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CREMA DE MARISCO



                           



Esta última temporada he tenido bastante debilidad con las cremas, por su sencillez, diversidad, porque apetecen en cualquier momento y además son muy sencillas de realizar. Pues bien, de nuevo con otra crema pero esta vez vamos a darle un toque de distinción ya que estamos en las puertas de la Navidad. Prepararemos una crema de marisco, muy fácil de hacer y con pocos ingredientes, la verdad sea dicha, a veces pensamos que trabajar con marisco puede ser muy entretenido y no siempre es así, en este caso veréis que de complicado no tiene nada y que ofreceréis un primer plato estupendo y festivo a vuestros invitados.

También podéis variar el marisco a vuestra elección, si os apetece aportar alguno más pues genial y no es necesario que sea fresco si el precio se incrementa demasiado en vuestra cesta de la compra, yo lo he preparado con marisco congelado y puedo garantizar que el resultado es fabuloso.



INGREDIENTES (Para 4 personas)

200 gr. de gambas rojas.
200 gr. de langostinos.
200 gr. de cigalas.
100 gr. de galeras.
2 puerros.
2 tomates maduros.
2 patatas.
100 ml. de nata líquida (opcional)
4 cucharadas de aceite de oliva.
Un chorrito de coñac.
1 litro de caldo de pescado.
Sal.
Pimienta blanca.


PREPARACIÓN

Se lavan los puerros y los cortamos en rodajas. Pelamos las patatas y las cortamos en trocitos y hacemos lo mismo con los tomates. Reservamos las hortalizas.
Separamos las cabezas de los mariscos y pelamos los cuerpos (exceptuando las galeras que no hará falta, tan solo aportarán sabor cuando las pongamos a hervir).

En una cazuela con aceite de oliva freímos las colas de los mariscos un minuto y reservamos, a continuación confitamos las cabezas y los caparazones a fuego lento unos 5 minutos y entonces guardamos un poquito del aceite para la decoración final. Seguidamente se añaden los tomates y lo rehogamos unos minutos. Regamos con el coñac y dejamos evaporar.

Añadimos el caldo de pescado y dejamos hervir unos 20 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, retiramos del fuego y trituramos bien con la batidora. Pasamos todo por el colador chino, presionando bien con el mazo para extraer el jugo de las cabezas y ponemos de nuevo a hervir el caldo añadiendo las patatas y los puerros. Pasados 20 minutos retiramos del fuego nuevamente y añadimos la nata líquida (si optamos por ella) triturándolo todo con la batidora.
Salpimentamos y daremos un último hervor para mezclar bien los sabores.

A la hora de servir la crema, lo haremos en platos hondos decorando con las colas de gambas sobre ella y con un chorrito o puntitos de aceite reservado para darle un toque singular.
Espero que os guste, que os haya resultado sencilla su elaboración y que podáis disfrutar de la receta esta Navidad.
Felices Fiestas!!!!

Buen Provecho!!!!


























QUICHE DE BACALAO Y PUERROS







Mi pasión por las tartas saladas no tiene límite, se pueden hacer servir como aperitivo o plato principal, son muy versátiles y aceptan tantas variedades como imaginación le podáis poner, sea en versión dulce o salada.

Hoy os quiero dedicar una Quiche con masa quebrada totalmente casera, si si, con masa casera incluida. No tiene nada que ver con las del supermercado aunque sean las de pasta fresca, probad y veréis lo fácil que es de hacer, la podéis preparar el día anterior y conservarla en la nevera hasta la hora de hacerla, entonces será cuestión de sacar la masa, estirarla con el rodillo, forrar el molde y hornear 10 minutos previamente antes de rellenarla con lo que más os guste (en este caso con bacalao) veréis el éxito que tenéis en casa, además de ser muy sencilla de elaborar y deliciosa.

El tipo de molde puede ser redondo o rectangular. Yo me he decantado por la segunda opción y en cuanto a marcas yo he usado la de "Kitchen Craft Master Class" que lo he encontrado en Amazon. El material es bueno, resistente y ajustado de precio, pero si optáis por cualquier otra marca os recomiendo que tenga la base desmontable porque será mucho más práctico (aunque no indispensable).
El molde que veréis en la foto es de 36 x 13 cm. Para acceder a la página haz clic AQUÍ.
Vamos a por la receta sin más rodeos!!!


INGREDIENTES (PARA DOS MOLDES DE TARTA RECTANGULAR)

Para la Masa Quebrada:
220 gr. de mantequilla sin sal.
390 gr. de harina normal.
1 cucharadita de sal.
50 ml. de agua bien fría.

Para el relleno:
200 gr. de cebolla cortada en juliana.
300 gr. de puerro cortado en rodajas finas.
2 dientes grandes de ajo.
400 gr. de bacalao desalado y desmigado.
80 ml. de vino blanco.
Aceite de oliva.
1 nuez de mantequilla.
Sal y pimienta.
3 huevos "L".
200 ml. de nata de cocinar (15-18 % MG)

PREPARACIÓN

Comenzamos desalando el bacalao, aconsejo que sean trozos de lomo ya que cuanto mejor sea la calidad, más buena saldrá nuestra tarta. Los tendremos unas 48 horas en agua cambiándola dos o tres veces al día y manteniendolos en la nevera, seguidamente desmigamos el bacalao asegurándonos que no tengan ninguna espina y reservamos. Otra opción es comprar el bacalao desalado en algún lugar de confianza y comprobar que el punto de sal es el adecuado.

Vamos a elaborar la masa quebrada, que podréis comprobar lo sencilla que es. En un bol grande tamizamos la harina y añadimos el azúcar y la sal, seguidamente rallamos la mantequilla bien fría con un rallador de agujero grande y una vez rallada comenzaremos a mezclar los ingredientes con las manos hasta conseguir una textura como de migas, pero que no queden grumos grandes, tardaremos unos minutos. Una vez obtenido este punto vamos añadiendo el agua fría con una mano y amasando con la otra. Con paciencia iremos integrando bien el agua a la masa hasta obtener una bola lisa y fina. Daremos la forma redonda a la masa si la vamos a hornear en un molde redondo, pero si va a ser en uno rectangular le daremos forma cilíndrica. Envolvemos la masa en un film transparente y lo dejaremos un par de horas en la nevera antes de utilizar o bien lo dejamos toda la noche si la vamos a utilizar al día siguiente.

Precalentamos el horno a 180º arriba y abajo.
En una sarten o cazuela ponemos el aceite y la nuez de mantequilla y rehogamos la cebolla y el puerro a fuego medio durante unos  10 o 12 minutos. Añadimos el ajo y pasados un par de minutos más vertemos el vino subiendo el fuego para que se evapore el alcohol. A continuación añadimos el bacalao desmigado y rehogamos hasta que veamos que está hecho.
Salpimentamos y reservamos fuera del fuego.

En un bol aparte batimos los huevos y añadimos la nata, una pizca de sal y pimienta.
Sacamos la masa de la nevera y la cortamos en dos (ya que es la medida para dos moldes) la pondremos sobre un papel de horno y cubrimos con otro papel y con la ayuda de un rodillo estiramos la masa apretando suavemente hasta dejarla de un grosor de medio centímetro aprox. (no ha de ser gruesa pero tampoco demasiado fina, ya que ha de soportar el peso del relleno y sobretodo no romperse a la hora de manipular en el molde).
Si la masa la utilizamos al día siguiente, la sacaremos unos 15 minutos antes de estirar para que no esté excesivamente fría.

Una vez estirada la masa la enrollamos sobre el rodillo y trasladamos hasta el molde, entonces desenrollamos sobre él y vamos colocando la masa, apretando suavemente sobre el fondo y las paredes. Recortamos los bordes de masa sobrante con un cuchillo o pasando simplemente el rodillo por encima del molde y quedará seccionada.
Importante no engrasar el molde en ningún caso, ya que la masa lleva mantequilla suficiente como para no engancharse.
Pinchamos con un tenedor la masa y cubrimos con papel de aluminio fondo y paredes presionando para darle la forma del molde. Colocamos sobre el papel de aluminio una capa de garbanzos secos para que hagan de peso y evitar que suba la masa y horneamos de 10 a 12 minutos o hasta que veamos la masa seca.

Con la otra mitad de la masa haríamos exactamente lo mismo, estirar con el rodillo, hornear con el peso y una vez fuera del horno quitamos el papel con los garbanzos y reservamos.
En caso de querer solamente una Quiche podéis estirar un trozo de masa y reservar la otra parte de ella con un film transparente en el congelador para otro día, entonces si que os recomiendo hacer solo la mitad del relleno en este caso.

Rellenamos la tarta con el sofrito de bacalao y puerro repartiendo muy bien los ingredientes y evitando añadir el jugo que haya podido quedar en la sarten. Seguidamente vertemos la mezcla de huevos y nata colocando la mezcla de forma homogénea para que quede bien repartido.
Horneamos durante 25-30 minutos o hasta que veamos que el relleno está bien cuajado y algo doradito (sin excedernos).
Sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos antes de servir en la mesa. Si el molde es desmontable lo podemos sacar con cuidado con la ayuda de una espátula adecuada en una bandeja y ya estará nuestra deliciosa y suculenta Quiche de Bacalao con Puerros.

Espero que os guste y que seáis los reyes y reinas de casa para vuestros comensales, seguro que los conquistareis.
Buen provecho!!!!











































ZARZUELA DE PESCADO Y MARISCO



Ya habéis pensado que cocinar para este fin de año o en Reyes?? hoy os traigo una receta digna de un día de celebración y como ahora estamos en Navidad, es muy apropiada. También la podemos hacer en otro momento a lo largo del año, pero ahora es cuando más nos animamos a ponernos manos a la obra con alguna cosita más entretenida.

He de decir que no es una receta complicada pero si algo entretenida, pero puedo garantizar que vuestros seres más queridos os querrán muchísimo más y hasta los Reyes Magos puede que os traigan mejores regalos!!!
Pues aquí os dejo esta delicia tradicional pero muy bien recibida en todos los hogares.

Esta receta está pensada para 6 comensales (o 4 si son de buena ración).

INGREDIENTES

6 rodajas de merluza rosada.
6 rodajas de rape.
6 cigalas o gambones.
18 mejillones grandes.
24 almejas.
6 calamares frescos.
3 sepias.
2 cebollas.
4 tomates maduros.
Caldo de pescado (solamente lo haremos servir si quedase un poquito seca la zarzuela al final de la preparación).
100 ml. vino blanco.
Un chorro de vermut rojo.
Aceite de oliva.
Sal
Pimienta negra.
Ajo.
Laurel.
Harina para rebozar.

Para la picada

9 almendras tostadas.
2 dientes de ajo.
Perejil.
2 rebanadas de pan frito.


PREPARACIÓN

Comenzaremos limpiando bien el pescado y el marisco y lo reservamos.
Ponemos un cazo al fuego con un poquito de agua y sal y añadiremos los mejillones para que se abran al vapor. Una vez abiertos les quitaremos una valva, colaremos el agua y los reservamos.
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite, salpimentamos el pescado, los calamares y las sepias (estos dos últimos los habremos troceado, en trozos ni muy grandes ni muy pequeños) los rebozamos en harina y freiremos.
Una vez tengamos frito todo el pescado, calamares y sepias lo iremos colocando dentro de una cazuela de barro amplia.
También freiremos ligeramente los gambones y langostinos préviamente rebozados y los reservaremos también.

Picamos bien finita la cebolla (siempre es mejor picarla y no rallarla ya que el sabor es bastante más suave) y la pondremos a freir en una sartén con aceite caliente, a continuación una vez esté pochadita le añadiremos el tomate que habremos rallado préviamente, matizaremos con un poco de azúcar para eliminar la acidez. Se tendrá que sofreir a fuego medio/lento para que el tomate quede bien hecho como si de una mermelada se tratase, hemos de remover de vez en cuando para evitar que se pegue.

En una sartén aparte pondremos un chorrito de aceite y pondremos las almejas para que se abran (también tenemos la opción de hacerlas conjuntamente con los mejillones y nos ahorramos este paso). A medida que se vayan abriendo las iremos colocando en la cazuela de barro sobre el pescado reservado.

Una vez haya reducido bien la salsa le añadiremos el vino, el vermut y la hoja de laurel, lo dejaremos a fuego lento unos cinco minutos para que pierda todo el alcohol y seguidamente lo distribuiremos por toda la cazuela (aquí tenemos la posibilidad de triturar la salsa antes de añadirla a la cazuela para que quede más fina, teniéndo en cuenta de quitar la hoja de laurel primero y la ponemos más tarde).
A continuación colocaremos encima los mejillones, los gambones y los langostinos y el agua de los mejillones reservada, moviendo la cazuela para que la salsa se distribuya bien y si vemos que queda muy seca le podemos añadir un poquito de caldo de pescado (es interesante que quede jugosa) y dejaremos cocer tapado unos cinco o seis minutos a fuego lento moviéndo de vez en cuando la cazuela para que evitar que se pegue el pescado.

Para finalizar nuestro plato estrella haremos una picada con los ajos, las almendras, el perejil y el pan frito. Lo machacaremos todo y añadiremos un poquito más de caldo de pescado para poder diluir la picada y la incorporaremos dentro, dejándolo cocer todo de nuevo unos tres o cuatro minutos más removiendo la cazuela de vez en cuando como anteriormente hemos hecho.
Una vez pasado este tiempo apagaremos el fuego y taparemos nuestra cazuela para que mantenga el calor y acabe de cocer.
En el caso de que se nos haya ido la mano con el caldo podemos añadir una cucharadita colmada de maizena diluída en un poquito de caldo de la cazuela, la añadiremos y mezclaremos bien dejándolo que espese un poquito, cociendo de forma suave unos tres o cuatro minutos.

Es importante dejar reposar un buen rato antes de servirlo o bien se puede hacer de un día para otro, ya que el sabor se intensifica y la salsa tendrá más cuerpo.
Para calentarlo lo haremos dentro del horno con la tapa puesta, de esta forma evitaremos que se nos pegue en el fondo y que el resto quede frío.

Espero que os haya gustado y como siempre os animo a realizar esta rica receta, porque segurísimo que el día que la hagáis, seréis los reyes de vuestra casa...