideal.

Retirad de fuego y con un cucharón extraemos un poco de caldo y lo reservamos, mejor curarnos en salud como he comentado anteriormente.
Pasaremos la mezcla por el pasapurés para obtener una crema bien fina. También tenéis la opción de hacerlo con la batidora si disponéis de poco tiempo. Pero las dos opciones son válidas.
Probamos y rectificamos de sal si es necesario. En caso de que haya quedado muy espesa, es momento de añadir un poquito de caldo de la cocción reservado hasta dejarla con la densidad justa acorde a nuestro gusto.

Opcionalmente se le puede añadir unas gotitas de limón a la crema para acentuar su sabor, yo por norma no suelo hacerlo ya que me gusta así, tal cual, que está muy rica.
Para decorar tenéis la posibilidad de comprar los berberechos frescos y abrirlos al vapor, habiéndolos dejado previamente en remojo con agua y sal para eliminar la arenilla, o bien podéis recurrir al método práctico y utilizar unos de conserva que sean algo gorditos.
Los insertamos en una brocheta bonita (pueden ser de madera como la que he utilizado o bien hay unas muy cucas de bambú de venta en tiendas de menaje o incluso en la página de Amazon las podéis encontrar).
Freímos unos daditos de pan hasta dorarlos bien y los escurrimos en una servilleta de papel para eliminar el exceso de aceite y reservamos. También tenéis aquí la opción de comprarlos en bolsitas en el super y será un paso menos en caso de poco tiempo.

Montaremos el plato o bien un bol adecuado con la crema y seguidamente decoramos con unas gotitas de aceite de oliva por encima, añadimos los picatostes y por último las brochetas de berberechos.
Comprobareis que es un plato muy sencillo de realizar y muy gratificante en la mesa.
Espero que os guste y sobretodo a vuestros comensales.

Buen provecho!!!!

































CREMA DE CALABAZA CON ESPECIAS Y PARMESANO



Nos encontramos en plena época de calabazas, setas, castañas y de otros muchos productos de temporada otoñal. Hoy os traigo una rica crema de calabaza pero con un matiz de especias, aportándole un toque de distinción de todas aquellas que hayáis podido probar hasta ahora.


La receta es de lo más sencillo de preparar, es super ligera y casi no tiene grasas ya que no se utiliza nata (tan solo un poquito de queso parmesano, pero siempre es opcional). 
Es más, si tienes que reducir calorías puedes incluso suprimir el paso de rehogar las verduras para hacer una crema de calabaza light a más no poder. ¿Te animas? Pues a la cocina que está muy rica!!!



INGREDIENTES

1 kg. de calabaza pelada.
1 puerro (100 gr.)
1 zanahoria (100 gr.)
1 patata grande (200 gr.)
1 cebolla (150 gr.).
2 dientes de ajo grandes.
1/2 litro de caldo de pollo o vegetal.
Aceite.
1 cucharada de miel.
1 cucharada de jengibre fresco (o en su defecto 1/2 cucharadita de jengibre en polvo).
1/4 de cucharadita de nuez moscada en polvo.
1/2 cucharadita de comino molido.
1/2 cucharadita de canela molida.
1/2 cucharadita de pimienta molida.
Parmesano rallado.
Sal.


PREPARACIÓN

En una cazuela amplia ponemos un generoso chorro de aceite de oliva que suelen ser entre 3 o 4 cucharadas. Calentamos el aceite y en él rehogamos las verduras troceadas en daditos pequeños, pero sin excedernos, no es necesario y el jengibre solo si es fresco (si usamos el molido, lo haremos más tarde) le daremos unas vueltas con la cuchara de palo de vez en cuando hasta que las veamos un poco blanditas, más o menos unos 10 minutos.

Es momento de añadir las especias, rehogando nuevamente durante un minuto aprox. Cubrimos con el caldo y dejamos hervir a fuego medio hasta que estén totalmente tiernas.
Le añadimos la miel y mezclamos bien con la cuchara de palo hasta que quede bien integrada, cosa que resultará fácil, ya que con el calor la miel se diluirá rápidamente. Con sumo cuidado trituramos con la batidora, podemos hacerlo en la misma cazuela o en un bol aparte, eso si, con mucho cuidado ya que estará muy caliente y hemos de evitar accidentes por quemaduras.

Una vez la crema está triturada y bien fina es momento de probar y rectificar de sal o de especias si consideramos que alguna de ellas ha de destacar un poquito más, es un toque muy personal y cada cual lo ha de adecuar a su paladar o al de sus comensales.

Por último solo nos queda servir en los platos y darle el toque estrella, que es opcional, el del parmesano rallado. A mi me encanta este queso, pero he de decir que su sabor es tan intenso que puede resaltar un poquito por encima del sabor de la crema y sus especias, así que mi consejo es que seáis prudentes y pongáis poquito, o bien un día podéis probar con parmesano y otro día sin él, así podréis decidir cual es vuestra opción preferida.
En el caso de personas con dietas adelgazantes, suprimid el queso y desde luego que disfrutareis del sabor de la crema tal cual, que es por si sola ya es de 10!!!!

Espero que os haya gustado esta receta y disfrutéis de ella, muy pronto os traeré nuevas cremas para que podáis variar tanto como imaginar, ya que el invierno es largo y ni tan siquiera acaba de empezar.

Buen Provecho!!!




















"MADELEINES" CON AGUA DE AZAHAR





                                       

Estas pequeñas delicias que os traigo hoy tienen demasiado peligro, son suaves, esponjosas, de tamaño pequeñito para podernos excusar y repetir tantas veces como queramos...insisto, un peligro!!!! que acompañadas con café, te o solitas son deliciosas.

Veréis que tienen una bonita forma de concha, con un estilo antiguo que a mi me ha conquistado y que a día de hoy se ha podido recuperar gracias a unos moldes que podréis encontrar tanto en formato metálico como en silicona. Yo me decanto por el modelo metálico, aunque no abundan tanto como los de silicona, así que os facilito el link para poderlos conseguir sin problema. Se trata de la muy conocida página de Amazon.
Para acceder haz clic AQUÍ.



Aconsejo comprar dos bandejas ya que podréis hornear 24 "madeleines" en cada hornada, rentabilizando el consumo de luz y tiempo.

Despúes de la presentación, vamos allá y veréis que sencillas son de hacer, mucho más que las tradicionales madalenas con su papel rizado.



INGREDIENTES

240 gr. de harina blanca de repostería.
2 cucharaditas de levadura en polvo (Royal)
4 huevos.
240 gr. de azúcar blanca (yo he hecho servir azúcar de caña ecológica, tiene un tono doradito pero lo suficiente para mantener la masa blanquita y no oscurecerla).
2 cucharaditas de aroma de azahar.
2 cucharaditas de extracto de vainilla pura (en pasta).
240 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.

Mantequilla para engrasar el molde.
Azúcar glas para espolvorear.



PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 200ºC.
Engrasamos el molde de las "madeleines" con la ayuda de un pincel de repostería, yo he utilizado uno de silicona que va perfecto y reservamos.

En un bol tamizamos y reservamos la harina con la levadura en polvo.
En otro bol batimos con unas varillas eléctricas los huevos con el azúcar a velocidad media hasta que estén espumosos y hayan blanqueado un poco, entonces añadimos el aroma de azahar y el extracto de vainilla. Aumentamos la velocidad de la batidora y continuamos batiendo unos 5 o 6 minutos más hasta conseguir que aumenten de volumen y blanqueen algo más los huevos.

Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente (importante que esté bien blandita, almenos que haya estado una o dos horas fuera de la nevera ya que sino no se integrará bien a la masa)  batimos unos 2 o 3 minutos más, finalizando con la mezcla de harina y levadura, un poquito más tendremos que batir hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Llevamos el bol con la masa bien tapado con un film transparente a la nevera, almenos un par de horas para que enfríe bien. Este paso es importante para darle potencia a la subida y esponjosidad de la masa (al igual que las madalenas tradicionales, que con este paso conseguimos un buen copete).

Rellenamos los moldes de las "madeleines" hasta las tres cuartas partes de su profundidad. Podemos rellenar una manga pastelera grande e ir cubriendo los huecos de una forma más rápida, pero si no disponemos de ella, lo haremos como toda la vida, con una cuchara y paciencia.

Introducimos las bandejas en el horno, a media altura con calor arriba y abajo, sin ventilador de aire (recordad que en este caso se ha de reducir el tiempo de cocción pero también corremos el riesgo de que queden un poquito más secas ).

Horneamos unos 10 minutos aproximadamente, aunque cada horno es un mundo como siempre os recuerdo, así que aconsejo que a los 8 minutos controlemos las bandejas. Los bordes han de estar ligeramente dorados y la superficie habrá aumentado de volumen adquiriendo forma de copete. Cuando veamos que esto ocurre hemos de retirar las bandejas del horno.

Volcar inmediatamente las bandejas sobre el mármol de la cocina o sobre un paño y seguidamente colocar las "madeleines" sobre una rejilla en alza hasta que enfríen completamente, con el dibujo de la concha hacia arriba.
Una vez frías espolvoreamos azucar glas con la ayuda de un colador hasta que queden con aspecto nevado (me encanta esta parte del proceso, dan ganas de morderlas a todas!!!!)

Colocamos nuestras deliciosas "madeleines" en una cajita metálica para galletas o madalenas, envueltas en papel de seda y las taparemos bien (lo más herméticas posibles). Si no disponeis de cajita, las podeis colocar en un bol amplio bien envueltas en papel y dentro de una bolsa de plástico bien atada para que no les entre aire, ya que las reseca y endurece.
Recomiendo mantenerlas bien tapadas para que se vuelvan blanditas, de un día para otro obtendremos este resultado.

Ya están listas para acompañar como más os gusten, para desayunar, merendar, con un café o un te e incluso si no queréis pecar demasiado las podéis regalar en una cajita pequeña de repostería o bien en una bolsita adecuada de celofán con un lacito, quedaréis como reinas o reyes.

Deseo que os gusten tanto como a mi y las disfrutéis.
Buen provecho!!!!



                                         


TARTA DE SANTIAGO





                                       
La Tarta de Santiago es una tarta que se prepara tan solo con almendras molidas, huevos y azúcar, aunque ocasionalmente se le puede añadir ralladura de limón y canela para dar un toque más aromático, pero jamás ha de llevar harina!!! pese a que las industriales si que la incluyen, además de gasificante (Royal).
El resultado ha de ser el de una tarta densa con un sabor muy intenso a almendra.

Su receta se encuentra bajo Indicación Geográfica Protegida, por ello las proporciones de sus ingredientes ha de ser la indicada bajo su registro.
La proporción de almendra y azúcar debe estar en un 33% y 37.5 % y la de huevos entre un 33% y 25%.

Después de toda esta información que es muy interesante, voy a dar paso a su preparación que es lo más importante...así que mucha atención y sobretodo preparadla con mucho mimo y amor.

(Para un molde desmontable de 23 cm).
Importante respetar la medida del molde ya que la repostería es una ciencia exacta y podría variar el resultado (en caso de usar otro molde, deberíamos modificar el tiempo de horneado)

INGREDIENTES

5 huevos grandes.
250 gr. de azúcar.
250 gr. de almendra molida del tipo Marcona.
1/2 cucharadita rasa de canela molida.
Ralladura de 1/2 limón.
1 chupito de orujo de hierbas (yo he puesto el casero que hacen mis padres).
Azúcar glas para decorar la tarta.

Plantilla de la Cruz de Santiago (al final de la receta os dejo un enlace para que la podáis descargar, imprimir y crear...una vez hecha la podéis guardar para futuras ocasiones).


PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 180º con el calor arriba y abajo. Haremos uso del ventilador de aire caliente (muy importante).

Untamos el molde desmontable o bien si tenemos un molde de una pieza, recortamos un trozo de papel de hornear colocandolo en la base, untandolo con mantequilla y reservamos.

En un bol  amplio mezclamos los huevos y el azúcar con la ayuda de unas varillas hasta que blanqueen y estén bien espumosos. Este proceso lo realizaremos hasta que doblen su volumen.


 


Añadimos la ralladura de limón, la canela molida y el chupito de orujo mezclando bien un par de minutos más y seguidamente la almendra molida.



Mezclaremos la almendra con una espátula hasta integrarla completamente con movimientos envolventes.




Vertemos la masa en el molde reservado y horneamos 35 minutos hasta que la superficie esté bien doradita.



Los últimos 10 minutos tapamos la tarta con papel de aluminio para que no se nos queme, aunque cada horno es un mundo.

En algún caso necesitaremos hornear 40 minutos e incluso en algún otro algo menos, por tanto, hay que comenzar a comprobar si nuestra tarta está cocida, para ello la pincharemos con un palito de brocheta en el centro y ha de salir totalmente limpia sin restos de masa.
Esta comprobación la haremos a los 30 minutos de cocción para ser previsores.
Nos hemos de asegurar que nuestra tarta está cocida totalmente. Pero paralelamente a esto, tendremos cuidado con no dejar la tarta que se cueza en exceso ya que quedaría muy seca y no es aconsejable.

Veréis que crece en el horno pero al sacarla y enfriarse pierde volumen.
Una vez horneada la colocamos sobre una rejilla y pasados 10 minutos (no más ya que puede quedarse adherida en el molde) la desmoldamos y dejaremos enfriar totalmente.

Una vez bien fría colocaremos la plantilla de la cruz de Santiago en el centro de la tarta y espolvoreamos generosamente con azúcar glas, seguidamente retiramos con sumo cuidado la plantilla para no deformar el dibujo.

Es aconsejable dejar reposar la tarta de un día para otro para que los sabores estén en su total esplendor.
Acompañaremos nuestra tarta con un buen orujo de hierbas bien fresquito...podréis comprobar que es un pedacito de cielo.

Espero que os haya gustado la receta y que no dudéis en hacerla, es muy sencilla.


Buen provecho!!!!





Aquí os dejo el enlace del blog "webosfritos" para que os descarguéis la plantilla del la Cruz de Santiago, es muy práctica para decorar la tarta y podréis aprovecharla perfectamente para muchas ocasiones si la hacéis en cartulina.
Espero que os sea útil, haced click en el enlace siguiente:  "PLANTILLA CRUZ DE SANTIAGO"