CORAZONES DE SAN VALENTÍN




Buenos días!!! nos acercamos al día del amor por excelencia...a nuestro estimado San Valentín 💑y que mejor forma de celebrarlo que con unos corazones de galleta de mantequilla, tierna y dulce en su interior y con una capa de chocolate rosa externa con frases tan bonitas como estas 💖...eso sí, para demostrar el amor no es necesario esperar a San Valentín jajajaja, la verdad que es algo que se ha de demostrar a diario, pero ya que tenemos un día señalado pues celebremoslo de alguna forma especial.

Deseo que os gusten estas galletas tan amorosas y que sobretodo sorprendáis a aquellas personas que más queréis en vuestra vida, no es necesario gastarnos demasiado para sorprender a nadie ni para demostrar nuestros sentimientos, así que esta es una opción muy acertada...feliz día del amor!!!!! Besitos a tod@s 💋



Para unas 35 galletas.

INGREDIENTES

Para las galletas

500 gr. de harina de reposteria.
1/2 cucharadita de levadura royal.
300 gr. de mantequilla en pomada.
200 gr. de azúcar glas.
90 gr. de yema de huevo (son 5 yemas de huevos medianos aprox.)
2 cucharaditas de extracto de vainilla.

Para las plaquitas de chocolate

300 gr. de chocolate blanco de cobertura.
10 gr. de manteca de cacao.
Colorante alimentario rosa o rojo (yo uso de la marca Wilton)

Utensilios básicos

1 cortador de corazón para las galletas.
1 molde de corazones (adecuado para el cortador) para hacer las plaquitas de chocolate.
1 biberón de cocina.

Yo he utilizado unos moldes de la marca Silikomart, que podréis encontrar en tiendas especializadas de repostería o bien en páginas online como por ejemplo Amazon, es de mis habituales. Si quieres acceder a la página, haz clic AQUÍ 


PREPARACIÓN

Separamos las yemas de las claras y nos aseguramos que el peso de las yemas sea exacto para no variar la consistencia perfecta de nuestra masa de galletas.
Mezclamos la harina con la levadura royal, la tamizamos y reservamos.
En un bol aparte ponemos la mantequilla con el azúcar glas y el extracto de vainilla, mezclamos bien con unas varillas.
Agregamos las yemas ligeramente batidas y de nuevo mezclamos los ingredientes.
Por último se añade la harina reservada y mezclamos bien hasta obtener una masa con la que formaremos una bola.

Volcamos la masa sobre el marmol, que previamente habremos colocado un papel de horno y sobre este pondremos la bola de masa. Sobre ella pondremos otro papel de hornear y aplanamos la masa con la ayuda de un rodillo hasta obtener un rectángulo (no hace falta que sea muy fino, ya que la dejamos reposar unas horas y después la estiraremos adecuadamente para poder formar las galletas).
Colocamos la masa en la nevera bien tapada almenos un par de horas.

Precalentamos el horno a 175 grados.
Sacamos la masa de la nevera y la dejamos templar unos 10 minutos aproximadamente para que no se agriete al estirarla. La cortamos en dos porciones reservando una de ellas.
Estiramos la masa con ayuda de un rodillo a un grosor de 5 o 6 milimetros. Si usamos un rodillo gradual saldrán perfectas.

Cortamos las galletas con el sello de corazón ejerciendo fuerza suficiente para que el relieve se marque en la masa y quede bien bonita. Colocamos las galletas en una bandeja de horno que habremos forrado previamente con papel de horno.
Introducimos la bandeja en el horno y las haremos unos 12-15 minutos en función del horno que tengáis, hay que vigilar que no se doren en exceso.
Una vez doraditas por los bordes ya las podremos sacar y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Haremos el mismo proceso con la porción de masa reservada y con los trocitos de masa que sobren, los volveremos a amasar  y daremos vida a nuevas galletitas.
Cuando ya las tengamos todas horneadas y enfriando, comenzaremos a hacer las plaquitas de chocolate para decorar.

Fundimos el chocolate junto con la manteca de cacao en un bol al baño maría (yo opto por este) o bien al microondas. En caso de escoger microondas hay que ir controlando mucho el chocolate para que no se nos queme, iremos fundiendolo poco a poco, sacando el bol y moviendo el chocolate hasta que se funda en su punto justo.
En caso de hacerlo al baño maria, colocamos el chocolate en un bol amplio y este lo introducimos en una cazuela con agua y lo acercamos al fuego sin que este llegue a hervir, ya que corre peligro de que se queme el chocolate y lo tengamos que tirar.
Con paciencia iremos moviendo el chocolate con una cuchara de madera hasta que esté fundido.
Una vez fuera del fuego iremos añadiendo el colorante con sumo cuidado y muy poquita cantidad hasta conseguir el color rosa o rojo que más nos guste. Sed muy prudentes porque el color es muy concentrado, así que con una gotita podeis empezar, mezclais bien y si os falta color pues añadís otra gotita más.

Una vez conseguido el color y fundido el chocolate lo introducimos en un biberón de cocina para poder rellenar correctamente los huecos del molde de las plaquitas.
El uso del biberón no es obligatorio pero la verdad que facilita muchísimo el trabajo y es mucho más limpio. Pero lo más importante es que así no quedaran burbujitas en los huecos del molde.
Colocamos el molde dentro de una bandeja y rellenamos con mucho cuidado los dibujos de corazones con el biberón. Una vez rellenos los huecos les pasamos una rasqueta por encima para nivelar la superficie y retiramos el chocolate sobrante.
Dejamos caer la bandeja desde poca altura, con el golpe conseguiremos eliminar las posibles burbujas que haya en el interior.

Pondremos la bandeja con el molde dentro de la nevera unos 15 minutos para que se enfríe bien.
El resto del chocolate lo derretimos nuevamente y repetiremos la operación una vez hayamos sacado los corazones del molde, los hayamos reservado en la nevera sin apilar las plaquitas para no deformarlas.
Recomiendo utilizar guantes de látex para no dejar ninguna huella al  manipular las placas de chocolate.

Hechos todos los corazones volveremos a fundir el poco chocolate restante, esta vez será para poder pegar las placas a las galletas.
Sacamos las placas de chocolate de la nevera. Entonces colocamos una fila de galletas con el relieve del dibujo hacia abajo (dejando la parte lisa hacia arriba) sobre el marmol y empezamos a decorarlas.
Pondremos un poco de chocolate fundido en el centro de cada galleta con el biberón y cogemos una placa de chocolate, centrandola bien y las uniremos. Una vez hecho esto con todas las galletas, las introducimos en la nevera para que fije el chocolate fundido. Esta vez si las podemos apilar unas con otras si estan bien niveladas.

Ya tenemos nuestras galletitas de mantequilla de corazón de san valentín hechas.
Podemos hacer detalles con unas cuantas galletas dentro de unas bolsitas de celofan con un lacito o bien en cajitas especiales para galletas. Apuesto que será un regalo perfecto para alguien especial o bien para aquellas personas que aunque no sean nuestra pareja queráis demostrarle todo vuestro amor y cariño.

Recordad que estas galletas las podréis hacer con chocolate negro, chocolate con leche o blanco solamente sin colorear, o bien aportandole cualquier otro color a vuestra libre elección.
En la diversidad está el gusto, así que podéis atreveros a innovar de la forma que más o guste en cada momento.
Espero que os guste la receta y que este san valentín sea muy especial para tod@s...porque demostrar amor se puede hacer en cualquier época del año y de formas muy diferentes, nunca olvidemos eso...

Buen provecho!!! y feliz San Valentín...
































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