CREMA DE CAMEMBERT CON NUECES Y PISTACHOS





Puedo asegurar que de las cosas que más me gustan de una buena mesa, son sus entrantes. De hecho, cuando llega el plato fuerte ya no hay demasiada hambre.

En época navideña suelo deleitarme más todavía, así que en medida de los posibles suelo preparar cositas nuevas cada año y en especial los untables, ya que me pierden!!! pero no por ello descuido el resto del año.
Pues bien, aquí vengo con una crema de camembert con nueces y pistachos, porque quien le dice que "no" al queso con frutos secos?

Podeis hacer una cantidad única y presentarlo en un solo recipiente y que cada comensal coja a su antojo o bien en formatos individuales que suele ser mucho más vistosa para todos los invitados.
En este caso las medidas que os dejo es para 3 tarritos de 125 gr. pero podéis duplicar las medidas tanto como queráis.


INGREDIENTES

150 gr.de crema de queso camembert.
160 gr. de queso de untar natural.
50 gr. de nata de 35% de M.G.
40 gr. de pistachos pelados.
40 gr. de nueces peladas.


PREPARACIÓN

Picamos ligeramente los frutos secos con un robot indicado par ello o bien a cuchillo como he hecho yo. No es necesario hacer los trocitos muy pequeños ya que la idea es encontrarselos con la crema.

En un cazo amplio calentamos los dos quesos con la nata hasta que se fundan pero sin que llegue a hervir. Retiramos del fuego y trituramos con una batidora.
Añadimos los frutos secos a la mezcla del queso y seguidamente rellenamos los tarros o recipientes donde los vayamos a servir.
Dejar en la nevera hasta el momento de llevar a la mesa.
Podemos acompañar esta crema con tostaditas.

 




                                   
Otra opción puede ser la de conservarla a largo plazo realizando el vacío en los tarritos. Para ello debemos esterilizar previamente los envases como he explicado en alguna receta anterior (pero os haré recordatorio) rellenarlos hasta que falte un dedo aprox. antes de llegar al borde y cerramos bien la tapa.

Colocamos los tarros dentro de una cazuela, los cubrimos totalmente con agua fría y la ponemos al fuego.
En la base es aconsejable colocar un paño fino de cocina para que los tarros no toquen tan directamente con la cazuela y corran el riesgo de romperse.
Una vez empieza a hervir el agua, bajaremos el fuego a una temperatura media-baja y dejaremos cocer 30 minutos.
Pasado este tiempo apagamos el fuego y retiramos al mármol pero no sacaremos los tarros hasta que el agua no haya adquirido la temperatura ambiente.

Cuando esté a una temperatura óptima el agua, sacamos los tarros de la cazuela y los dejamos enfriar totalmente sobre un paño de cocina y seguidamente ya podemos guardarlos en un lugar oscuro, fresco y seco, no es necesario en la nevera, pero también está la opción.
Podremos consumir desde ese momento nuestra crema e incluso puede durarnos unos cuantos meses ya que se trata de una conserva envasada al vacío como cualquier otra realizada con el mismo sistema.

Que disfruteis de esta delícia tan selecta y tan sencilla de hacer.
Buen provecho!!!