GALLETAS NAVIDEÑAS DE MANTEQUILLA



El origen de las galletas de mantequilla se remonta al siglo XII donde se recoge la primera receta escrita. Son de origen Británico y muy populares para acompañar el te.

Originariamente apenas llevaban azúcar y eran más compactas que las que conocemos a día de hoy. Una galleta era una oblea plana y delgada, dura, cuadrada y " doblemente cocida". Su origen y su evolución son evidentes a lo largo de la historia. Alrededor del SIII a.c. la galleta apareció en Roma como un delgado bizcocho que para ablandarlas, los romanos solían mojarlas en vino.

Actualmente las galletas de mantequilla son de las recetas más fáciles y agradecidas en el campo de la reposteria, además que es dificil que no te apasione su sabor suave. No hay Navidad sin hornear galletas de mantequilla en mi casa. 


 INGREDIENTES 

250 g de mantequilla a temperatura ambiente
175 g de azúcar glas
1 huevo y una yema a temperatura ambiente
550 g de harina floja
1 cucharadita de pasta de vainilla


ELABORACIÓN

Batimos la mantequilla a velocidad baja con la batidora o amasadora, añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta que blanquee la mezcla y coja volumen.
Seguidamente añadimos el huevo y la vainilla y una vez incorporado, volcamos la harina a cucharadas sin dejar de batir hasta que la mezcla sea homogenea.

Una vez tengamos la masa bien integrada, la dividimos en dos bolas y las pondremos entre dos hojas de papel de horno cada una y la estiramos con un rodillo a un grosor de 6 milímetros (os recomiendo un rodillo de los que se pueden graduar ya que de este modo la cocción será uniforme )
Colocamos las dos planchas de masa de galleta en la nevera y las dejamos enfriar como mínimo 1 hora.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo, y sin aire. Cortamos la masa con un cortador de galletas que os guste.
Ponemos las galletas cortadas en una bandeja con la ayuda de una espátula, sobre papel de horno y enfriamos de nuevo en la  nevera antes de hornear, unos 10 minutos. Después de este proceso ya podremos introducirlas en el horno. (Es importante el paso de enfriar la masa antes de cortar las galletas y hornearlas para que no se deformen por la cantidad de mantequilla que tienen)

Podemos volver a estirar los recortes sobrantes las veces que haga falta, y seguimos haciendo galletas hasta agotar la masa, siempre con el mismo proceso de enfriar en la nevera 10 minutos antes de cortar y 10 minutos antes de hornear.
Introducimos la bandeja en el horno durante 12-13 minutos en la parte central y cuando empiecen a dorarse los bordes ya estarán, cada horno funciona diferente, así que tendreis que controlarlo 

Una vez hechas, colocamos las galletas sobre una rejilla hasta que estén bien frías, entonces las podremos guardar en una lata especial para galletas u otro recipiente hermético, lo importante es q no les de el aire. Se conservan mucho tiempo.

Ya tenéis vuestras deliciosas galletas de mantequilla, podéis buscar cortadores bonitos. En mi caso he usado un sello estampador de la marca americana "Nordic Ware", son preciosos y tienen una bonita variedad, aunque no son tan económicos como los habituales pero hay caprichos que valen la pena.

Que las disfrutéis !!! 


                                            

GALLETAS DE JENGIBRE

 


La raíz de jengibre es originaria de Asia y llegó a Europa a través de la ruta de la seda hace varios siglos. 
Durante la Edad Media se usaba como especia por su habilidad de enmascarar el sabor de diversos alimentos.
Es muy probable que las primeras galletas de jengibre se elaborasen a final de esta época.

El jengibre es una planta y especia medicinal con inmumerables propiedades y también es muy conocida ya que se le pueden dar infinidad de utilidades en el campo gastronómico, pero en este caso vamos a usarla para hacer un dulce muy famoso. 

Hay mejor plan para una tarde fría de invierno que el de hacer unas galletitas especiadas y tan típicas navideñas como estas??
Pues bien, si nunca las habeis hecho, ya es hora de comenzar y comprobar que estos divertidos muñequitos, además de sabrosos son muy sencillos de crear.


 INGREDIENTES

120 gr mantequilla a temperatura ambiente
100 gr azúcar moreno
1 huevo L
120 gr de melaza (o miel)
400 gr de harina de trigo
1 cucharadita de canela en polvo
2 cucharaditas de jengibre en polvo
1/4 cucharadita de nuez moscada en polvo
1/4 cucharadita de clavo en polvo
1/4 cucharadita de sal



ELABORACIÓN 

Mezclamos los ingredientes secos, los 
tamizamos y se reservan.
Batimos la mantequilla con el azúcar moreno.
Cuando ligue, subimos de velocidad y continuamos así unos 5/6 minutos. Añadimos el huevo ligeramente batido e integramos bien a la mezcla.
Sin dejar de batir añadimos la miel y una vez se haya integrado bajamos la velocidad al mínimo. 
Seguidamente volcamos en el recipiente los ingredientes secos poco a poco hasta obtener una masa fina al tacto.

Dividimos la masa en dos partes y colocamos cada masa entre dos hojas de papel de horno y estiramos con un rodillo (es mejor utilizar uno de los q se gradúan ya que quedará el grosor equilibrado y se horneará uniforme) 
Dejaremos la masa con un grosor de 6 milímetros. Una vez estirada la guardamos en la nevera almenos 1 hora para q enfríe bien antes de cortar las galletas y evitar q se deformen.

Enfriada la masa, damos forma con el cortador de hombrecillo de jengibre con cuidado de no deformarlos.
Trasladamos las galletas a una bandeja con papel de horno con ayuda de una espátula.
El resto de masa sobrante la utilizaremos para hacer más galletas. Para ello, volveremos a amasarla, estirarla y enfriarla para utilizarla nuevamente.

Enfriar las galletas cortadas, puestas en la bandeja unos 10 minutos en la nevera antes de hornear.
Una vez listas, las llevamos al horno precalentado a 180ºC entre 10-12 minutos dependiendo de cada horno.
Cuando estén horneadas las colocamos sobre una rejilla y las dejamos así hasta que enfríen por completo.

Para decorarlas, lo más práctico es comprar tubos de glasa coloreada y lista para usar (marca Wilton)
Si no, puedes hacerla mezclando 400 gr de azúcar glas, 70 gr de clara de huevo liofilizada y 1/2 cucharadita de zumo limón.
Rellena una manga pastelera con la mezcla y ponle una boquilla finita para decorar las galletas.
Dejalas secar almenos un par de horas.
Las guardamos en una lata de galletas hermética para que se conserven más tiempo y a disfrutar !!!
Espero que os gusten

Felices fiestas !!!









TARTA DE QUESO "LA VIÑA"


      


Las tartas de queso son mis preferidas y aunque ya he publicado otra receta de esta clase, hoy comparto con vosotros la famosa y bien conocida Tarta de Queso "La Viña".
El restaurante "La Viña" ubicado en Donosti (País Vasco) se ha hecho muy popular por esta deliciosa tarta de queso, ya que ha sido creada allí.

Se trata de una tarta horneada con una elaboración muy sencilla y que no precisa de ninguna base y tampoco de ninguna mermelada para acompañar porque su sabor por sí solo, es más que suficiente para conquistar hasta el paladar más delicado que la pueda degustar.
No se trata de una tarta excesivamente dulce. Su sabor a queso de la forma más precisa, la ha convertido en una tarta delicada, suave, cremosa y de textura muy destacable.
Un sinfín de cualidades para una tarta que dependiendo de su horneado se puede conseguir un final más compacto o más suave.

Si eres un apasionado/a de las tartas de queso, esta es indispensable para nombrarte un experto dentro de esta tipología.
Sin más rodeos vamos a comenzar.


INGREDIENTES

600gr. de queso crema
4 huevos grandes
300 ml. de nata para montar (mínimo 35% materia grasa) debe estar bien fría, recien sacada de la nevera.
180 gr. de azúcar blanco
1 cucharada sopera rasa de harina de trigo o maicena.

Utilizamos un molde desmontable de 20 cm de diámetro (muy importante respetar la medida porque el resultado final va a variar si el molde es de distinto tamaño)


PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
Con un robot amasador o bien con unas varillas (siempre es mejor alguna de estas opciones para que la masa quede más aireada) batimos el queso crema hasta que esté bien fino y de aspecto homogéneo sin ningún grumo.

Añadimos el azúcar y batimos unos 2 o 3 minutos más hasta que esté bien integrado.
Iremos incorporando los huevos de uno en uno dejándo tiempo a que se integre el primero antes de incorporar el segundo y así con el resto.
Seguidamente añadimos la harina y mezclamos bien hasta obtener una masa fina.
Por último echamos la nata y de nuevo mezclamos todo hasta que quede bien integrado.

Reposamos la masa mientras cortamos una buena cantidad de papel sulfurizado (o papel de horno) y lo mojamos bien debajo del grifo. Lo estrujamos para eliminar el exceso de agua y con él forramos el molde desmontable que tendremos preparado.
Humedecemos el papel para que no esté tan rígido y sea más fácil cubrir el molde. La idea es que las paredes queden bien cubiertas porque la tarta sube bastante y evitaremos que se salga.
Verter la masa en el molde e introducirlo a media altura del horno.

                       

Hornear unos 40 minutos si queréis la tarta un poquito suelta y con textura de mousse o bien la podeis dejar entre 45/50 minutos si os gusta más compacta (tenéis que tener en cuenta también si vuestro horno calienta mucho o no porque a veces varía de una marca a otra).

Un factor muy importante es que no se os dore en exceso la tarta y quede quemada, ya que no sería tan bonita. Así que entre los 20 / 30 minutos estad atentos al horneado y en caso de que ya tenga un color bastante doradito, podeis poner un papel de aluminio sobre ella y la dejamos que continue horneando.


Cuando ya esté lista, apagamos el fuego y dejamos la puerta del horno un poco abierta para que se enfríe lentamente, aproximadamente unas 4 o 5 horas.
Una vez que esté a temperatura ambiente la introducimos en la nevera sin desmoldar para conservarla. Normalmente se recomienda hacerla de un día para otro, ya que está en su punto más óptimo de sabor.
A la hora de consumir es aconsejable dejarla unos 30 minutos aprox. fuera de la nevera para que atempere y así poderla degustar al máximo, ya que el exceso de frío le hará perder un poco la potencia del sabor y la textura melosa.
Espero que la disfruteis!!!

















ROSAS DE HOJALDRE Y MANZANA


                                      


INGREDIENTES

3 o 4 manzanas rojas, dependiendo del tamaño (se aconseja de este color por la estética).
1 lámina de hojaldre (o dos si no se estira la masa) mejor si son láminas rectangulares.
4 cucharadas de azúcar moreno.
1 huevo para pincelar.
1 cucharadita de canela en polvo.
Mantequilla o mermelada de albaricoque.
Azúcar glas para decorar.


PREPARACIÓN

Pela las manzanas y quítales el corazón. Córtalas en dos y éstos a su vez en rodajas finas, y ponlas en un bol o un plato.

Introduce el bol en el microondas y calienta un minuto o más hasta que las manzanas estén blanditas y flexibles sinó se romperan al intentar enrollarlas y darles forma de rosa (pero que se mantengan un poco firmes y no deshechas) el tiempo va a depender de la clase de manzana y grosor del corte.
Reservamos las manzanas en el plato tapadas con film transparente hasta usarlas.
Estira la plancha de hojaldre con el rodillo de forma que quede muy finita (o si te gusta un hojaldre más normal no la estires). Yo prefiero no estirarla y queda perfecta.
Pon en un cuenco el azúcar moreno con la canela y mezcla bien.
                                     
Prepara tu molde untándole un poco de mantequilla con una brocha o bien puedes utilizar spray especial para moldes.
Precalienta el horno a 200ºC mientras continuamos preparando las rosas. Divide el hojaldre en tiras y pincela las tiras con la mantequilla fundida con ayuda de una brocha (o la mermelada si lo prefieres) espolvoreamos con la mezcla de azúcar y canela por encima .

Ahora viene la parte más artística. Coloca las rodajas de manzana a lo largo de las tiras siempre poniendolas un poquito una sobre otra para que no queden huecos (solo un poco en los laterales de contacto entre cada rodaja de manzana)
Hemos de ocupar aprox. la mitad del ancho de la tira a la hora de colocar las manzanas. A continuación, pliega el hojaldre para que recoja las láminas, pincela con huevo batido el hojaldre para que se adhiera bien al montar la rosa y simplemente enrolla desde un extremo, procurando que quede todo muy juntito. Ayúdate de ambas manos.

 
                               

Espolvorea cada rosa por encima con un poco más de azúcar y canela. Ahora coloca tu rosa en el molde y sigue haciendo las demás. Aconsejo espolvorear las rosas antes de introducirlas en los moldes y no una vez colocadas dentro para que el azúcar que caiga dentro del hueco no se pegue al cocer y después sea más dificil poder sacarlas.
                                   

Cuando las tengas todas listas y colocadas, introduce el molde en el horno a una altura media y deja que se cocine durante unos 40 o 45 minutos sin ventilador. Como cada horno es un mundo, procura que no se te quemen. Si ves que están muy doradas pero aún falta tiempo de cocción, pon un papel de plata sobre las rosas (aprox a los 30 minutos) y que continuen el resto del tiempo horneandose.
Una vez hechas, saca el molde del horno y deja que se enfríen unos 5 minutos, desmolda con cuidado y deja enfriar las rosas sobre una rejilla. Colocalas en una bandeja para servir y espolvorear con azúcar glas por encima.

                                                     
                                                 

También puedes servirlas calentitas recién salidas del horno, con el hojaldre muy crujiente y ese delicioso olor a canela, pero también es cierto que frías o incluso al día siguiente están buenísimas.

Variaciones de la receta de rosas de manzana y hojaldre
Si te apetece, puedes aromatizarlas con azúcar avainillada en vez de canela, van a quedar igualmente deliciosas.
Con pera también están riquísimas y con otras variedades de manzana pero en realidad es que dejan de tener ese color rojizo clásico de las rosas; aún así innova y si te apetece espolvorea un poco de cacao en polvo junto con el azúcar y la canela sobre el hojaldre.
Otra opción en ponerles crema pastelera dentro de la masa antes de colocar las manzanas o bien un poco de mermelada de melocotón o fresa...así que adelante!

                                   



CREMA DE CAMEMBERT CON NUECES Y PISTACHOS





Puedo asegurar que de las cosas que más me gustan de una buena mesa, son sus entrantes. De hecho, cuando llega el plato fuerte ya no hay demasiada hambre.

En época navideña suelo deleitarme más todavía, así que en medida de los posibles suelo preparar cositas nuevas cada año y en especial los untables, ya que me pierden!!! pero no por ello descuido el resto del año.
Pues bien, aquí vengo con una crema de camembert con nueces y pistachos, porque quien le dice que "no" al queso con frutos secos?

Podeis hacer una cantidad única y presentarlo en un solo recipiente y que cada comensal coja a su antojo o bien en formatos individuales que suele ser mucho más vistosa para todos los invitados.
En este caso las medidas que os dejo es para 3 tarritos de 125 gr. pero podéis duplicar las medidas tanto como queráis.


INGREDIENTES

150 gr.de crema de queso camembert.
160 gr. de queso de untar natural.
50 gr. de nata de 35% de M.G.
40 gr. de pistachos pelados.
40 gr. de nueces peladas.


PREPARACIÓN

Picamos ligeramente los frutos secos con un robot indicado par ello o bien a cuchillo como he hecho yo. No es necesario hacer los trocitos muy pequeños ya que la idea es encontrarselos con la crema.

En un cazo amplio calentamos los dos quesos con la nata hasta que se fundan pero sin que llegue a hervir. Retiramos del fuego y trituramos con una batidora.
Añadimos los frutos secos a la mezcla del queso y seguidamente rellenamos los tarros o recipientes donde los vayamos a servir.
Dejar en la nevera hasta el momento de llevar a la mesa.
Podemos acompañar esta crema con tostaditas.

 




                                   
Otra opción puede ser la de conservarla a largo plazo realizando el vacío en los tarritos. Para ello debemos esterilizar previamente los envases como he explicado en alguna receta anterior (pero os haré recordatorio) rellenarlos hasta que falte un dedo aprox. antes de llegar al borde y cerramos bien la tapa.

Colocamos los tarros dentro de una cazuela, los cubrimos totalmente con agua fría y la ponemos al fuego.
En la base es aconsejable colocar un paño fino de cocina para que los tarros no toquen tan directamente con la cazuela y corran el riesgo de romperse.
Una vez empieza a hervir el agua, bajaremos el fuego a una temperatura media-baja y dejaremos cocer 30 minutos.
Pasado este tiempo apagamos el fuego y retiramos al mármol pero no sacaremos los tarros hasta que el agua no haya adquirido la temperatura ambiente.

Cuando esté a una temperatura óptima el agua, sacamos los tarros de la cazuela y los dejamos enfriar totalmente sobre un paño de cocina y seguidamente ya podemos guardarlos en un lugar oscuro, fresco y seco, no es necesario en la nevera, pero también está la opción.
Podremos consumir desde ese momento nuestra crema e incluso puede durarnos unos cuantos meses ya que se trata de una conserva envasada al vacío como cualquier otra realizada con el mismo sistema.

Que disfruteis de esta delícia tan selecta y tan sencilla de hacer.
Buen provecho!!!
                                                                                                                       

   






















TARTA DE QUESO CREMOSA





La tarta de queso siempre ha sido una de mis debilidades en repostería y he de admitir que he probado diversas recetas desde hace muchos años... hechas al baño maría, al horno, en frío sin horno, con base de galletas, sin base, etc...y por fin puedo decir con mucho orgullo que esta es la Reina de las Tartas de Queso por su esponjosidad y suavidad...es la Reina de mi cocina.
Con pocos ingredientes y de la forma más sencilla podréis hacer un postre delicioso.

Yo he utilizado un molde desmontable de 20 cm de diámetro, engrasado y forrado con papel de hornear. Aseguraos que el molde es totalmente hermético ya que puede perder una vez lo pongais en el horno.



INGREDIENTES

Para 10 raciones

Para la base

150 gr. de galletas  integrales tipo "Digestive"
90 gr. de mantequilla derretida.

Para el relleno

600 gr. de queso crema tipo philadelphia (yo he utilizado el de marca Hacendado natural, que son 2 terrinas)
350 gr. de crème fraîche (he utilizado de la marca President y he puesto las 2 terrinas enteras que son un poco más de la medida inicial  (cualquiera de las dos medidas son correctas, lo dejo a vuestra elección)
140 gr. de azúcar blanca
4 huevos ecológicos
1 cucharadita de pasta concentrada de vainilla (utilizo de la marca HomeChef) que la encontrareis facilmente en cualquier tienda de productos de repostería o internet)



PREPARACIÓN

Colocamos las galletas ligeramente troceadas en un robot de cocina y las trituramos bien finas. En el caso de no tener robot podemos poner las galletas en una bolsa de plástico y trocearlas con un rodillo de cocina.
Mezclamos en un bol las galletas picadas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta fina.
Untamos el fondo del molde con un poquito de mantequilla y sobre esta un papel de hornear recortado a la medida. Volcamos la mezcla de galletas presionándolas bien con una cuchara o con la mano. Seguidamente introducimos el molde en la nevera y lo dejamos enfriar unos 15 minutos aprox.

Precalentamos el horno a 200º.
En un bol amplio ponemos el queso crema, la creme fraîche, el azúcar, los huevos, la pasta de vainilla
y lo batimos todo bien con ayuda de unas varillas hasta obtener una crema bien emulsionada.
Sacamos el molde con la base de galletas de la nevera y vertemos la crema encima. Podemos forrar exteriormente el molde con papel de plata para asegurarnos que no se filtre la crema (pero no tapamos la superfície ya que se ha de dorar y subirá de volumen).

Horneamos a media altura con calor arriba y abajo sin ventilador a 200º durante 15 minutos.
Pasado este tiempo bajamos la temperatura a 180º y lo dejamos cocer unos 30-35 minutos más.
Pinchamos la tarta con un palillo para verificar que sale limpio y que está totalmente cocido, así que dependiendo del horno será suficiente el tiempo indicado o tendréis que dejarlo un poquito más. El hecho de que la tarta tiemble cuando movamos el molde no es indicativo de que esté cruda, sino esponjosa.

Cuando ya esté cocida, apagamos el horno y sin sacar el molde, entreabrimos la puerta y la dejamos así hasta que se temple un poco.
Sacamos el molde  y deslizamos un cuchillo alrededor del borde (esto es para evitar que se agriete mientras se enfría al completo y nos quede una tarta con una superficie lisa y bonita) 
La dejamos enfriar completamente sobre una rejilla y la introducimos en la nevera almenos unas 3 horas antes de servir.

Desmoldamos la tarta con cuidado y la decoramos con mermelada al gusto, yo he utilizado de melocotón casera (receta que os publicaré en el blog). 
Queda muy vistosa con unos frutos rojos variados encima y para dar el último toque antes de llevar a la mesa, espolvoreadla con un poco de azúcar glas para dar un toque escarchado.

Y así de sencilla es esta deliciosa Tarta de Queso...la Reina de mis Tartas. 
Deseo que os guste y la disfruteis tanto como yo.
Buen provecho!!!
                      





COOKIES DE NUECES Y PEPITAS DE CHOCOLATE NEGRO





Si tenéis debilidad por las Galletas, por la repostería americana y por el chocolate, sin duda os gustaran las Cookies!!!!
No hay nada más bueno para disfrutar con una taza de café o te a media tarde bajo la mantita en el sofá acompañado de un buen libro, costura o peli...es un planazo!!!!
Pues para que vamos a esperar más??? vamos a ello sin más demora y valorais por vosotros mismos.

Las medidas que os dejo son para unas 20 cookies pudiendo ampliar las medidas si necesitais hacer más cantidad para guardar o repartir, porque cuando alguien sabe que vas a hacer, siempre se apunta a degustar ;-)
También podéis hacerlas de diferentes tipos, como por ejemplo le podeis suprimir las nueces y alternar por avellanas, nueces pecanas o bien cambiar el chocolate negro por chocolate con leche o blanco...tenemos diversidad de variantes para elegir y en breve os pondré la receta de las cookies con pepitas de chocolate con leche, muy similares a estas pero muy ricas también.



INGREDIENTES

200 gr. de mantequilla en punto de pomada.
210 gr. de azúcar blanco (yo lo paso por el molinillo tipo glass para que queden más finas las galletas)
5 gr. de azúcar avainillado.
300 gr. de harina normal.
2,5 gramos de levadura en polvo.
2 gr. de sal.
60 gr. de huevo batido.
75 gr. de pepitas de chocolate negro.
75 gr. de nueces troceadas.



PREPARACIÓN

Es importante que la mantequilla la saquemos de la nevera unas horas antes para que su temperatura sea la adecuada, si por el contrario se os olvida no es recomendable fundirla en el microondas o un cazo hasta el punto de que sea líquida, ya que la masa que obtendríamos no sería la adecuada y el resultado final de las galletas sería muy distinto.
Como recurso se podría dar un golpe de calor en el microondas, pero con mucho control de tan solo ablandar la mantequilla, pero nunca que se vuelva líquida.


                                            

Batimos la mantequilla en pomada con el azúcar blanco y avainillado con unas varillas o bien con una amasadora con la pala adecuada hasta conseguir una mezcla fina, espumosa y blanquecina.




Seguidamente añadimos la harina (tamizada preferiblemente) la levadura en polvo, la sal y continuamos batiendo hasta integrar bien los ingredientes.
       




Añadir a la mezcla el huevo batido y continuar mezclando hasta obtener una masa homogénea.
Por último se añaden las pepitas de chocolate y las nueces troceadas. En este momento utilizaremos una espátula de madera para poder mezclar con más precisión la masa ya que será más costosa si lo hacemos con las varillas.






Una vez la masa está bien mezclada hacemos una bola con ella, la envolvemos en papel film y la guardamos en la nevera unos 20 minutos.
La masa ha de estar fresca en su justa medida para que no sea demasiado enganchosa a la hora de trabajar.
Si decidís ser previsores y adelantar la masa para el día siguiente, tan solo la tendréis que sacar un ratito antes de la nevera para que no esté tan dura y la podáis trabajar cómodamente.

 


Precalentamos el horno a 170ºC y procedemos a crear nuestras ricas cookies.
Para crear nuestras cookies, debemos hacer bolitas de 40 gramos de peso aprox (que es la medida estandar) y las aplastaremos muy ligeramente con la mano para darle forma de galleta, aunque no demasiado, yo opto por conservar  bastante su forma de bolita ya que más tarde con el calor ella sola se bajará y obtendrá su figura, pero hoy he probado haciendo la versión "forma de galleta" para enseñarosla ya que es la más común.




Os aconsejo que tengais preparada la bandeja en la cual vayáis a hornear las galletas con un papel sulfurizado encima y sobre este iremos colocando la galletas (o bolitas).
Tendremos que dejar un espacio prudencial entre ellas para evitar que se peguen cuando se expandan al cocer.



Justo antes de introducir la bandeja en el horno, adornamos las galletas por encima con unas pepitas de chocolate y unos trocitos de nueces, seguidamente las ponemos dentro del horno precalentado y dejamos cocer unos 10-15 minutos siempre dependiendo de nuestro horno, si vemos que están excesivamente blancas o bien nos gustan más crujientes podemos dejarlas un poquito más.

Una vez horneadas las cookies las sacamos del horno y las colocamos sobre una rejilla hasta que enfríen completamente.
Una vez frías las guardamos en una cajita especial de galletas forrada con papel de seda o de horno y las tapamos para que queden bien herméticas. Las guardamos en un lugar oscuro y no demasiado cálido.

Pues ya tenéis la receta tan maravillosa y sabrosa de las cookies de chocolate con nueces que tantas veces vemos en muchas pastelerías y nunca os atreveis a hacer.
Espero que os guste y que probéis en estos fríos días para acompañarlas con una taza de chocolate caliente, café o un te.

Buen provecho!!!!






























PANELLETS DE COCO




De nuevo con otra variedad de panellets para degustar en estas fechas tan señaladas...en la anterior entrada os hice una pequeña introducción de la historia de ellos y no queriendo repetir todo lo argumentado, os propongo a que os deis una vuelta por la publicación de los panellets de piñones y así también podáis valorar hacer unos poquitos de las dos versiones.

Aquí hablaríamos de los mismos orígenes pero añadiendo que en la actualidad se les ha dado una importancia más tradicional y como no, la diversidad de estos e innovación en las mejores cocinas, han echo llegar hasta nuestros paladares sabores muy variados, como por ejemplo los panellets de coco, también están los de chocolate, café, fresa, limón, etc...tantas posibilidades como imaginación le podamos poner en su elaboración.

Yo me decanto por los de coco, ya que me resultan muy finos y me pierdo por su sabor, así que os invito nuevamente a esta experiencia tan gratificante en la cocina, ya que estos panellets se salen fuera de lo normal, no son los típicos de consistencia densa y de coco crujiente por el horneado, que va, todo lo contrario, estos bocaditos son tiernos como podáis imaginar, el coco exterior no va horneado, lo pondremos posterior a su cocinado, manteniendo la frescura, aroma y esponjosidad que le da un toque muy especial...si tenéis curiosidad en como son, podéis probar.

Entráis conmigo en la cocina??



INGREDIENTES

200 gr. de almendra molida.
175 gr. de azúcar blanco (preferiblemente pasado por el molinillo para dejarlo tipo azúcar glas).
125 gr. de boniato asado.
2 yemas de huevo.
1 clara.
Ralladura de 1/2 limón.
50 gr. de coco rallado (para añadir a la masa)
250 gr. coco rallado para rebozar.

Almíbar:
2 cucharadas de azúcar.
2 vasos de agua.

En la cantidad de coco no puedo dar medida exacta, ya que este se añade poco a poco al final de la realización de la masa y se irá probando hasta dejar el punto de sabor deseado. Es muy personal la intensidad de este sabor, por este motivo prefiero que le deis vuestro toque personal.

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 200ºC y asamos los boniatos con antelación suficiente para que estén fríos y se puedan trabajar. Yo suelo asarlos la noche anterior a realizar los panellets, o bien se pueden hacer a primera hora de la mañana si nos vamos a poner a hacerlos por la tarde, lo importante es que estén fríos para poderlos pelar y hacer un puré con la carne. Reservamos.

En un bol amplio batimos las yemas y la clara de huevo con unas varillas. Seguidamente añadimos el puré de boniato y la ralladura de limón mezclándolo bien, en este caso mejor con una cuchara de palo ya que las fibras del boniato se quedaran enganchadas en las varillas.
Volcar en el bol la almendra molida, el azúcar y seguir mezclando, casi mejor llegado este punto que lo hagamos con la mano porque la masa tendrá una consistencia enganchosa y no trabajaremos bien con la cuchara de madera.

A continuación añadimos un puñado de coco rallado a la masa y continuaremos mezclándolo con las manos, lo probaremos de sabor y si consideramos que su intensidad es baja añadimos un puñadito más de coco y seguimos mezclando. Observaremos que la consistencia se hace más densa y costará de trabajar un poco, pero no os preocupéis, al final quedaran muy tiernos.
Una vez hemos dado el punto de sabor del coco a nuestra masa, tapamos con un film transparente el bol y lo colocamos en la nevera para que enfríe bien la masa.
Aquí también tenemos la opción de preparar la masa el día anterior para que esté completamente fría y sea más agradable a la hora de trabajar, lo dejo a vuestra elección, eso sí, almenos tendrá que estar un par de horas en la nevera.

Precalentamos el horno a 200ºC (sin ventilador) después bajamos a 180ªC para hornear.
Sacamos la masa de la nevera y comenzamos a hacer bolitas del tamaño de una nuez aproximadamente, aunque parezcan pequeñas inicialmente, pensad que despúes engradecen un poco al hornearlas y posteriormente al rebozarlas en el coco, así que recomiendo prudencia.
Si veis que las manos se os quedan con masa enganchada que dificulta la realización de los panellets, id lavándolas de vez en cuando y seguís trabajando.

Una vez hechas las todas las bolitas, las colocamos en una bandeja de horno, que previamente le habremos puesto un papel de hornear y sin engrasar.
Dejamos espacio suficiente entre ellas para que no se enganchen cuando se horneen.
Introducimos la bandeja a media altura en el horno, con calor arriba y abajo entre 12 y 14 minutos.
Siempre recomiendo ser prudente con los tiempos ya que cada horno es un mundo, en este caso se ha de controlar que los panellets estén algo dorados sin pasarnos, ya que si se doran en exceso no quedaran bonitos, lo interesante es que sean unas bolitas blancas al finalizar su total elaboración.

Pasado el tiempo indicado, sacar del horno y quitar la hoja que cubre la bandeja con los panellets y dejarlos enfriar tal cual sobre el mármol de la cocina o bien sobre una rejilla mientras seguimos horneando todos los demás que están pendientes, colocando papel de hornear nuevamente en la bandeja y así sucesivamente.
Una vez templados lo suficiente nos ayudaremos con una espátula y con cuidado los quitaremos del papel de horno.

En un cazo pequeño pondremos dos vasos de agua con dos cucharadas de azúcar, acercamos al fuego y calentamos hasta el punto en que el azúcar esté disuelto, no es preciso que llegue a hervir ni que hagamos un almíbar denso. Retiramos del fuego y ya estará listo.
Este jarabe nos ayudará a humedecer los panellets para que el coco rallado se pueda adherir a ellos sin problema. Dejamos enfriar un poco mientras enfrían también los panellets.

En un recipiente amplio y hondo pondremos el resto del coco rallado e iremos pasando primero los panellets por el jarabe, bañándolos bien, más o menos se han de introducir en él unos 10 segundos aproximadamente, escurrir un poco el jarabe al sacarlos del recipiente y seguidamente los ponemos dentro del bol del coco, ayudándonos de las dos manos, con las cuales iremos cogiendo un puñado de coco y rebozamos como si de nuevo hiciésemos una bola.

Aconsejo no hacer demasiada cantidad a la vez porque si ponemos muchas bolitas dentro del almíbar absorberan mucho líquido, así que mejor hacerlos como máximo con dos o tres a la vez.
Una vez rebozado el panellet lo colocamos en una bandeja limpia y con un poco de coco espolvoreado en la superficie, seguiremos haciendo lo mismo con todos los demás.

Una vez finalizado el proceso de rebozado del coco, los dejamos que sequen un poco el almíbar con el coco y pasado un cuarto de hora o algo más, ya los podremos colocar en una lata especial de galletas o un bol lo suficientemente amplio para que entren todos, forrado previamente con un papel de cocina (de hornear). Podemos espolvorear un poquito más de coco sobre ellos antes de guardarlos.
Cubrimos con film transparente, papel de plata o similar el recipiente donde los hayamos colocado. Es aconsejable guardar dicho recipiente bien cerrado en una bolsa de plástico y atarla para que no les entre aire y no endurezcan, así conseguiremos el efecto contrario, que se vuelvan más blanditos y agradables a la hora de morder.

Espero que os resulte entretenida su elaboración, ya que cuando veáis el resultado será de lo más gratificante y en especial para aquellos que puedan disfrutar de su degustación.

Buen provecho!!!

PANELLETS DE PIÑONES







Los Panellets son un dulce típico de Cataluña, Aragón, Valencia, Islas Baleares y Andorra que tradicionalmente se preparan para el día 1 de noviembre, en la festividad de Todos los Santos o la Castañada.
Al ser un dulce tan energético  (como las castañas y boniatos, también típicos para la misma fecha) resultaban muy útiles en ese día tan señalado ya que gran parte de la población solían hacer vigilia.

Los panellets datan del siglo XVIII cuando se usaban como comida bendecida para compartir después de las celebraciones religiosas.
Se cree que tienen su origen en el norte de Europa, donde a consecuencia del intenso frío se hacía necesario un alimento rico en calorías y así soportar mejor la larga noche de difuntos, pero también hay quien aboga en que su origen reside en la repostería árabe por su composición a base de almendras y por los antecedentes de dicha cultura en este país.

Después de esta introducción por la historia y origen de estos deliciosos dulces, voy a dar paso a su elaboración y a ponernos en marcha...comenzamos!!!



INGREDIENTES

500 gr. de almendra molida.
350 gr. de azúcar blanco (preferiblemente pasado por el molinillo para dejarlo tipo azúcar glas).
250 gr. de boniato asado.
3 yemas de huevo.
1 clara.
Ralladura de 1 limón.
600 gr. de piñones.


PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 200ºC y asamos los boniatos con antelación suficiente para que estén fríos y se puedan trabajar. Yo suelo asarlos la noche anterior a realizar los panellets, o bien se pueden hacer a primera hora de la mañana si nos vamos a poner a hacerlos por la tarde, lo importante es que estén fríos para poderlos pelar y hacer un puré con la carne. Reservamos.

En un bol amplio batimos las yemas y la clara de huevo con unas varillas. Seguidamente añadimos el puré de boniato y la ralladura de limón mezclándolo bien, en este caso mejor con una cuchara de palo ya que las fibras del boniato se quedaran enganchadas en las varillas.
Volcar en el bol la almendra molida, el azúcar y seguir mezclándolo, casi mejor llegado este punto que lo hagamos con la mano porque la masa tendrá una consistencia enganchosa y no trabajaremos bien con la cuchara de madera.

Una vez mezclados todos los ingredientes taparemos con un film transparente el bol y lo colocaremos en la nevera para que enfríe bien la masa y sea algo más manejable.
Aquí también tenemos la opción de preparar la masa el día anterior a su preparación para que esté completamente fría y sea más agradable de trabajar, lo dejo a vuestra elección, eso sí, almenos tendrá que estar un par o tres de horas en la nevera.

Precalentamos el horno a 200ºC (sin ventilador) después bajamos a 180ªC.
Sacamos la masa de la nevera y comenzaremos a hacer bolitas del tamaño de una nuez aproximadamente, aunque parezcan pequeñas inicialmente, pensad que despúes con los piñones engradecen y al hornearlas aún creceran un poquito, así que recomiendo prudencia.

En un recipiente amplio y hondo pondremos los piñones e iremos pasando las bolitas de masa al bol de los piñones para rebozarlos, eso sí, tendremos que ayudarnos de las dos manos cogiendo un puñadito de piñones y ayudaremos a rebozar como si de nuevo hiciésemos una bola. Una vez rebozado el panellet lo colocamos en una bandeja de horno, que previamente le habremos puesto un papel de hornear. Los panellets se colocan en la bandeja sin engrasar.
Dejaremos espacio suficiente entre ellos para que no se peguen cuando se horneen.

Antes de introducir en el horno pincelaremos todos los panellets con yema de huevo y seguidamente introducimos la bandeja a media altura en el horno, con calor arriba y abajo entre 14 y 15 minutos.
Siempre recomiendo ser prudente con los tiempos ya que cada horno es un mundo, en este caso se ha de controlar que los panellets estén algo dorados y que se empiezan a agrietar un poquito, es indicador de que están en su punto.
Si vemos que no están muy dorados podremos darle un punto de color dejándolos 1 o 2 minutos en el hornos con tan solo la posicíon de gratinador o grill (es opcional).

Sacar del horno y quitar la hoja que cubre la bandeja con los panellets y dejarlos tal cual enfriar sobre el mármol de la cocina o bien sobre una rejilla mientras seguimos horneando todos los demás que están pendientes.
Una vez templados lo suficiente nos ayudaremos con una espátula y con cuidado los quitaremos del papel de horno y los depositamos en una lata especial de galletas o un bol lo suficientemente amplio para que entren todos.

Una vez bien fríos todos los panellets, cubriremos con film transparente, papel de plata o similar el recipiente donde los hayamos colocado. Es aconsejable colocar el recipiente cerrado dentro de una bolsa de plástico y atarla para que no les entre aire y no endurezcan, así conseguiremos el efecto contrario, que se vuelvan más blanditos y agradables a la hora de morder.

He de decir que son algo entretenidos pero no ocupan un día entero por suerte y sobretodo la satisfacción de poderlos degustar acompañados de un buen moscatel (yo escojo un buen Pedro Ximenez)  es algo que no tiene precio.
Y para los más atrevidos os invito a hacer los panellets de coco que ahora en breve publicaré, son unos bocaditos tan finos que no puedes parar de comer...quien se anima??

Buen provecho!!!


BRIOCHE DE NARANJA Y CHOCOLATE





Las masas son mi debilidad y pese a que aún por fechas no acompaña entrar en la cocina con rodillo en mano y amasar, yo he decidido sucumbir a esta tentación aparcada de hace tiempo.
Pues bien, hoy os traigo un riquísimo brioche, tierno, aromático con su naranja confitada, agua de azahar y con algunas calorías más de la cuenta...pero que sería de los gimnasios si no hubiese excesos?? jajajaja
Pues manos a la obra y a darle forma a este rico manjar, que en menos de lo que pensáis lo tendreis listo para disfrutar.


INGREDIENTES

600 gr. harina de fuerza.
130 gr. de azúcar.
110 gr. de zumo de 1 naranja (o agua, leche o nata líquida).
40 gr. de agua de azahar o anís dulce.
20 gr. de levadura fresca prensada de panadero.
130 gr. de mantequilla en trozos a temperatura ambiente. 
4 huevos.
Una pizca de sal.
50 gr. de naranja confitada en trocitos. 
Ralladura de una naranja.
100 gr. de pepitas de chocolate.
1 huevo para pintar el brioche.


PREPARACIÓN

En un cazo calentamos los líquidos (zumo de naranja y agua de azahar) a 37º , es importante hacer uso de un termómetro de cocina para no excedernos en la temperatura y no degradar la levadura, ya que no acabaría haciendo su función correctamente.
En un recipiente amplio y hondo disponemos la ralladura de naranja, la mantequilla en trocitos (importante que esté a temperatura ambiente para que pueda diluirse al máximo) la levadura desmenuzada y con una mano lo mezclamos todo bien, insistiendo en los trocitos de mantequilla y levadura mientras con la otra mano aguantamos el recipiente.
Añadimos los huevos batidos, el azúcar y la naranja confitada. Seguimos mezclando bien hasta que el azúcar se disuelva ligeramente.

Una vez mezclado añadimos la pizca de sal y la harina, mezclando de nuevo con la mano hasta que la masa ligue perfectamente y se desprenda de las paredes del molde. Esto será en pocos minutos y sin necesidad de hacer demasiado esfuerzo, todo y que aconsejo que la masa la amasemos con energía dentro del bol para airearla, siempre es un punto positivo para un resultado esponjoso.
Si tenéis la opción de hacer este paso con una amasadora os asegurareis de airearla bien sin necesidad de cansaros.

Dejamos reposar la masa bien tapada con film transparente y un paño de algodón sobre él sin presionar, en un lugar cálido y sin corrientes de aire (muy importante este punto, ya que una corriente de aire no permite subir la masa).
Dejaremos subir la masa hasta que doble su volumen (en verano será mucho más rápido, en una hora o algo menos estará lista, en invierno habrá que dejarla almenos un par o tres de horas).

Una vez la masa está lista para ser trabajada, la sacamos del bol y la colocamos sobre la mesa o el mármol de la cocina enharinado. Dividimos la masa en dos partes iguales (o bien podemos hacer dos brioches, en ese caso dividiremos en 4 porciones iguales).


                   


Realizamos dos (o cuatro cilindros si optamos por uno o dos brioches) de la misma longitud y los aplanamos ligeramente para poder colocar las pepitas de chocolate en su interior.










Una vez repartidas las pepitas de chocolate a partes iguales (y guardando unas cuantas para decoración) enrollamos la masa sobre sí misma para obtener de nuevo un cilindro pero relleno.
Sellaremos bien la puntas ejerciendo un poco de presión y evitar que se abra o salgan las pepitas.




Una vez enrollados los cilindros los juntamos uno al lado del otro y presionamos ligeramente las puntas para que no se desprendan a la hora de manipular. La zona sellada la pondremos hacia abajo para que no se vea o se pueda abrir al hornear.
Enrollamos los dos cilindros sobre sí mismos obteniendo uno solo con forma trenzada.






Una vez trenzados haremos un rosco y sellaremos los extremos e intentamos dejarlos hacia abajo por el mismo motivo que hemos hecho anteriormente. 
Dejamos levedar (fermentar) el rosco sobre un papel sulfurizado y colocado sobre la bandeja que llevaremos más tarde al horno. Lo dejamos crecer de nuevo hasta que doble su volumen, forrandolo con papel de hornear y un paño de algodón fino sobre este. Tendremos en cuenta nuevamente que el lugar de reposo ha de ser cálido y que no haya corrientes de aire, yo lo coloco dentro del horno apagado.




Precalentamos el horno a 180º.
Una vez que el rosco está bien gordito y el horno a la temperatura adecuada, pintamos con huevo batido y decoramos con unas pepitas de chocolate anteriormente reservadas.




Colocamos con cuidado de no dar golpes, la bandeja en el horno en la posición inmediatamente por debajo de la mitad pero no a ras de suelo. El hecho de no dar golpes es porque las masas corren peligro de bajarse y quedar apelmazadas una vez finalizda la cocción, por tanto hay que tratarlas con mucho mimo.
Horneamos entre 15-20  minutos ya que va en función de cada horno. En mi caso la altura utilizada es la que os comentado anteriormente y lo dejo alrededor de 17 minutos, pero para acertar os recomiendo que a los 15 comprobeis con la ayuda de una espátula si el suelo del brioche está dorado.
Si es así y la superfície también está dorada y si al golpear ligeramente con una espátula sobre el brioche, su sonido es hueco, esto es signo de que está bien cocido.
Hay que ser prudentes con la cocción ya que si nos pasamos quedaría seco y en un día la consisténcia sería algo más apelmazada.





Una vez horneado nuestro brioche lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla en alza y sin corrientes de aire.







Cuando haya enfriado lo cubriremos bien con papel de plata y dentro de una bolsa de plástico anudada para que no entre aire y se endurezca. De esta forma lo podéis conservar hasta el día siguiente si es que eso es posible jajajaja, en caso de consumirlo de seguida, lo podeis acompañar con un café, leche, zumo o lo que más os guste...
Os garantizo que está rico rico y es de lo bueno lo mejor!!!

Buen provecho!!!!