CREMA DE CALABAZA CON ESPECIAS Y PARMESANO



Nos encontramos en plena época de calabazas, setas, castañas y de otros muchos productos de temporada otoñal. Hoy os traigo una rica crema de calabaza pero con un matiz de especias, aportándole un toque de distinción de todas aquellas que hayáis podido probar hasta ahora.


La receta es de lo más sencillo de preparar, es super ligera y casi no tiene grasas ya que no se utiliza nata (tan solo un poquito de queso parmesano, pero siempre es opcional). 
Es más, si tienes que reducir calorías puedes incluso suprimir el paso de rehogar las verduras para hacer una crema de calabaza light a más no poder. ¿Te animas? Pues a la cocina que está muy rica!!!



INGREDIENTES

1 kg. de calabaza pelada.
1 puerro (100 gr.)
1 zanahoria (100 gr.)
1 patata grande (200 gr.)
1 cebolla (150 gr.).
2 dientes de ajo grandes.
1/2 litro de caldo de pollo o vegetal.
Aceite.
1 cucharada de miel.
1 cucharada de jengibre fresco (o en su defecto 1/2 cucharadita de jengibre en polvo).
1/4 de cucharadita de nuez moscada en polvo.
1/2 cucharadita de comino molido.
1/2 cucharadita de canela molida.
1/2 cucharadita de pimienta molida.
Parmesano rallado.
Sal.


PREPARACIÓN

En una cazuela amplia ponemos un generoso chorro de aceite de oliva que suelen ser entre 3 o 4 cucharadas. Calentamos el aceite y en él rehogamos las verduras troceadas en daditos pequeños, pero sin excedernos, no es necesario y el jengibre solo si es fresco (si usamos el molido, lo haremos más tarde) le daremos unas vueltas con la cuchara de palo de vez en cuando hasta que las veamos un poco blanditas, más o menos unos 10 minutos.

Es momento de añadir las especias, rehogando nuevamente durante un minuto aprox. Cubrimos con el caldo y dejamos hervir a fuego medio hasta que estén totalmente tiernas.
Le añadimos la miel y mezclamos bien con la cuchara de palo hasta que quede bien integrada, cosa que resultará fácil, ya que con el calor la miel se diluirá rápidamente. Con sumo cuidado trituramos con la batidora, podemos hacerlo en la misma cazuela o en un bol aparte, eso si, con mucho cuidado ya que estará muy caliente y hemos de evitar accidentes por quemaduras.

Una vez la crema está triturada y bien fina es momento de probar y rectificar de sal o de especias si consideramos que alguna de ellas ha de destacar un poquito más, es un toque muy personal y cada cual lo ha de adecuar a su paladar o al de sus comensales.

Por último solo nos queda servir en los platos y darle el toque estrella, que es opcional, el del parmesano rallado. A mi me encanta este queso, pero he de decir que su sabor es tan intenso que puede resaltar un poquito por encima del sabor de la crema y sus especias, así que mi consejo es que seáis prudentes y pongáis poquito, o bien un día podéis probar con parmesano y otro día sin él, así podréis decidir cual es vuestra opción preferida.
En el caso de personas con dietas adelgazantes, suprimid el queso y desde luego que disfrutareis del sabor de la crema tal cual, que es por si sola ya es de 10!!!!

Espero que os haya gustado esta receta y disfrutéis de ella, muy pronto os traeré nuevas cremas para que podáis variar tanto como imaginar, ya que el invierno es largo y ni tan siquiera acaba de empezar.

Buen Provecho!!!




















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