PANELLETS DE PIÑONES







Los Panellets son un dulce típico de Cataluña, Aragón, Valencia, Islas Baleares y Andorra que tradicionalmente se preparan para el día 1 de noviembre, en la festividad de Todos los Santos o la Castañada.
Al ser un dulce tan energético  (como las castañas y boniatos, también típicos para la misma fecha) resultaban muy útiles en ese día tan señalado ya que gran parte de la población solían hacer vigilia.

Los panellets datan del siglo XVIII cuando se usaban como comida bendecida para compartir después de las celebraciones religiosas.
Se cree que tienen su origen en el norte de Europa, donde a consecuencia del intenso frío se hacía necesario un alimento rico en calorías y así soportar mejor la larga noche de difuntos, pero también hay quien aboga en que su origen reside en la repostería árabe por su composición a base de almendras y por los antecedentes de dicha cultura en este país.

Después de esta introducción por la historia y origen de estos deliciosos dulces, voy a dar paso a su elaboración y a ponernos en marcha...comenzamos!!!



INGREDIENTES

500 gr. de almendra molida.
350 gr. de azúcar blanco (preferiblemente pasado por el molinillo para dejarlo tipo azúcar glas).
250 gr. de boniato asado.
3 yemas de huevo.
1 clara.
Ralladura de 1 limón.
600 gr. de piñones.


PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 200ºC y asamos los boniatos con antelación suficiente para que estén fríos y se puedan trabajar. Yo suelo asarlos la noche anterior a realizar los panellets, o bien se pueden hacer a primera hora de la mañana si nos vamos a poner a hacerlos por la tarde, lo importante es que estén fríos para poderlos pelar y hacer un puré con la carne. Reservamos.

En un bol amplio batimos las yemas y la clara de huevo con unas varillas. Seguidamente añadimos el puré de boniato y la ralladura de limón mezclándolo bien, en este caso mejor con una cuchara de palo ya que las fibras del boniato se quedaran enganchadas en las varillas.
Volcar en el bol la almendra molida, el azúcar y seguir mezclándolo, casi mejor llegado este punto que lo hagamos con la mano porque la masa tendrá una consistencia enganchosa y no trabajaremos bien con la cuchara de madera.

Una vez mezclados todos los ingredientes taparemos con un film transparente el bol y lo colocaremos en la nevera para que enfríe bien la masa y sea algo más manejable.
Aquí también tenemos la opción de preparar la masa el día anterior a su preparación para que esté completamente fría y sea más agradable de trabajar, lo dejo a vuestra elección, eso sí, almenos tendrá que estar un par o tres de horas en la nevera.

Precalentamos el horno a 200ºC (sin ventilador) después bajamos a 180ªC.
Sacamos la masa de la nevera y comenzaremos a hacer bolitas del tamaño de una nuez aproximadamente, aunque parezcan pequeñas inicialmente, pensad que despúes con los piñones engradecen y al hornearlas aún creceran un poquito, así que recomiendo prudencia.

En un recipiente amplio y hondo pondremos los piñones e iremos pasando las bolitas de masa al bol de los piñones para rebozarlos, eso sí, tendremos que ayudarnos de las dos manos cogiendo un puñadito de piñones y ayudaremos a rebozar como si de nuevo hiciésemos una bola. Una vez rebozado el panellet lo colocamos en una bandeja de horno, que previamente le habremos puesto un papel de hornear. Los panellets se colocan en la bandeja sin engrasar.
Dejaremos espacio suficiente entre ellos para que no se peguen cuando se horneen.

Antes de introducir en el horno pincelaremos todos los panellets con yema de huevo y seguidamente introducimos la bandeja a media altura en el horno, con calor arriba y abajo entre 14 y 15 minutos.
Siempre recomiendo ser prudente con los tiempos ya que cada horno es un mundo, en este caso se ha de controlar que los panellets estén algo dorados y que se empiezan a agrietar un poquito, es indicador de que están en su punto.
Si vemos que no están muy dorados podremos darle un punto de color dejándolos 1 o 2 minutos en el hornos con tan solo la posicíon de gratinador o grill (es opcional).

Sacar del horno y quitar la hoja que cubre la bandeja con los panellets y dejarlos tal cual enfriar sobre el mármol de la cocina o bien sobre una rejilla mientras seguimos horneando todos los demás que están pendientes.
Una vez templados lo suficiente nos ayudaremos con una espátula y con cuidado los quitaremos del papel de horno y los depositamos en una lata especial de galletas o un bol lo suficientemente amplio para que entren todos.

Una vez bien fríos todos los panellets, cubriremos con film transparente, papel de plata o similar el recipiente donde los hayamos colocado. Es aconsejable colocar el recipiente cerrado dentro de una bolsa de plástico y atarla para que no les entre aire y no endurezcan, así conseguiremos el efecto contrario, que se vuelvan más blanditos y agradables a la hora de morder.

He de decir que son algo entretenidos pero no ocupan un día entero por suerte y sobretodo la satisfacción de poderlos degustar acompañados de un buen moscatel (yo escojo un buen Pedro Ximenez)  es algo que no tiene precio.
Y para los más atrevidos os invito a hacer los panellets de coco que ahora en breve publicaré, son unos bocaditos tan finos que no puedes parar de comer...quien se anima??

Buen provecho!!!


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