Mostrando entradas con la etiqueta Dulces. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dulces. Mostrar todas las entradas

COULANT DE CHOCOLATE ROSA





Estoy segura de que no será la primera vez que probais un coulant, pero de chocolate negro o blanco, verdad? Pero alguna vez lo habéis probado rosa? Pues vamos a ser originales y sorprender a nuestra pareja para San Valentín que ya está muy cerca...que no tenéis pareja para sorprender? pues no hay problema, os dais un homenaje a vosotros mismos, yo ya lo he hecho y lo voy a volver a hacer!!!
Vais a ver que cosa más sencilla de hacer, yo misma siempre había creído que un coulant era algo muy complejo y es totalmente lo contrario...probad y veréis.

Las cantidades son para 4 coulants de la medida de flaneros de aluminio pequeños.


INGREDIENTES

80 gr. de chocolate blanco.
40 gr. de mantequilla.
40 gr. de azúcar blanco.
40 gr. de harina.
2 huevos medianos.
4 gotitas de colorante alimentario rojo.


PREPARACIÓN

Batimos los huevos con el azúcar, usando las varillas durante unos 5 minutos aproximadamente, hasta que aumenten de volumen y empiecen a blanquear. Reservar.

En un recipiente pondremos el chocolate troceado y la mantequilla en daditos, los fundiremos lentamente al baño maría, removiendo hasta que esté totalmente mezclado.
Retirar del fuego y dejarlo que temple lo suficiente para poderlo añadir a la mezcla reservada sin que se cuaje el huevo por la temperatura. Integraremos bien los ingredientes.

Agregaremos la harina tamizada y mezclaremos con una cuchara de madera con movimientos suaves y envolventes hasta obtener una masa fina y uniforme.
Es el momento ideal para añadirle el colorante rojo. Es importante añadir las gotas de una en una para poder matizar el color al gusto de cada uno. Con cuatro gotitas obtendremos un color rosa suave, pero si lo queréis algo más intenso podéis poner alguna más.

Preparamos 4 moldes de aluminio pequeños (medida de flanecillos) desechables, los untaremos con mantequilla y los espolvoreamos con harina para que no se pegue la masa al desmoldarlos.
Llenamos los moldes en 3/4 de su capacidad, no más porque al cocer creceran y podrían desbordarse.

Una vez rellenos todos los moldes, los tapamos con film transparente y los llevaremos al congelador al menos 1 hora.
Cuando vayamos a prepararlos, precalentaremos el horno a 180 grados, introducimos los coulants y horneamos entre 18 y 20 minutos.
El tiempo es relativo porque va en función de cada horno, yo siempre digo que cada horno es un mundo, así que os aconsejo que probéis primero con un coulant y si veis que necesita algo más de tiempo o bien lo preferís más líquido podréis acertar con los siguientes a la primera.

Cuando observéis que empiezan a estar doraditos y el centro se infla ligeramente, es signo de que están listos.
Sacaremos los coulants del horno y los dejaremos reposar entre uno y dos minutos, seguidamente y con mucho cuidado separaremos el bizcocho del coulant de las paredes del molde con algún utensilio plano pero con cuidado de no romperlo, ya que se podría vaciar el chocolate líquido. También podemos cortar el aluminio con unas tijeras para facilitar el desmoldado.
Desmoldar y servir inmediatamente. Se pueden acompañar con una bolita de helado que por el contraste de temperaturas es una delicia.

Pues ya tenemos un coulant delicioso y sencillísimo de realizar, puedo decir que lo más laborioso es tomarle el punto al desmoldar para no romperlo, hay que hacerlo con extremado mimo, pero todo lo demás es "coser y cantar", así que espero que os aventureis y sobretodo que triunfeis!!!

Feliz día de San Valentín para todos/as!!!














BIZCOCHO DE MANDARINA



Si nunca habéis mordido una nube para comprobar cual es su ternura, podéis probar con este bizcocho que os traigo hoy...es tierno, jugoso y muy muy esponjoso!!! además de ser original, ya que el toque aromático de la mandarina es muy refrescante...espero que os aventureis con esta receta y la disfruteis...


INGREDIENTES

5 huevos.
250 gr. de azúcar.
2 mandarinas.
100 gr. de aceite suave.
125 gr. de nata líquida para cocinar.
250 gr. de harina (no ha de ser de fuerza).
1 sobre de levadura Royal.
Una pizca de sal.
Ralladura de una mandarina.
Ralladura de una naranja.
Ralladura de medio limón.
Azúcar glas para decorar.


PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Engrasamos un molde con mantequilla y le espolvoreamos un poquito de harina eliminando el exceso con unos golpecitos suaves.

Separamos las yemas de las claras en dos recipientes distintos. Batimos las yemas con las varillas hasta que empiecen a estar espumosas, es entonces cuando le añadimos el azúcar poco a poco hasta integrarlo bien, más o menos unos 5 minutos.
Pelamos las mandarinas y les eliminamos bien todas las partes blancas que le puedan quedar ya que si no lo hacemos pueden amargar y dar mal sabor a nuestro bizcocho. Cortamos los gajos en dados muy pequeñitos y los añadiremos a la mezcla que seguiremos batiendo unos 5 minutos más.
Incorporamos el aceite poco a poco en hilillo y la nata líquida, batiendo otros 2 minutos más.

Tamizar la harina, sino tenemos tamiz se puede hacer con un colador grande. Este paso es muy importante ya que de esta forma oxigenamos la harina y el bizcocho quedará más esponjoso.
Añadimos la harina tamizada a la mezcla anterior, la levadura Royal y las ralladuras de cítricos, mezclamos hasta integrar bien todos los ingredientes con una cuchara de madera con movimientos envolventes y reservamos.

Cogemos el recipiente de las claras y le añadimos una pizca de sal, las batimos con las varillas hasta que estén bien subidas, a mi me gusta hacerlas hasta que su densidad es extrema, ya que de esta forma la mezcla quedará más esponjosa.
Añadimos las claras a punto de nieve poco a poco a la mezcla reservada y mezclaremos muy suavemente con movimientos envolventes con la cuchara de madera.
Es indispensable hacer estos dos últimos pasos con la cuchara y no con las varillas, ya que las claras se podrían bajar y la masa perdería volumen.

Vertemos la masa en el molde y daremos unos golpecitos al mismo para que asiente bien la masa.
Introducimos el molde a media altura del horno y lo dejaremos cocer 30 minutos a 180º, pasado este espacio de tiempo reduciremos la temperatura a 170º y hornearemos 10 minutos más, seguidamente sacaremos nuestro bizcocho del horno.
Dejamos enfriar el bizcocho dentro del molde unos 10 minutos, lo desmoldamos y colocamos en una rejilla para que enfríe bien.
Una vez se ha enfriado lo disponemos en una bandeja adecuada y lo espolvoreamos con azúcar glas.

Esta receta es muy sencilla de hacer para el resultado que obtenemos, es un bizcocho tierno y esponjoso hasta el extremo, si no me creéis solo tenéis que comprobarlo por vosotros mismos...ánimo y a cocinar, que es una satisfacción maravillosa...

Buen provecho!!!














ROSCÓN DE REYES




Quien tiene la receta de roscón preparada? ya habéis probado a hacerla y os ha conquistado? pues si no es así, hoy os traigo esta receta de roscón que es muy aromática, tiene mucho sabor y es muy esponjoso.
Otra ventaja es que se hace en un espacio de tiempo muy rápido ya que no necesitas hacer un prefermento ni estar días dándolo todo, tan solo en una mañana lo tendremos listo. Lo más entretenido además de las dos horas y media de reposo en total, es el amasado, que conviene que sea a conciencia y de esta forma obtendremos un roscón con una buena miga.


Esta receta es para un roscón de reyes mediano pero que da para 6/7 raciones, si queréis hacer dos piezas solo tenéis que doblar las cantidades.

Lo podemos elaborar en una amasadora o batidora con accesorio de gancho, o bien a mano si no disponeis de ninguna.


INGREDIENTES 

500 gr. de harina de fuerza
200 gr. de leche entera
100 gr. de azúcar
60 gr. de huevo
120 gr. de mantequilla fría
18 gr. de levadura seca de panadero (no levadura fresca)
10 gr. de sal
12 gr. agua de azahar o 20 gr. de ron
Ralladura de un limón 
Ralladura de una naranja 
Frutas escarchadas para decorar
Almendras laminadas (opcional)
Un huevo para pintar el roscón


PREPARACIÓN

En un cuenco amplio juntamos la harina, la sal, el azúcar, la levadura y las ralladuras de limón y de naranja.
Empezamos a amasar suavemente y cuando los ingredientes empiecen a integrarse comenzaremos a añadir los líquidos, primero será el agua de azahar (o ron) el huevo y después la leche en forma de hilillo.
Una vez incorporados estos dos ingredientes se amasará unos 10 minutos si lo hacemos con amasadora y si es al estilo tradicional, será un poquito más, unos 15 o 20 minutos aproximadamente para que pueda desarrollarse bien el gluten.

Cuando han pasado los 10-15 minutos de amasado y podamos ver que la  masa se despega de las paredes del cuenco, incorporaremos la mantequilla cortada en daditos pequeños, sobretodo ha de estar muy fría, acabada de sacar de la nevera. Tendremos que continuar el amasado hasta que la masa haya absorbido toda la mantequilla y se vuelva muy elástica, fina y lisa.
Hemos de tener en cuenta que este amasado es lento, así que tendremos que ponerle bastante cariño y paciencia durante unos 20 minutos tranquilamente. El amasado a mano es importante, así que si vuestra opción es la amasadora, aconsejo que los últimos 10 minutos sean a mano ya que de esta forma la masa va incorporando aire y coge mejor forma.
Para saber si nuestra masa está lista, cogemos un trozo, la estiramos con las manos y si forma como una sábana casi transparente, entonces estará lista y en su punto.
Formaremos una bola con la masa y la dejamos reposar 1 hora en lugar cálido sin corrientes de aire.

Pasado este tiempo empezamos a darle forma a nuestro roscón y lo colocaremos en la bandeja de horno en la que previamente habremos puesto un papel sulfurizado.
Cogemos nuestra masa y con los dedos haremos un agujero en el centro e iremos agrandando el diámetro de este agujerito poco a poco con las manos hasta dejar proporcionado todo el roscón.
(Si dudamos en que se cierre el agujero a la hora de subir la masa, podemos colocar en el centro un aro de emplatar aceitado. Este diámetro ha de ser acorde con la dimensión del roscón) aunque yo nunca le pongo aro ya que queda más bonito una vez finalizado el horneado.

(En el caso de que lo empeceis a preparar el día de antes para avanzar tiempo, es ahora cuando lo teneis que envolver bien en film transparente y meterlo en la nevera pero sin apretarlo mucho, ya que hay que darle espacio para el levado.
Al día siguiente los sacamos y dejamos atemperar bien y seguiriamos con el proceso pero necesitará algo más de 2 horas de tiempo de levado para que esté en su punto más optimo.
Ha de subir almenos el doble de su volumen inicial)

Taparemos la masa con film transparente (dejando espacio para que pueda subir) y dejaremos reposar unas 2 horas en un lugar cálido y fuera de corrientes de aire.
Podemos aprovechar si estamos cocinando y acercarlo a la cocina para que reciba calor, eso sí, repito, sin corrientes de aire y siempre que no supere los 30 grados.

Una vez ha transcurrido este tiempo precalentamos el horno a 180º, pintamos el roscón con huevo batido, lo adornamos con las frutas escarchadas a nuestro gusto y las almendras laminadas (a mi personalmente me gusta solo con frutas escarchadas). Otra forma de decorarlo es poniendole azúcar escarchado antes de hornear como he hecho yo (tan solo es poner en una taza 3 cucharadas de azúcar con unas gotas de agua, mezclar y ha de quedar una textura arenosa pero más bien seca, por eso es importante añadirle el agua en gotitas).
Colocamos el roscón en el horno a media altura con calor arriba y abajo. Horneamos unos 20/22 minutos aproximadamente  aunque ya sabéis que cada horno es un mundo, así que cuando comience a estar doradito, lo sacaremos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Hay que tener en cuenta que hornear demasiado un roscón puede tener la consecuencia de que nos quede demasiado duro y seco.
Una vez frío lo espolvoreamos con azúcar glas (si no lo habéis horneado previamente con azúcar escarchado).
También podeis optar por rellenarlo, las posibilidades son diversas como por ejemplo nata, trufa, crema, mazapán...yo la verdad que lo prefiero solo, para poder saborear bien el aroma de los cítricos y del agua de azahar, pero bueno, podemos ir probando cada año una forma distinta.

Si queréis hacer vuestro roscón de reyes con tiempo de antelación, podéis congelarlo una vez horneado e incluso relleno de nata o con lo que optéis. Eso sí, bien envuelto en film transparente y como máximo 90 días. Cuando lo queráis consumir, solo será sacarlo del congelador y dejarlo a temperatura ambiente hasta que se descongele, el resultado es excepcional.

Bueno, aquí os he dejado una receta muy sencilla de realizar y relativamente poquito tiempo de inversión ya que otras recetas que he probado doblan y triplican el tiempo de proceso, aunque el resultado es bueno, este es superior!!!
Esta receta es de la escuela de cocina Hoffman, así que como podréis comprobar si lo hacéis, este es un bocadito de los dioses con un éxito asegurado...Feliz día de Reyes!!!

Buen provecho!!!!



















MANTECADOS CASEROS



El mantecado tiene procedéncia andaluza,  tuvo origen en el siglo XVI por un exceso de manteca y cereales que existió en el sur pero no fue hasta el siglo XIX que se empezaron a comercializar.
Existen diversas variedades de mantecados pero hoy os traigo la receta clásica, empezaremos por la más tradicional que para mi personalmente es la más rica de todas. Os aseguro que invertir el tiempo necesario para hacerlos merece la pena...

INGREDIENTES

250 gr. de harina.
150 gr. de azúcar.
175 gr. de manteca de cerdo ibérica.
2 yemas de huevo.
1 cucharadita rasa de canela.
Semillas de sésamo.


PREPARACIÓN

Batimos la manteca (que tendremos a temperatura ambiente almenos 2 o 3 horas) hasta que quede una textura de crema y brillante. Seguidamente la mezclaremos con el azúcar (yo lo paso primero por el molinillo para dejarlo más fino, no es necesario hacerlo tipo glas pero si es conveniente realizar este paso ya que el resultado es mucho mejor porque no cruje el azúcar al morder el mantecado) y batimos bien los dos ingredientes hasta que estén bien integrados.
Incorporamos la canela y batimos de nuevo unos 3 minutos.

Precalentamos el horno a 100 grados y extendemos la harina en una bandeja adecuada con papel encerado en la base y la introduciremos en el horno, dejaremos que la harina se seque bien sin que llegue a tostarse. Se ha de mover de vez en cuando con una cuchara de madera. Veréis que la harina no cambia de color aunque sí queda suelta y su olor es diferente, como a tostadito pero sin tostar. Este proceso puede durar unos 10 minutos aproximadamente (también se puede hacer en una sartén).
Una vez fría la harina se incorpora a la mezcla de manteca y amasamos bien todos los ingredientes.
Hacemos un volcán, pondremos dentro las yemas de huevo y trabajaremos con las manos hasta conseguir que quede bien homogénea. No será necesario dejar reposar la masa, así que podemos empezar de inmediato a hacer los mantecados.

Ponemos la masa sobre una superfície enharinada y trabajamos con el rodillo, estirándola con mucho cuidado, si la masa se enganchase al rodillo se le puede poner un poco de harina a este y seguiremos estirándola hasta que obtengamos un grosor de un dedo aproximadamente.

Con un cortador de galletas o un vaso cortamos la masa (podéis utilizar cortadores de galletas de diferentes formas). Cogemos los mantecados y los pasaremos por un plato de semillas de sésamo sin tostar solamente por una cara  (yo prefiero pincelar los mantecados con huevo batido como hacía mi abuela o mi madre sin ponerle semillas, tal y como muestro en la foto) y los colocamos sobre la bandeja de horno forrada previamente con papel encerado.

Precalentar el horno a 180 grados, entonces se introduce la bandeja y horneamos entre 15-20 minutos, cada horno es un mundo, así que recomiendo controlarlos a partir de los 10 minutos. Los mantecados tienen tendéncia a agrietarse un poquito, así que cuando esto ocurra quedará poco tiempo para retirarlos de su horneado.
Una vez sacamos la bandeja del horno dejaremos enfriar por completo los mantecados ya que se rompen con muchísima facilidad. Podéis retirar con cuidado la hoja de papel encerado de la bandeja y poner otra con una nueva tanda de mantecados.

Cuando todos los mantecados estén horneados y bien fríos, los retiraremos (con muchísimo cuidado porque continuan siéndo muy frágiles) del papel con una espátula a un recipiente amplio y hermético, así nos durarán bastante tiempo como el primer día, eso si no sois muy golosos porque sino durarán muy poquito.

Como veis los mantecados no son difíciles de hacer y disfrutaréis estas Navidades de unos deliciosos dulces hechos por vosotros mismos, obsequiando así a vuestra familia y amigos con algo inigualable...y eso es una satisfacción que no tiene precio

TURRÓN DE YEMA TOSTADA






Este año me he aventurado con este delicioso turrón de yema, nada que ver con los que se compran de fabricación industrial.
La base del éxito de este turrón es utilizar una buena almendra, necesitamos la de tipo Marcona. Tenemos la opción de comprarlas con piel, pelarlas y triturarlas, otra opción es comprarlas ya peladas y trituradas directamente, siempre irá en función de nuestra disponibilidad. Yo he optado por comprarlas sin pelar y he realizado todo el proceso hasta molerlas, el sabor siempre será más intenso.

En referencia a los moldes, se pueden fabricar con madera fina de manualidades, una sierra apropiada para cortarla y pegamento, yo he utilizado el de marca "Imedio" ya que no deja ni olor ni sabor. Las medidas las podemos tomar de referéncia en cualquier tableta de las comerciales o bien, podemos hacer los moldes con un simple tetrabrick de leche, vacío, limpio y seco, se corta por la mitad longitudinalmente y ya tendremos hecho nuestro molde.

Esta receta es para dos tabletas de turrón, podéis ampliar el número de ellas añadiendo más cantidad de forma proporcional.

INGREDIENTES

500 gr de almendra Marcona cruda molida.
250 gr de azúcar glas
2 vainas de vainilla.
6 yemas de huevo.
80 gr. de agua.

Para decorar:
2 yemas de huevo.
4 cucharadas colmadas de azúcar.

Utensilios:
Papel de hornear.
Molde rectangular de 21cm x 8.5cm aprox.
Soplete de cocina.


PREPARACIÓN

Cortamos el papel de hornear a la medida del fondo del molde que hayamos escogido para reposar el turrón (en caso de no disponer de un molde propio para turrón podemos habilitar una caja de cartón de leche, lavado y bien seco, cortado verticalmente) y lo colocamos en el fondo.

En un recipiente ponemos las yemas de huevo ligeramente batidas (sin que hagan espuma) y reservamos.
En un cazo amplio disponemos el agua con azúcar y lo acercamos al fuego. Cuando lleve unos 5 minutos hirviendo hemos de comprobar que su temperatura es de 115º y en caso de no tener termometro controlamos la mezcla hasta que el almíbar esté un poco espeso.
Lo retiramos del fuego y lo vamos añadiendo sobre las yemas reservadas en forma de hilillo a la vez que removemos sin parar y poco a poco para que las yemas no se cuajen por el calor (por eso es importante añadir el almibar poco a poco).

Cogemos las vainas de vainilla y las abrimos con un cuchillo en toda su longitud. Raspamos con un cuchillo afilado el interior.
Añadimos las semillitas raspadas de la vainilla dentro del recipiente de yemas, también añadimos la almendra molida. Mezclamos todo bien con la ayuda de una espátula de madera o las manos si se hace muy resistente y reservamos.

Repartimos la masa en los dos o tres moldes reservados (en función del grosor que os guste) antes de que se enfríe la masa (ya que será menos moldeable) y le damos forma con las manos, presionando con cuidado para dar forma de tableta.
Seguidamente ponemos otro trozo de papel de hornear sobre el turrón y colocamos un peso encima para presionar (podemos usar un tetrabrick de leche a la medida).

Dejamos reposar el turrón en un lugar fresco o en la nevera 24 horas.
Pasado el tiempo establecido quitamos el peso y lo sacamos de los moldes. Batimos las yemas de huevo reservadas para decorar con el azúcar y la extendemos en la superficie de las tabletas.
Espolvoreamos con azúcar abundante y quemamos con el soplete la superfície y en su defecto si no disponemos de soplete de cocina, lo haremos con un quemador de crema.
Para quien sea muy "devoto" del azúcar tostado puede cubrir las dos caras de la tableta y tostarlas, dando tiempo a que la primera se enfríe bien y poder darle la vuelta. En mi caso solo la hago por una cara ya que así se saborea mucho más el sabor a almendra.

Pues ya tenemos hecho nuestro delicioso turrón de yema tostada. Si no lo vais a consumir en unos días está la opción de envasarlo al vacío, si disponemos de una máquina para ello. Yo dispongo de una y puedo garantizar que se conserva fantásticamente, de lo contrario lo envolveremos en film transparente y procuramos de que no le de el aire, pero es muy importante no dejarlo así demasiados días para que no se endurezca demasiado.

Os animo a todos a realizar esta receta, es muy sencilla, no hay que hacer nada más que mezclar los ingredientes y ponerle paciencia un par de días para obtener el resultado.
Pensad en que podéis regalar turrones a vuestra familia o amigos, es un detallito con el que vais a triunfar.

Espero que os guste, Feliz Navidad a todos/as y Feliz Año!!!













BIZCOCHO DE PLÁTANO Y NUECES





Este bizcocho es conocido como "Banana Bread" o pan de plátano y es muy popular en Estados Unidos. Toda familia siempre tiene un bizcochito de este tipo para desayunar. 
Los plátanos más adecuados para realizar este tipo de receta son los que ya están bastante maduritos, porque le dan una esponjosidad superior y el hecho de ser tan meloso acaba por conquistar.
Vamos allá, ya veréis como os gusta este sencillo bizcocho, que no es nada laborioso.


INGREDIENTES

3 plátanos maduros.
2 huevos grandes (si son ecológicos, muchísimo mejor).
125 gr. mantequilla.
135 gr. azúcar.
80 ml. leche.
250 gr. harina.
50 gr. nueces.
1 cucharadita eséncia de vainilla.
1 cucharadita bicarbonato sódico.
1 cucharadita de levadura en polvo (Royal, nunca levadura seca granulada).
1/2 cucharadita de sal. 


 PREPARACIÓN

Sacamos la mantequilla de la nevera un par de horas antes para que esté bien blandita a temperatura ambiente y poder trabajarla fácilmente. Mezclamos (con unas varillas eléctricas preferiblemente) en un bol grande el azúcar con la mantequilla hasta que la mezcla comience a blanquear, seguidamente añadimos los huevos y lo batimos bien durante unos minutos.

Entonces pelamos los plátanos y los trituramos con un tenedor sin excedernos, ya que si le dejamos algún trocito más grande le dará un toque singular y lo añadimos a la mezcla anterior. Añadimos la leche, la eséncia de vainilla y lo batimos enérgicamente.
En otro recipiente aparte se mezcla la harina, la levadura, el bicarbonato y las nueces que previamente las habremos partido en trocitos pequeños.

Unificamos las dos mezclas y volvemos a batir todo junto unos dos minutos con energía.
Engrasamos un molde con mantequilla y espolvoreamos con harina. 
Precalentamos el horno a 180º y horneamos 60 minutos aproximadamente, eso dependerá del horno que tengamos, hemos de tener presente que si se trata de un horno con ventilador de aire caliente serán unos 5 u 8 minutos menos, así que hay que vigilar el bizcochito con mucho cariño.

Se colocará la bandeja a media altura del horno y transcurrida media hora, si observamos que está muy dorado el bizcocho, abriremos la puerta y lo taparemos con un papel de hornear o de aluminio, pero cuando falten 5 minutos para finalizar el horneado se lo quitaremos. 
Este proceso es para que no se nos queme y quede bien doradito. 
Antes de sacarlo del horno comprobaremos con un palito (de pinchito) que está bien cocido, este ha de salir limpio pero ojo!! que no se nos haga demasiado porque puede quedar seco.

Como opción le podéis añadir unas perlitas de chocolate antes de introducir el molde en el horno, de esta forma le daremos un toque más atractivo, sobretodo para los más peques de la familia.
Y aquí lo tenéis!!! no os imaginais lo bien que huele la casa, la verdad que es un desayuno o merienda muy apetecible y con un poquito de nata montada como acompañamiento,puedo asegurar que es todo un manjar!!!

Buen Provecho!!!



























TRONCO DE NAVIDAD





Ingredientes
Para la plancha de bizcocho
4 huevos
100 g de azúcar
120 g harina de repostería
Para el almíbar
100 g de azúcar
100 g de agua
2 cucharadas de licor (brandy, ron, moscatel, etc...)
Unas gotas de zumo de limón
Para la mousse de turrón
500 g nata para montar de 35,1 % de materia grasa
50 g de leche entera
50 g de azúcar
300 g de turrón del blando tipo jijona
1 sobre de gelatina neutra de 10 gr
Para la cobertura de chocolate
1 tableta de 200 g de chocolate para fundir 
50 g de mantequilla
50 g de agua


Preparación
El Bizcocho

Precalentar el horno a 180°.
Separar las claras de las yemas.
Poner en un bol las claras, batirlas con la batidora de varillas eléctrica e ir
incorporando el azúcar poco a poco, hasta que veamos que va blanqueando
y que aumenta su volumen.

Batir las yemas e incorporarlas delicadamente a las claras.
Añadir la harina tamizada y envolver cuidadosamente la mezcla hasta que
esté totalmente integrada.
Verter la preparación en una bandeja de horno de 30×35 cm
aproximadamente forrada con papel de horno.
Introducir en el horno 12 minutos.

Humedecer un paño, escurrirlo bien y extenderlo sobre la mesa.
Sacar el bizcocho con el mismo papel con que lo hemos horneado y posarlo
sobre el paño húmedo.
Enrollar el bizcocho con mucho cuidado y con la ayuda del paño, que iremos
tensando poco a poco a la vez que enrollamos.
Dejar enfriar unas dos horas.

El almíbar 

Poner al fuego un cazo con todos los ingredientes. Mover con las varillas.Retirarlo a los 5 minutos.
La mousse de turrón
Calentar la leche y añadir la gelatina. Remover para que no queden grumos.Montar la nata con la batidora de varillas.
Cuando esté casi montada, añadir el azúcar y  la leche con la gelatina.
Batir unos segundos más.
Desmigar el turrón, añadirlo a la nata e incorporarlo despacio con  movimientos envolventes.
Tapar el bol y dejarlo reposar en el frigorífico dos horas.
La cobertura de chocolate 
Poner los ingredientes en un bol.
Poner en el microondas a temperatura baja e ir mirando cada 20 segundos  después del primer minuto hasta que veamos que está fundido. Se puede  optar por hacerlo al baño maría, sin dejar de remover hasta que esté bien fundido, hay que evitar que se queme el chocolate.
Sacar el bol de microondas o retirarlo del fuego si hemos optado por el baño maría y remover el chocolate durante un par de minutos.
Montaje
Desenrollar con cuidado el bizcocho.
Pincelar con el almíbar.
Rellenar con la mousse, teniendo cuidado de dejar sin rellenar un par de centímetros en el borde más alejado de nosotros y de no salirnos por los laterales.
Aplanar con un cuchillo largo o una espátula.
Enrollar con cuidado, ayudándonos con el papel con el que horneamos la plancha de bizcocho, envolver con este mismo papel y dejar reposar dos horas.
Cortar un extremo del tronco con un corte en diagonal. Colocarlo sobre el resto del tronco a modo de rama. Lo podéis pegar con chocolate de cobertura.

Forrar los bordes de la bandeja de presentación con papel de aluminio.
Poner el tronco encima. Proteger los extremos del tronco y de la rama con papel de aluminio para que no se manchen de chocolate.
Extender el chocolate por encima del tronco, ayudandonos de una espátula o de un pincel.

Dejar reposar 20 minutos para que se vaya solidificando un poco el chocolate.
Pasado este tiempo hacer con un tenedor unos surcos y unos nudos, para simular la corteza de un árbol.
Quitar todos los papeles de alumino con cuidado. Decorar al gusto y servir.

Espero que os guste, es una forma más original de comer Turrón de Jijona...en casa no quedan ni las migas!!!