CANELONES DE CARNE RUSTIDA



Hoy os traigo una receta tradicional y muy sabrosa, canelones de carne rustida como siempre han hecho nuestras antepasadas en casa. Muy típicos en Navidad y de algunos domingos también...recuerdo esa bechamel fina y suave que hacía mi madre tanto para canelones como para croquetas...uuummm mi hermana y yo nos la comíamos a cucharadas!!! Que rica estaba, como todo lo que hacen las madres.
Pues bien, hoy en honor a todas nuestras queridas y maravillosas mamis haremos esta receta, recuerdo de nuestra más tierna infancia.

Los ingredientes que vamos a utilizar son para 40 canelones aprox.

INGREDIENTES

40 placas de canelones.
1/2 kilo de carne de ternera para estofar.
2 cuartos traseros de pollo.
2 costillas de cerdo de buen tamaño.
2 carrilleras grandes de cerdo.
4 tomates maduros.
3 cebollas grandes (1 para la bechamel).
1 puerro grande.
1 vaso de vino tinto o rosado (200ml.)
2 hojas de laurel.
Nuez moscada.
Pimienta molida.
2 palitos de canela.
4 dientes de ajo.
Aceite de oliva.
Sal.

Para la bechamel:
1,5 litros de leche.
90 gr. de harina de maizena (4 cucharadas soperas colmadas aprox.).
Un trozo generoso de mantequilla (150 gr. aprox.) de mantequilla.
Nuez moscada (opcional).
Queso rallado para gratinar.


PREPARACIÓN

Trocearemos toda la carne, pelar y trocear todas las verduras y reservar.
En una cazuela grande pondremos un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente pondremos toda la carne a sofreír. Salpimentar y darle unas vueltas hasta que esté doradita, entonces añadiremos la cebolla, el tomate, el puerro, los ajos y el laurel. De nuevo le daremos unas vueltas, aproximadamente unos cuatro o cinco minutos más y le añadiremos un poquito más de sal.

Pasado este tiempo se añadirá el vino, una cucharadita rasa de nuez moscada y los dos palitos de canela y lo dejaremos sofreír de nuevo cinco minutos.
Transcurrido este tiempo cubriremos la carne completamente con agua y dejaremos cocer a fuego suave una hora aproximadamente. Apartaremos del fuego sin dejar reducir la salsa demasiado, pero asegurándonos que la carne está bien tierna.
Dejaremos templar y entonces deshuesaremos la carne y la trituraremos en una picadora (hay quien la desmiga y la utiliza tal cual, es otra opción a valorar y quedan muy bien) reservando la salsa.
Hay que deshechar los palitos de canela y entonces trituraremos la salsa con las verduras y la mezclaremos con la carne poquito a poco ya que ha de quedar una masa jugosa pero consistente para rellenar los canelones. Si nos sobra salsa se puede guardar y utilizar para algún otro plato.

En una olla con abundante agua hirviendo, añadiremos sal y un buen chorro de aceite. Pondremos las placas de pasta de una en una y removeremos suavemente. Dejaremos cocer unos 10 minutos o el tiempo que marque el fabricante y seguidamente las refrescaremos con agua fría.
Una vez cocidas las placas las pondremos estiradas sobre una superfície lisa o un paño de algodón y procederemos a rellenar los canelones. Los colocaremos en las bandejas y los reservaremos.

Para la bechamel pondremos en una cazuela la mantequilla, una vez fundida añadiremos la harina, la mezclaremos bien y podremos observar que se nos espesa o bien se hace una bola o varias, entonces empezaremos a añadir la leche caliente que habremos hervido previamente con un trozo de cebolla que teníamos reservada. Con una cuchara de palo iremos integrando la leche con la harina, poquito a poco deshaciendo la harina, podremos ver que poquito a poco iremos obteniendo una bechamel cada vez más ligera, seguiremos añadiendo leche hasta obtener la densidad que nos guste. Siempre cocinaremos la bechamel a fuego suave para evitar que se pegue.
Añadiremos sal a nuestro gusto y un trozo más de mantequilla para darle más sabor y suavidad (siempre a gusto personal) entonces sin dejar de mover con la cuchara de palo, coceremos la bechamel unos cinco minutos. Si os ha quedado algún grumo de harina siempre se puede pasar un poco la batidora para afinarla. También se puede poner una pizca de nuez moscada antes de apartar (es opcional).

Cubriremos los canelones con la bechamel y para finalizar los espolvoreamos con queso rallado gratinándolos en el horno hasta dorarlos bien.
Si no queremos cocinarlos inmediatamente se pueden dejar enfriar y guardar en la nevera o bien congelarlos, es de agradecer tener recursos en el congelador cuando llegan visitas inesperadas o bien para el fin de semana.

Bueno, espero que os haya gustado esta receta, es un poquito laboriosa pero nada complicada, recomiendo hacer bastante cantidad y congelar un par de bandejas.
Buen provecho!!!! y hasta la próxima receta...


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