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GALLETAS NAVIDEÑAS DE MANTEQUILLA



El origen de las galletas de mantequilla se remonta al siglo XII donde se recoge la primera receta escrita. Son de origen Británico y muy populares para acompañar el te.

Originariamente apenas llevaban azúcar y eran más compactas que las que conocemos a día de hoy. Una galleta era una oblea plana y delgada, dura, cuadrada y " doblemente cocida". Su origen y su evolución son evidentes a lo largo de la historia. Alrededor del SIII a.c. la galleta apareció en Roma como un delgado bizcocho que para ablandarlas, los romanos solían mojarlas en vino.

Actualmente las galletas de mantequilla son de las recetas más fáciles y agradecidas en el campo de la reposteria, además que es dificil que no te apasione su sabor suave. No hay Navidad sin hornear galletas de mantequilla en mi casa. 


 INGREDIENTES 

250 g de mantequilla a temperatura ambiente
175 g de azúcar glas
1 huevo y una yema a temperatura ambiente
550 g de harina floja
1 cucharadita de pasta de vainilla


ELABORACIÓN

Batimos la mantequilla a velocidad baja con la batidora o amasadora, añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta que blanquee la mezcla y coja volumen.
Seguidamente añadimos el huevo y la vainilla y una vez incorporado, volcamos la harina a cucharadas sin dejar de batir hasta que la mezcla sea homogenea.

Una vez tengamos la masa bien integrada, la dividimos en dos bolas y las pondremos entre dos hojas de papel de horno cada una y la estiramos con un rodillo a un grosor de 6 milímetros (os recomiendo un rodillo de los que se pueden graduar ya que de este modo la cocción será uniforme )
Colocamos las dos planchas de masa de galleta en la nevera y las dejamos enfriar como mínimo 1 hora.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, y sin aire. Cortamos la masa con un cortador de galletas que os guste.
Ponemos las galletas cortadas en una bandeja con la ayuda de una espátula, sobre papel de horno y enfriamos de nuevo en la  nevera antes de hornear, unos 10 minutos. Después de este proceso ya podremos introducirlas en el horno. (Es importante el paso de enfriar la masa antes de cortar las galletas y hornearlas para que no se deformen por la cantidad de mantequilla que tienen)

Podemos volver a estirar los recortes sobrantes las veces que haga falta, y seguimos haciendo galletas hasta agotar la masa, siempre con el mismo proceso de enfriar en la nevera 10 minutos antes de cortar y 10 minutos antes de hornear.
Introducimos la bandeja en el horno durante 12-13 minutos en la parte central y cuando empiecen a dorarse los bordes ya estarán, cada horno funciona diferente, así que tendreis que controlarlo 

Una vez hechas, colocamos las galletas sobre una rejilla hasta que estén bien frías, entonces las podremos guardar en una lata especial para galletas u otro recipiente hermético, lo importante es q no les de el aire. Se conservan mucho tiempo.

Ya tenéis vuestras deliciosas galletas de mantequilla, podéis buscar cortadores bonitos. En mi caso he usado un sello estampador de la marca americana "Nordic Ware", son preciosos y tienen una bonita variedad, aunque no son tan económicos como los habituales pero hay caprichos que valen la pena.

Que las disfrutéis !!! 


                                            

GALLETAS DE JENGIBRE

 


La raíz de jengibre es originaria de Asia y llegó a Europa a través de la ruta de la seda hace varios siglos. 
Durante la Edad Media se usaba como especia por su habilidad de enmascarar el sabor de diversos alimentos.
Es muy probable que las primeras galletas de jengibre se elaborasen a final de esta época.

El jengibre es una planta y especia medicinal con inmumerables propiedades y también es muy conocida ya que se le pueden dar infinidad de utilidades en el campo gastronómico, pero en este caso vamos a usarla para hacer un dulce muy famoso. 

Hay mejor plan para una tarde fría de invierno que el de hacer unas galletitas especiadas y tan típicas navideñas como estas??
Pues bien, si nunca las habeis hecho, ya es hora de comenzar y comprobar que estos divertidos muñequitos, además de sabrosos son muy sencillos de crear.


 INGREDIENTES

120 gr mantequilla a temperatura ambiente
100 gr azúcar moreno
1 huevo L
120 gr de melaza (o miel)
400 gr de harina de trigo
1 cucharadita de canela en polvo
2 cucharaditas de jengibre en polvo
1/4 cucharadita de nuez moscada en polvo
1/4 cucharadita de clavo en polvo
1/4 cucharadita de sal



ELABORACIÓN 

Mezclamos los ingredientes secos, los 
tamizamos y se reservan.
Batimos la mantequilla con el azúcar moreno.
Cuando ligue, subimos de velocidad y continuamos así unos 5/6 minutos. Añadimos el huevo ligeramente batido e integramos bien a la mezcla.
Sin dejar de batir añadimos la miel y una vez se haya integrado bajamos la velocidad al mínimo. 
Seguidamente volcamos en el recipiente los ingredientes secos poco a poco hasta obtener una masa fina al tacto.

Dividimos la masa en dos partes y colocamos cada masa entre dos hojas de papel de horno y estiramos con un rodillo (es mejor utilizar uno de los q se gradúan ya que quedará el grosor equilibrado y se horneará uniforme) 
Dejaremos la masa con un grosor de 6 milímetros. Una vez estirada la guardamos en la nevera almenos 1 hora para q enfríe bien antes de cortar las galletas y evitar q se deformen.

Enfriada la masa, damos forma con el cortador de hombrecillo de jengibre con cuidado de no deformarlos.
Trasladamos las galletas a una bandeja con papel de horno con ayuda de una espátula.
El resto de masa sobrante la utilizaremos para hacer más galletas. Para ello, volveremos a amasarla, estirarla y enfriarla para utilizarla nuevamente.

Enfriar las galletas cortadas, puestas en la bandeja unos 10 minutos en la nevera antes de hornear.
Una vez listas, las llevamos al horno precalentado a 180ºC entre 10-12 minutos dependiendo de cada horno.
Cuando estén horneadas las colocamos sobre una rejilla y las dejamos así hasta que enfríen por completo.

Para decorarlas, lo más práctico es comprar tubos de glasa coloreada y lista para usar (marca Wilton)
Si no, puedes hacerla mezclando 400 gr de azúcar glas, 70 gr de clara de huevo liofilizada y 1/2 cucharadita de zumo limón.
Rellena una manga pastelera con la mezcla y ponle una boquilla finita para decorar las galletas.
Dejalas secar almenos un par de horas.
Las guardamos en una lata de galletas hermética para que se conserven más tiempo y a disfrutar !!!
Espero que os gusten

Felices fiestas !!!









CREMA DE MARISCO



                           



Esta última temporada he tenido bastante debilidad con las cremas, por su sencillez, diversidad, porque apetecen en cualquier momento y además son muy sencillas de realizar. Pues bien, de nuevo con otra crema pero esta vez vamos a darle un toque de distinción ya que estamos en las puertas de la Navidad. Prepararemos una crema de marisco, muy fácil de hacer y con pocos ingredientes, la verdad sea dicha, a veces pensamos que trabajar con marisco puede ser muy entretenido y no siempre es así, en este caso veréis que de complicado no tiene nada y que ofreceréis un primer plato estupendo y festivo a vuestros invitados.

También podéis variar el marisco a vuestra elección, si os apetece aportar alguno más pues genial y no es necesario que sea fresco si el precio se incrementa demasiado en vuestra cesta de la compra, yo lo he preparado con marisco congelado y puedo garantizar que el resultado es fabuloso.



INGREDIENTES (Para 4 personas)

200 gr. de gambas rojas.
200 gr. de langostinos.
200 gr. de cigalas.
100 gr. de galeras.
2 puerros.
2 tomates maduros.
2 patatas.
100 ml. de nata líquida (opcional)
4 cucharadas de aceite de oliva.
Un chorrito de coñac.
1 litro de caldo de pescado.
Sal.
Pimienta blanca.


PREPARACIÓN

Se lavan los puerros y los cortamos en rodajas. Pelamos las patatas y las cortamos en trocitos y hacemos lo mismo con los tomates. Reservamos las hortalizas.
Separamos las cabezas de los mariscos y pelamos los cuerpos (exceptuando las galeras que no hará falta, tan solo aportarán sabor cuando las pongamos a hervir).

En una cazuela con aceite de oliva freímos las colas de los mariscos un minuto y reservamos, a continuación confitamos las cabezas y los caparazones a fuego lento unos 5 minutos y entonces guardamos un poquito del aceite para la decoración final. Seguidamente se añaden los tomates y lo rehogamos unos minutos. Regamos con el coñac y dejamos evaporar.

Añadimos el caldo de pescado y dejamos hervir unos 20 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, retiramos del fuego y trituramos bien con la batidora. Pasamos todo por el colador chino, presionando bien con el mazo para extraer el jugo de las cabezas y ponemos de nuevo a hervir el caldo añadiendo las patatas y los puerros. Pasados 20 minutos retiramos del fuego nuevamente y añadimos la nata líquida (si optamos por ella) triturándolo todo con la batidora.
Salpimentamos y daremos un último hervor para mezclar bien los sabores.

A la hora de servir la crema, lo haremos en platos hondos decorando con las colas de gambas sobre ella y con un chorrito o puntitos de aceite reservado para darle un toque singular.
Espero que os guste, que os haya resultado sencilla su elaboración y que podáis disfrutar de la receta esta Navidad.
Felices Fiestas!!!!

Buen Provecho!!!!


























GALLETAS DE MANTEQUILLA DECORADAS






Hace dos semanas que he tenido el privilegio de realizar un curso de decoración de galletas navideñas en Victoria's Cakes (Barcelona), he de decir que Victoria es una persona apasionada con su profesión y una profesora inigualable!!! motiva y trasmite su pasión por la reposteria de una forma única...volveré en cuanto sea posible para hacer algún curso más o varios si mis horarios lo permiten...así que como comprenderéis no he podido evitar mostraros algunos de los conocimientos adquiridos.

Hace tiempo que hago galletas de mantequilla para navidad pero este año me he superado con las decoraciones, espero poder trasmitiros el entusiasmo con el que yo he realizado estas galletitas. Para decorarlas se puede optar en hacer servir glasa real ya preparada de sabores o sin ellos, es una opción más para quien quiera aventurarse pero no disponga de demasiado tiempo, pero el resultado al hacerlo nosotros es muy distinto...así que en medida de los posibles recomiendo hacer el proceso al completo, es muy gratificante y sobretodo si lo hacemos con intención de sorprender a nuestros seres queridos.
Queréis saber como se hacen? pues adelante, aquí os dejo la receta con todo el cariño del mundo...


INGREDIENTES


200 gr. de azúcar blanquilla (en caso de usar azúcar moreno, oscurece las galletas y además hace que la masa se expanda al hornearla perdiendo la forma original de las galletas).
400 gr. de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente).
2 huevos (120 gr.)
700 gr. de harina blanca de reposteria (la harina integral actua igual que el azúcar integral, expande la masa en el horno deformando las galletas).
2 cucharaditas de esencia de vainilla.


PREPARACIÓN

En un bol grande batimos con unas varillas eléctricas (o robot de cocina) la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente junto con el azúcar, si nos hubiésemos olvidado de sacarla de la nevera con anterioridad, podríamos darle un golpe de calor en el microondas pero muy poco a poco y vigilando que no se derrita, solo ha de estar blandita para poderla batir, de lo contrario alteraria el resultado de nuestras galletas.

Batimos hasta que obtengamos una crema fina, seguidamente añadimos los huevos y la harina y continuamos batiendo unos minutos. 
Ahora es el momento de amasar con las manos ya que con las varillas eléctricas no se podrá por la densidad de la masa, finalmente añadimos la esencia de vainilla y seguimos amasando delicadamente hasta que los ingredientes se hayan incorporado bien y obtengamos una masa homogénea.

Dejamos descansar la masa envuelta en un papel film almenos 2 horas en la nevera.
Pasado el tiempo de reposo cortaremos la masa en dos porciones. Estiramos la masa (de una en una) entre dos papeles de horno (uno arriba y otro abajo) con el rodillo para evitar que se nos pegue en él.
Es recomendable utilizar unas varillas niveladoras para estirar la masa con el grosor deseado y uniforme. Las varillas son de plástico y pueden ser de diferentes medidas, en este caso usaremos unas de 1/2 cm. de grosor. Las colocaremos a ambos lados de la masa y estiramos con el rodillo, de esta forma nuestra plancha de masa será de grosor uniforme.

Una vez estirada la masa la colocamos con los papeles sulfurizados con los que la hayamos estirado dentro de la nevera y la dejaremos enfriar 15 minutos. Este paso es para asegurarnos que la masa se endurece y a la hora de cortar nuestras galletas no se deforma.

Precalentamos el horno a 180 grados.
Pasados los 15 minutos, sacamos la masa de la nevera y cortamos las galletitas con nuestro cortador preferido o con diversos cortadores, yo he utilizado el de estrellita de navidad ya que es la apropiada en estas fechas.
Trasladamos las galletas a la bandeja de horno sobre un papel sulfurizado y horneamos 15 minutos, pero aconsejo que a partir de los 12 minutos valoremos su estado ya que cada horno calienta de una forma distinta.

Las galletas estaran en su punto de cocción cuando veamos que las esquinas comienzan a dorarse, no hay que dejarlas demasiado ya que este tipo de galleta es más bien blanquecina, si las horneamos excesivamente estaran secas y pierden sabor.
Una vez horneadas las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para decorar las galletas con glasa real, es aconsejable dejarlas enfriar de un día para otro, pero si no disponemos de tanto tiempo se pueden dejar reposar unas horas hasta que estén totalmente frías y después decorar.


DECORACIÓN CON GLASA REAL

Cuando decoramos galletas con glasa real debemos tener en cuenta que hay dos tipos:

Glasa para escribir o delinear y glasa fluída para rellenar.
En el caso de estas galletitas vamos a utilizar tan solo las de delinear.

Ingredientes

250 gr.de azúcar glass (no sirve el azúcar molido en casa con molinillo, ya que pueden quedar grumos porque no se obtiene un azúcar igual de fino).
1 clara de huevo liofilizado (40 gr.) podemos obtenerlas en supermercados, en su defecto podemos hacer servir albúmina en polvo y ajustar las medidas que nos indica en las instrucciones el fabricante.
10 gotas de vinagre de manzana o cualquier vinagre blanco (para darle brillo y color blanco más intenso pero no altera el sabor en absoluto).

Preparación

En un bol colocamos todos los ingredientes y mezclamos con unas varillas eléctricas hasta que estén bien integrados.
Si no lo vamos a usar inmediatamente lo deberemos tapar con un film transparente que esté en contacto directo con la glasa para que no se haga una capa seca en la nevera.

Coloreado de la glasa real

La glasa real debe colorearse siempre en el momento en que realizamos la glasa, utilizaremos colorantes comestibles en pasta (he utilizado de la marca wilton) no en polvo ni líquidos ya que cambiaria la densidad.
Tendremos que ser muy cautos, ya que se necesita muy poca cantidad de colorante para dar el color deseado a la glasa. Es preferible poner muy poquito colorante y añadir poco a poco hasta conseguir el color definitivo.

Una vez coloreada rellenamos una manga pastelera a la cual habremos colocado una boquilla del número 2 (yo he utilizado de la marca wilton) con su correspondiente adaptador (para que no salga glasa por los laterales al apretar) y hacemos un nudo en la parte superior de la manga para evitar que retroceda y salga.

Para realizar los dibujos presionaremos la manga colocando la boquilla sobre una de las esquinas de la galleta, sujetando bien la manga y realizando líneas transversales para dar la forma de la estrella. Hemos de mantener la línea de glasa un poco elevada de la galleta (en el aire) a medida que seguimos apretando la manga sin parar, así podremos dirigir la línea en el lugar adecuado, finalizando el recorrido en el otro extremo de la línea a trazar.
Una vez hechas las líneas transversales realizaremos de la misma forma las rayitas de las patitas.

En el centro de la galleta he colocado una bolita de arroz inflado bañado en chocolate blanco (pero esto es opcional). Estos complementos de decoración los podemos encontrar de diverses marcas pero como habréis observado yo me decanto por Wilton. La bolita central se ha de colocar con delicadeza con unas pinzas cuando la glasa está aún fresca para que se pueda sujetar.
Otra de las decoraciones que he escogido es la purpurina comestible que la encontrareis en pequeños botecitos.
He utilizado un pincel pequeñito con el cual he espolvoreado la purpurina sobre las galletas, eso sí, con la glasa aún fresca para que se pueda adherir bien.

Una vez decoradas las galletas las hemos de dejar en el lugar donde se encuentran hasta el día siguiente sin tocarlas ni taparlas para que se sequen perfectamente, almenos 24 horas antes de guardarlas, este paso es muy importante para garantizar la conservación.

Conservación

Las galletas se pueden conservar en una lata de aluminio adecuada para ellas, bien envueltas y tapadas con papel de seda o bien podemos guardarlas en bolsitas de celofán cerradas con un lacito hasta 3 meses en perfectas condiciones.
No deben conservarse en cajas de cartón o tuppers ya que se reblandecen por la humedad.

Utensilios

Rodillo.
Varillas niveladoras.
Extracto de vainilla u otro.
Cortadores de galletas.
Rejilla enfriadora.
Clara de huevo liofilizada o en polvo (albúmina).
Colorantes en pasta.
Boquillas de núm 2.
Manga pastelera.
Pinzas (opcional).
Adaptador de boquilla para manga pastelera.
Purpurinas de colores comestibles (opcional).
Perlitas comestibles (opcional).
Bolsas de celofán para conservación (opcional).
Pincel para aplicar la purpurina (opcional).


Uuuffff espero no haberos agotado en exceso, aunque parezca demasiado extensa la realización, vuelvo a decir que vale la pena y cuando las tengáis terminadas es un espectáculo visual y sobretodo del paladar!!!
Espero que os haya gustado y que me digáis el resultado si las hacéis, aunque apuesto que será magnífico!!!!

Buen provecho y Felices Fiestas!!!!

















GALLETAS INVERNALES DE TURRÓN





Esta tarde he querido aventurarme con unas galletitas de turrón que desde hace tiempo tenía pensado hacer y por fin ha llegado el momento!!! que puedo decir del resultado?? pues que están buenisimas!!! y que solamente si lo probáis podréis entenderme.

Para realizar las galletitas que veis en la foto, he utilizado unos sellos con motivos estacionales y un cortapastas redondo del tamaño del sello para pulir la forma final. 
Los sellos que he hecho servir son de la marca "Nordic Ware". También os recomiendo los sellos con motivos navideños que son muy bonitos, yo no los he podido conseguir a tiempo pero en la próxima hornada seguro que si.
Los podéis conseguir en vuestra tienda de menaje habitual o bien en páginas online de utensilios de cocina, las habituales en mi casa son "Amazon" o "Maria Lunarillos".
Para acceder a la página en amazon haz clic AQUÍ.

Pues sin más preambulos comencemos a cocinar...Vamos allá!!!


INGREDIENTES

200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
130 gramos de azúcar blanca.
2 huevos grandes.
500 gramos de harina de repostería.
400 gramos de turrón de Jijona.


PREPARACIÓN

Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para poderla trabajar, de lo contrario sería imposible. Si no os habéis acordado de sacarla de la nevera, podéis darle un golpe de calor con el microondas pero poco a poco con mucho cuidado de que no se derrita, ya que la receta no saldría bien.

Ponemos la mantequilla bien blandita en un bol grande y comenzamos a batirla con unas varillas eléctricas, añadiendo el azúcar poco a poco y continuaremos batiendo hasta integrarlo bien con la mantequilla. Ha de quedar el aspecto de una crema fina. Sin dejar de batir añadimos los huevos y seguidamente la harina poco a poco, cuando llevemos la mitad añadida al bol tendremos que amasar el resto a mano ya que no será posible con las varillas.

Desmenuzamos el turrón de Jijona, añadimos a la mezcla anterior y amasamos bien con las manos hasta integrar todos los ingredientes.
Hacer una bola con la masa, envolver con film transparente y dejar reposar en la nevera media hora.

Precalentamos el horno a 200 grados, calor arriba y abajo.
Cogemos porciones de unos 40 gramos de masa aprox. y hacemos bolitas.

Espolvoreamos el mármol con un poco de harina y colocamos las bolitas de masa encima. Espolvoreamos tambien con harina el sello y presionamos con él las bolitas de masa para darles forma de galleta. Una vez marcadas con el sello les recortaremos los bordes que sobran con un cortador redondo adecuado a la medida de las galletas o con un vaso que se ajuste al diámetro.

Colocamos las galletas con mucho cuidado sobre un papel sulfurizado en una bandeja de horno. Las dejaremos enfriar bien en la bandeja dentro de la nevera unos 15 minutos (este proceso es para que no se deformen a la hora de hornear).

Bajamos la temperatura del horno a 180 grados y horneamos 15 minutos pero como siempre advierto cada horno es un mundo y tenéis que controlarlo a partir de los 12 minutos.
Una vez horneadas nuestras galletitas las sacaremos a una rejilla y las dejaremos enfriar.

Una vez frías las guardaremos en una cajita o lata adecuada para galletas tapadas con papel de seda para que el aire no las endurezca.

Son unas galletitas deliciosas muy suaves y tiernas que se realizan de forma muy sencilla, además para estas fiestas son muy apropiadas, así que espero que las hagáis con cariño si pensáis tener un detallito con la familia.

Buen provecho y Feliz Navidad!!!

ROSCÓN DE REYES




Quien tiene la receta de roscón preparada? ya habéis probado a hacerla y os ha conquistado? pues si no es así, hoy os traigo esta receta de roscón que es muy aromática, tiene mucho sabor y es muy esponjoso.
Otra ventaja es que se hace en un espacio de tiempo muy rápido ya que no necesitas hacer un prefermento ni estar días dándolo todo, tan solo en una mañana lo tendremos listo. Lo más entretenido además de las dos horas y media de reposo en total, es el amasado, que conviene que sea a conciencia y de esta forma obtendremos un roscón con una buena miga.


Esta receta es para un roscón de reyes mediano pero que da para 6/7 raciones, si queréis hacer dos piezas solo tenéis que doblar las cantidades.

Lo podemos elaborar en una amasadora o batidora con accesorio de gancho, o bien a mano si no disponeis de ninguna.


INGREDIENTES 

500 gr. de harina de fuerza
200 gr. de leche entera
100 gr. de azúcar
60 gr. de huevo
120 gr. de mantequilla fría
18 gr. de levadura seca de panadero (no levadura fresca)
10 gr. de sal
12 gr. agua de azahar o 20 gr. de ron
Ralladura de un limón 
Ralladura de una naranja 
Frutas escarchadas para decorar
Almendras laminadas (opcional)
Un huevo para pintar el roscón


PREPARACIÓN

En un cuenco amplio juntamos la harina, la sal, el azúcar, la levadura y las ralladuras de limón y de naranja.
Empezamos a amasar suavemente y cuando los ingredientes empiecen a integrarse comenzaremos a añadir los líquidos, primero será el agua de azahar (o ron) el huevo y después la leche en forma de hilillo.
Una vez incorporados estos dos ingredientes se amasará unos 10 minutos si lo hacemos con amasadora y si es al estilo tradicional, será un poquito más, unos 15 o 20 minutos aproximadamente para que pueda desarrollarse bien el gluten.

Cuando han pasado los 10-15 minutos de amasado y podamos ver que la  masa se despega de las paredes del cuenco, incorporaremos la mantequilla cortada en daditos pequeños, sobretodo ha de estar muy fría, acabada de sacar de la nevera. Tendremos que continuar el amasado hasta que la masa haya absorbido toda la mantequilla y se vuelva muy elástica, fina y lisa.
Hemos de tener en cuenta que este amasado es lento, así que tendremos que ponerle bastante cariño y paciencia durante unos 20 minutos tranquilamente. El amasado a mano es importante, así que si vuestra opción es la amasadora, aconsejo que los últimos 10 minutos sean a mano ya que de esta forma la masa va incorporando aire y coge mejor forma.
Para saber si nuestra masa está lista, cogemos un trozo, la estiramos con las manos y si forma como una sábana casi transparente, entonces estará lista y en su punto.
Formaremos una bola con la masa y la dejamos reposar 1 hora en lugar cálido sin corrientes de aire.

Pasado este tiempo empezamos a darle forma a nuestro roscón y lo colocaremos en la bandeja de horno en la que previamente habremos puesto un papel sulfurizado.
Cogemos nuestra masa y con los dedos haremos un agujero en el centro e iremos agrandando el diámetro de este agujerito poco a poco con las manos hasta dejar proporcionado todo el roscón.
(Si dudamos en que se cierre el agujero a la hora de subir la masa, podemos colocar en el centro un aro de emplatar aceitado. Este diámetro ha de ser acorde con la dimensión del roscón) aunque yo nunca le pongo aro ya que queda más bonito una vez finalizado el horneado.

(En el caso de que lo empeceis a preparar el día de antes para avanzar tiempo, es ahora cuando lo teneis que envolver bien en film transparente y meterlo en la nevera pero sin apretarlo mucho, ya que hay que darle espacio para el levado.
Al día siguiente los sacamos y dejamos atemperar bien y seguiriamos con el proceso pero necesitará algo más de 2 horas de tiempo de levado para que esté en su punto más optimo.
Ha de subir almenos el doble de su volumen inicial)

Taparemos la masa con film transparente (dejando espacio para que pueda subir) y dejaremos reposar unas 2 horas en un lugar cálido y fuera de corrientes de aire.
Podemos aprovechar si estamos cocinando y acercarlo a la cocina para que reciba calor, eso sí, repito, sin corrientes de aire y siempre que no supere los 30 grados.

Una vez ha transcurrido este tiempo precalentamos el horno a 180º, pintamos el roscón con huevo batido, lo adornamos con las frutas escarchadas a nuestro gusto y las almendras laminadas (a mi personalmente me gusta solo con frutas escarchadas). Otra forma de decorarlo es poniendole azúcar escarchado antes de hornear como he hecho yo (tan solo es poner en una taza 3 cucharadas de azúcar con unas gotas de agua, mezclar y ha de quedar una textura arenosa pero más bien seca, por eso es importante añadirle el agua en gotitas).
Colocamos el roscón en el horno a media altura con calor arriba y abajo. Horneamos unos 20/22 minutos aproximadamente  aunque ya sabéis que cada horno es un mundo, así que cuando comience a estar doradito, lo sacaremos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Hay que tener en cuenta que hornear demasiado un roscón puede tener la consecuencia de que nos quede demasiado duro y seco.
Una vez frío lo espolvoreamos con azúcar glas (si no lo habéis horneado previamente con azúcar escarchado).
También podeis optar por rellenarlo, las posibilidades son diversas como por ejemplo nata, trufa, crema, mazapán...yo la verdad que lo prefiero solo, para poder saborear bien el aroma de los cítricos y del agua de azahar, pero bueno, podemos ir probando cada año una forma distinta.

Si queréis hacer vuestro roscón de reyes con tiempo de antelación, podéis congelarlo una vez horneado e incluso relleno de nata o con lo que optéis. Eso sí, bien envuelto en film transparente y como máximo 90 días. Cuando lo queráis consumir, solo será sacarlo del congelador y dejarlo a temperatura ambiente hasta que se descongele, el resultado es excepcional.

Bueno, aquí os he dejado una receta muy sencilla de realizar y relativamente poquito tiempo de inversión ya que otras recetas que he probado doblan y triplican el tiempo de proceso, aunque el resultado es bueno, este es superior!!!
Esta receta es de la escuela de cocina Hoffman, así que como podréis comprobar si lo hacéis, este es un bocadito de los dioses con un éxito asegurado...Feliz día de Reyes!!!

Buen provecho!!!!



















ZARZUELA DE PESCADO Y MARISCO



Ya habéis pensado que cocinar para este fin de año o en Reyes?? hoy os traigo una receta digna de un día de celebración y como ahora estamos en Navidad, es muy apropiada. También la podemos hacer en otro momento a lo largo del año, pero ahora es cuando más nos animamos a ponernos manos a la obra con alguna cosita más entretenida.

He de decir que no es una receta complicada pero si algo entretenida, pero puedo garantizar que vuestros seres más queridos os querrán muchísimo más y hasta los Reyes Magos puede que os traigan mejores regalos!!!
Pues aquí os dejo esta delicia tradicional pero muy bien recibida en todos los hogares.

Esta receta está pensada para 6 comensales (o 4 si son de buena ración).

INGREDIENTES

6 rodajas de merluza rosada.
6 rodajas de rape.
6 cigalas o gambones.
18 mejillones grandes.
24 almejas.
6 calamares frescos.
3 sepias.
2 cebollas.
4 tomates maduros.
Caldo de pescado (solamente lo haremos servir si quedase un poquito seca la zarzuela al final de la preparación).
100 ml. vino blanco.
Un chorro de vermut rojo.
Aceite de oliva.
Sal
Pimienta negra.
Ajo.
Laurel.
Harina para rebozar.

Para la picada

9 almendras tostadas.
2 dientes de ajo.
Perejil.
2 rebanadas de pan frito.


PREPARACIÓN

Comenzaremos limpiando bien el pescado y el marisco y lo reservamos.
Ponemos un cazo al fuego con un poquito de agua y sal y añadiremos los mejillones para que se abran al vapor. Una vez abiertos les quitaremos una valva, colaremos el agua y los reservamos.
Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite, salpimentamos el pescado, los calamares y las sepias (estos dos últimos los habremos troceado, en trozos ni muy grandes ni muy pequeños) los rebozamos en harina y freiremos.
Una vez tengamos frito todo el pescado, calamares y sepias lo iremos colocando dentro de una cazuela de barro amplia.
También freiremos ligeramente los gambones y langostinos préviamente rebozados y los reservaremos también.

Picamos bien finita la cebolla (siempre es mejor picarla y no rallarla ya que el sabor es bastante más suave) y la pondremos a freir en una sartén con aceite caliente, a continuación una vez esté pochadita le añadiremos el tomate que habremos rallado préviamente, matizaremos con un poco de azúcar para eliminar la acidez. Se tendrá que sofreir a fuego medio/lento para que el tomate quede bien hecho como si de una mermelada se tratase, hemos de remover de vez en cuando para evitar que se pegue.

En una sartén aparte pondremos un chorrito de aceite y pondremos las almejas para que se abran (también tenemos la opción de hacerlas conjuntamente con los mejillones y nos ahorramos este paso). A medida que se vayan abriendo las iremos colocando en la cazuela de barro sobre el pescado reservado.

Una vez haya reducido bien la salsa le añadiremos el vino, el vermut y la hoja de laurel, lo dejaremos a fuego lento unos cinco minutos para que pierda todo el alcohol y seguidamente lo distribuiremos por toda la cazuela (aquí tenemos la posibilidad de triturar la salsa antes de añadirla a la cazuela para que quede más fina, teniéndo en cuenta de quitar la hoja de laurel primero y la ponemos más tarde).
A continuación colocaremos encima los mejillones, los gambones y los langostinos y el agua de los mejillones reservada, moviendo la cazuela para que la salsa se distribuya bien y si vemos que queda muy seca le podemos añadir un poquito de caldo de pescado (es interesante que quede jugosa) y dejaremos cocer tapado unos cinco o seis minutos a fuego lento moviéndo de vez en cuando la cazuela para que evitar que se pegue el pescado.

Para finalizar nuestro plato estrella haremos una picada con los ajos, las almendras, el perejil y el pan frito. Lo machacaremos todo y añadiremos un poquito más de caldo de pescado para poder diluir la picada y la incorporaremos dentro, dejándolo cocer todo de nuevo unos tres o cuatro minutos más removiendo la cazuela de vez en cuando como anteriormente hemos hecho.
Una vez pasado este tiempo apagaremos el fuego y taparemos nuestra cazuela para que mantenga el calor y acabe de cocer.
En el caso de que se nos haya ido la mano con el caldo podemos añadir una cucharadita colmada de maizena diluída en un poquito de caldo de la cazuela, la añadiremos y mezclaremos bien dejándolo que espese un poquito, cociendo de forma suave unos tres o cuatro minutos.

Es importante dejar reposar un buen rato antes de servirlo o bien se puede hacer de un día para otro, ya que el sabor se intensifica y la salsa tendrá más cuerpo.
Para calentarlo lo haremos dentro del horno con la tapa puesta, de esta forma evitaremos que se nos pegue en el fondo y que el resto quede frío.

Espero que os haya gustado y como siempre os animo a realizar esta rica receta, porque segurísimo que el día que la hagáis, seréis los reyes de vuestra casa...


















CANELONES DE CARNE RUSTIDA



Hoy os traigo una receta tradicional y muy sabrosa, canelones de carne rustida como siempre han hecho nuestras antepasadas en casa. Muy típicos en Navidad y de algunos domingos también...recuerdo esa bechamel fina y suave que hacía mi madre tanto para canelones como para croquetas...uuummm mi hermana y yo nos la comíamos a cucharadas!!! Que rica estaba, como todo lo que hacen las madres.
Pues bien, hoy en honor a todas nuestras queridas y maravillosas mamis haremos esta receta, recuerdo de nuestra más tierna infancia.

Los ingredientes que vamos a utilizar son para 40 canelones aprox.

INGREDIENTES

40 placas de canelones.
1/2 kilo de carne de ternera para estofar.
2 cuartos traseros de pollo.
2 costillas de cerdo de buen tamaño.
2 carrilleras grandes de cerdo.
4 tomates maduros.
3 cebollas grandes (1 para la bechamel).
1 puerro grande.
1 vaso de vino tinto o rosado (200ml.)
2 hojas de laurel.
Nuez moscada.
Pimienta molida.
2 palitos de canela.
4 dientes de ajo.
Aceite de oliva.
Sal.

Para la bechamel:
1,5 litros de leche.
90 gr. de harina de maizena (4 cucharadas soperas colmadas aprox.).
Un trozo generoso de mantequilla (150 gr. aprox.) de mantequilla.
Nuez moscada (opcional).
Queso rallado para gratinar.


PREPARACIÓN

Trocearemos toda la carne, pelar y trocear todas las verduras y reservar.
En una cazuela grande pondremos un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente pondremos toda la carne a sofreír. Salpimentar y darle unas vueltas hasta que esté doradita, entonces añadiremos la cebolla, el tomate, el puerro, los ajos y el laurel. De nuevo le daremos unas vueltas, aproximadamente unos cuatro o cinco minutos más y le añadiremos un poquito más de sal.

Pasado este tiempo se añadirá el vino, una cucharadita rasa de nuez moscada y los dos palitos de canela y lo dejaremos sofreír de nuevo cinco minutos.
Transcurrido este tiempo cubriremos la carne completamente con agua y dejaremos cocer a fuego suave una hora aproximadamente. Apartaremos del fuego sin dejar reducir la salsa demasiado, pero asegurándonos que la carne está bien tierna.
Dejaremos templar y entonces deshuesaremos la carne y la trituraremos en una picadora (hay quien la desmiga y la utiliza tal cual, es otra opción a valorar y quedan muy bien) reservando la salsa.
Hay que deshechar los palitos de canela y entonces trituraremos la salsa con las verduras y la mezclaremos con la carne poquito a poco ya que ha de quedar una masa jugosa pero consistente para rellenar los canelones. Si nos sobra salsa se puede guardar y utilizar para algún otro plato.

En una olla con abundante agua hirviendo, añadiremos sal y un buen chorro de aceite. Pondremos las placas de pasta de una en una y removeremos suavemente. Dejaremos cocer unos 10 minutos o el tiempo que marque el fabricante y seguidamente las refrescaremos con agua fría.
Una vez cocidas las placas las pondremos estiradas sobre una superfície lisa o un paño de algodón y procederemos a rellenar los canelones. Los colocaremos en las bandejas y los reservaremos.

Para la bechamel pondremos en una cazuela la mantequilla, una vez fundida añadiremos la harina, la mezclaremos bien y podremos observar que se nos espesa o bien se hace una bola o varias, entonces empezaremos a añadir la leche caliente que habremos hervido previamente con un trozo de cebolla que teníamos reservada. Con una cuchara de palo iremos integrando la leche con la harina, poquito a poco deshaciendo la harina, podremos ver que poquito a poco iremos obteniendo una bechamel cada vez más ligera, seguiremos añadiendo leche hasta obtener la densidad que nos guste. Siempre cocinaremos la bechamel a fuego suave para evitar que se pegue.
Añadiremos sal a nuestro gusto y un trozo más de mantequilla para darle más sabor y suavidad (siempre a gusto personal) entonces sin dejar de mover con la cuchara de palo, coceremos la bechamel unos cinco minutos. Si os ha quedado algún grumo de harina siempre se puede pasar un poco la batidora para afinarla. También se puede poner una pizca de nuez moscada antes de apartar (es opcional).

Cubriremos los canelones con la bechamel y para finalizar los espolvoreamos con queso rallado gratinándolos en el horno hasta dorarlos bien.
Si no queremos cocinarlos inmediatamente se pueden dejar enfriar y guardar en la nevera o bien congelarlos, es de agradecer tener recursos en el congelador cuando llegan visitas inesperadas o bien para el fin de semana.

Bueno, espero que os haya gustado esta receta, es un poquito laboriosa pero nada complicada, recomiendo hacer bastante cantidad y congelar un par de bandejas.
Buen provecho!!!! y hasta la próxima receta...


MANTECADOS CASEROS



El mantecado tiene procedéncia andaluza,  tuvo origen en el siglo XVI por un exceso de manteca y cereales que existió en el sur pero no fue hasta el siglo XIX que se empezaron a comercializar.
Existen diversas variedades de mantecados pero hoy os traigo la receta clásica, empezaremos por la más tradicional que para mi personalmente es la más rica de todas. Os aseguro que invertir el tiempo necesario para hacerlos merece la pena...

INGREDIENTES

250 gr. de harina.
150 gr. de azúcar.
175 gr. de manteca de cerdo ibérica.
2 yemas de huevo.
1 cucharadita rasa de canela.
Semillas de sésamo.


PREPARACIÓN

Batimos la manteca (que tendremos a temperatura ambiente almenos 2 o 3 horas) hasta que quede una textura de crema y brillante. Seguidamente la mezclaremos con el azúcar (yo lo paso primero por el molinillo para dejarlo más fino, no es necesario hacerlo tipo glas pero si es conveniente realizar este paso ya que el resultado es mucho mejor porque no cruje el azúcar al morder el mantecado) y batimos bien los dos ingredientes hasta que estén bien integrados.
Incorporamos la canela y batimos de nuevo unos 3 minutos.

Precalentamos el horno a 100 grados y extendemos la harina en una bandeja adecuada con papel encerado en la base y la introduciremos en el horno, dejaremos que la harina se seque bien sin que llegue a tostarse. Se ha de mover de vez en cuando con una cuchara de madera. Veréis que la harina no cambia de color aunque sí queda suelta y su olor es diferente, como a tostadito pero sin tostar. Este proceso puede durar unos 10 minutos aproximadamente (también se puede hacer en una sartén).
Una vez fría la harina se incorpora a la mezcla de manteca y amasamos bien todos los ingredientes.
Hacemos un volcán, pondremos dentro las yemas de huevo y trabajaremos con las manos hasta conseguir que quede bien homogénea. No será necesario dejar reposar la masa, así que podemos empezar de inmediato a hacer los mantecados.

Ponemos la masa sobre una superfície enharinada y trabajamos con el rodillo, estirándola con mucho cuidado, si la masa se enganchase al rodillo se le puede poner un poco de harina a este y seguiremos estirándola hasta que obtengamos un grosor de un dedo aproximadamente.

Con un cortador de galletas o un vaso cortamos la masa (podéis utilizar cortadores de galletas de diferentes formas). Cogemos los mantecados y los pasaremos por un plato de semillas de sésamo sin tostar solamente por una cara  (yo prefiero pincelar los mantecados con huevo batido como hacía mi abuela o mi madre sin ponerle semillas, tal y como muestro en la foto) y los colocamos sobre la bandeja de horno forrada previamente con papel encerado.

Precalentar el horno a 180 grados, entonces se introduce la bandeja y horneamos entre 15-20 minutos, cada horno es un mundo, así que recomiendo controlarlos a partir de los 10 minutos. Los mantecados tienen tendéncia a agrietarse un poquito, así que cuando esto ocurra quedará poco tiempo para retirarlos de su horneado.
Una vez sacamos la bandeja del horno dejaremos enfriar por completo los mantecados ya que se rompen con muchísima facilidad. Podéis retirar con cuidado la hoja de papel encerado de la bandeja y poner otra con una nueva tanda de mantecados.

Cuando todos los mantecados estén horneados y bien fríos, los retiraremos (con muchísimo cuidado porque continuan siéndo muy frágiles) del papel con una espátula a un recipiente amplio y hermético, así nos durarán bastante tiempo como el primer día, eso si no sois muy golosos porque sino durarán muy poquito.

Como veis los mantecados no son difíciles de hacer y disfrutaréis estas Navidades de unos deliciosos dulces hechos por vosotros mismos, obsequiando así a vuestra familia y amigos con algo inigualable...y eso es una satisfacción que no tiene precio

TURRÓN DE YEMA TOSTADA






Este año me he aventurado con este delicioso turrón de yema, nada que ver con los que se compran de fabricación industrial.
La base del éxito de este turrón es utilizar una buena almendra, necesitamos la de tipo Marcona. Tenemos la opción de comprarlas con piel, pelarlas y triturarlas, otra opción es comprarlas ya peladas y trituradas directamente, siempre irá en función de nuestra disponibilidad. Yo he optado por comprarlas sin pelar y he realizado todo el proceso hasta molerlas, el sabor siempre será más intenso.

En referencia a los moldes, se pueden fabricar con madera fina de manualidades, una sierra apropiada para cortarla y pegamento, yo he utilizado el de marca "Imedio" ya que no deja ni olor ni sabor. Las medidas las podemos tomar de referéncia en cualquier tableta de las comerciales o bien, podemos hacer los moldes con un simple tetrabrick de leche, vacío, limpio y seco, se corta por la mitad longitudinalmente y ya tendremos hecho nuestro molde.

Esta receta es para dos tabletas de turrón, podéis ampliar el número de ellas añadiendo más cantidad de forma proporcional.

INGREDIENTES

500 gr de almendra Marcona cruda molida.
250 gr de azúcar glas
2 vainas de vainilla.
6 yemas de huevo.
80 gr. de agua.

Para decorar:
2 yemas de huevo.
4 cucharadas colmadas de azúcar.

Utensilios:
Papel de hornear.
Molde rectangular de 21cm x 8.5cm aprox.
Soplete de cocina.


PREPARACIÓN

Cortamos el papel de hornear a la medida del fondo del molde que hayamos escogido para reposar el turrón (en caso de no disponer de un molde propio para turrón podemos habilitar una caja de cartón de leche, lavado y bien seco, cortado verticalmente) y lo colocamos en el fondo.

En un recipiente ponemos las yemas de huevo ligeramente batidas (sin que hagan espuma) y reservamos.
En un cazo amplio disponemos el agua con azúcar y lo acercamos al fuego. Cuando lleve unos 5 minutos hirviendo hemos de comprobar que su temperatura es de 115º y en caso de no tener termometro controlamos la mezcla hasta que el almíbar esté un poco espeso.
Lo retiramos del fuego y lo vamos añadiendo sobre las yemas reservadas en forma de hilillo a la vez que removemos sin parar y poco a poco para que las yemas no se cuajen por el calor (por eso es importante añadir el almibar poco a poco).

Cogemos las vainas de vainilla y las abrimos con un cuchillo en toda su longitud. Raspamos con un cuchillo afilado el interior.
Añadimos las semillitas raspadas de la vainilla dentro del recipiente de yemas, también añadimos la almendra molida. Mezclamos todo bien con la ayuda de una espátula de madera o las manos si se hace muy resistente y reservamos.

Repartimos la masa en los dos o tres moldes reservados (en función del grosor que os guste) antes de que se enfríe la masa (ya que será menos moldeable) y le damos forma con las manos, presionando con cuidado para dar forma de tableta.
Seguidamente ponemos otro trozo de papel de hornear sobre el turrón y colocamos un peso encima para presionar (podemos usar un tetrabrick de leche a la medida).

Dejamos reposar el turrón en un lugar fresco o en la nevera 24 horas.
Pasado el tiempo establecido quitamos el peso y lo sacamos de los moldes. Batimos las yemas de huevo reservadas para decorar con el azúcar y la extendemos en la superficie de las tabletas.
Espolvoreamos con azúcar abundante y quemamos con el soplete la superfície y en su defecto si no disponemos de soplete de cocina, lo haremos con un quemador de crema.
Para quien sea muy "devoto" del azúcar tostado puede cubrir las dos caras de la tableta y tostarlas, dando tiempo a que la primera se enfríe bien y poder darle la vuelta. En mi caso solo la hago por una cara ya que así se saborea mucho más el sabor a almendra.

Pues ya tenemos hecho nuestro delicioso turrón de yema tostada. Si no lo vais a consumir en unos días está la opción de envasarlo al vacío, si disponemos de una máquina para ello. Yo dispongo de una y puedo garantizar que se conserva fantásticamente, de lo contrario lo envolveremos en film transparente y procuramos de que no le de el aire, pero es muy importante no dejarlo así demasiados días para que no se endurezca demasiado.

Os animo a todos a realizar esta receta, es muy sencilla, no hay que hacer nada más que mezclar los ingredientes y ponerle paciencia un par de días para obtener el resultado.
Pensad en que podéis regalar turrones a vuestra familia o amigos, es un detallito con el que vais a triunfar.

Espero que os guste, Feliz Navidad a todos/as y Feliz Año!!!